Lo que se ha debido hacer hace décadas y en América Latina, se está haciendo ahora y desde España. Más vale tarde que nunca, dice la sabiduría popular. Me refiero a la creación de una organización pluralista dedicada a luchar contra la intención del Foro de Sao Paulo- Grupo de Puebla de implantar el comunismo, bajo el eufemismo de socialismo del siglo XXI. Es el Foro Madrid, una ”alianza internacional en la que caben todas aquellas personas que, independientemente de su ideología, comparten la defensa de la libertad, la democracia y el Estado de Derecho”.
El documento originario de esta organización es la Carta de Madrid, que establece: 1) El avance del comunismo supone una seria amenaza para la prosperidad y el desarrollo de nuestras naciones, así como para las libertades y los derechos de nuestros compatriotas.2)El Estado de Derecho, el imperio de la ley, la separación de poderes, la libertad de expresión y la propiedad privada son elementos esenciales que garantizan el buen funcionamiento de nuestras sociedades, por lo que deben ser especialmente protegidos frente a aquellos que tratan de socavarlos. 3) La defensa de nuestras libertades es una tarea que compete no solo al ámbito político, sino también a las instituciones, la sociedad civil, los medios de comunicación, la academia, etc. 4) El futuro de los países de la Iberosfera ha de estar basado en el respeto a la democracia, los derechos humanos, el pluralismo, la dignidad humana y la justicia.
Así simple y claramente establece como razón de ser y objetivo prioritario de trabajo lo que se ha popularizado a partir de la campaña de Isabel Ayuso como la lucha de “comunismo o democracia”, la cual debe ser el leitmotiv de todas nuestras campañas en la Iberosfera. Es que sencillamente estamos en una lucha existencial entre esos dos sistemas políticos antagónicos.
Consciente de que las próximas elecciones colombianas representan el nudo gordiano de esa lucha entre comunismo y democracia, que Colombia es la joya de la corona, en la cual se juega el destino del continente, el Foro Madrid organizó el pasado fin de semana en Bogotá su primer encuentro regional. El objetivo fue reunir a líderes europeos y latinoamericanos que viniesen a alertar sobre la amenaza que supone una eventual victoria del comunismo en las elecciones de Colombia y Brasil este año.
Las hordas criminales del socialismo del siglo XXI se encargaron de regalarnos una prueba real de ese peligro: Gustavo Petro ordenó a través de su operador político Alirio Uribe que grupos terroristas viniesen a atacar la sede del encuentro para impedir su realización. Estos grupos violentos, prueba de que el comunismo en su versión socialismo del siglo XXI no tolera la pluralidad de opiniones y que de llegar al poder impondrá el reino de la violencia del terrorismo de Estado, como ya lo hace en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Pero como premonición de lo que sucederá en las próximas elecciones, la democracia venció al comunismo, el evento se realizó exitosamente y concluyó con una declaración final de principios, la cual demuestra la calidad de las intervenciones que se realizaron en esos 2 días.
Esa declaración postula:
- Que la democracia, la libertad y el Estado de Derecho se encuentran acechados por los regímenes comunistas y criminales de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, los cuales ponen en riesgo la seguridad y estabilidad de todo el hemisferio, apoyados por actores extracontinentales que atentan contra los valores de Occidente.
- Que el comunismo se ha organizado en espacios como el Foro de Sao Paulo y más recientemente en su tapadera del Grupo de Puebla, luego de socavar durante décadas las democracias liberales de la región, y que además mantiene estrechos vínculos con las mafias del crimen internacional, entre ellas, las FARC y el Cartel de los Soles.
La declaración establece la necesidad de:
- Articular esfuerzos, por medio de Foro Madrid, para sumar aliados y denunciar los planes del bloque castro-comunista continental, y a la vez actuar en consecuencia para contrarrestarlos.
- Condenar la intromisión en nuestras naciones de China, Rusia, Irán y otras potencias extracontinentales, las cuales pretenden usar la región para fines bélicos de expansión.
- Respaldar a la OEA y particularmente a su secretario general, Luis Almagro, frente a las pretensiones del Grupo de Puebla de disolver esa organización con el fin de reemplazarla por la Celac.
- Denunciar que las mafias del narcotráfico y los grupos terroristas pretenden apoderarse de Colombia en las próximas elecciones, con el apoyo del régimen venezolano, buscando obtener con los votos lo que no han podido lograr luego de 60 años de violencia comunista.
- Impulsar proyectos que sirvan para difundir y consolidar la cultura judeocristiana occidental a ambos lados del Atlántico, frente al embate de la guerra cultural marxista, que busca demoler los cimientos de nuestra civilización.
Considero de vital importancia que esta tan loable iniciativa no se quede en el discurso del evento y se pase de inmediato a la acción de contrarrestar la ofensiva contra la libertad y la democracia en el continente. Estamos a pocas semanas de la consulta del Equipo Colombia, el abanderado electo debe en su discurso de proclamación llamar al resto de candidatos del bloque democrático ―Zuluaga, Gómez y Rodríguez― a conformar desde ese instante una alianza para llevar un candidato único a la primera vuelta, que sea el líder que aglutine a esa inmensa mayoría de colombianos que no deseamos un petrocastrismo en Colombia, pero que se encuentran huérfanos y desorientados ante la ausencia de ese candidato aglutinador del voto democrático.