OPINIÓN

El fin de los nuevos tiempos

por Carlos Ojeda Carlos Ojeda

«Cuando un crimen no es castigado el mundo pierde balance, cuando un mal no se reivindica los cielos apartan con vergüenza la vista»

Estoy escribiendo mi primer ensayo. Se trata sobre: Obra, pensamiento y trascendencia de Rómulo Betancourt. A mi buena amiga y colega Blanca Victoria Crespo pueden atribuirle el intentar compararme con los mejores en esas artes en el país, espero no decepcionarlos como para hacer el ridículo nacional. Al estudiar en detalle a Rómulo y su obra he descubierto facetas que solo han acentuado mi admiración hacia él, como político y estadista. También me he sentido identificado con su doctrina y filosofía de vida. Betancourt tuvo un idealismo coherente con su proceder. Por eso se le recuerda como el padre de la democracia. Las circunstancias vividas por la generación del 28 no son iguales en este siglo.

Casi cinco lustros de gobiernos con discurso socialista, se han acompañado de muchos cambios en la geopolítica económica mundial. Estos cambios aleatorios fueron decisivos para que nuestro país tuviese por suerte los más grandes ingresos por facturación petrolera en toda nuestra historia republicana. Esa mil millonaria suma en divisas, así como la entrada en escena del traidor más notable desde Boves, hicieron realidad la pesadilla de Betancourt. La instauración del modelo socialista antidemocrático planificado por el arrogante villano cubano Fidel Alejandro Castro Ruz destrozó la economía. “El mendigo más orgulloso del mundo”.

Puedo expresar con todo respeto el deseo de “emesis” que me causó la declaratoria de Manuel Rosales y cito… “debe haber una negociación con el gobierno, tiene que haber un acuerdo con el gobierno, tú no le puedes decir al gobierno “hagan unas elecciones con algunas condiciones y cuando ganemos los vamos a meter presos” Para el Manuel Rosales que logró inscribirse a pesar del CNE tener un gran excusa para no dejarlo es un hecho para poner capciosos a la mayoría ciudadana que esta hasta la coronilla de traiciones. (No renuncio a su cargo, violando en forma flagrante la constitución de la república en el Art. 229).

Pero su afirmación de que: “Solo existe la salida negociada” no luce descabellada si todos los factores de oposición firman algún tipo de acuerdo. En ese caso no necesariamente es una salida cómplice. No se alteren. Les he dicho hasta el cansancio que me declaró ignorante en materia política. No tanto en otras materias como en las letras, la filosofía, el arte, la historia universal y las matemáticas. Andrew John Fermat desafiando el teorema de Pitágoras propuso una conjetura diferente al cambiar el exponente cuadrado a cualquier exponente “N”.

Trescientos años después demostró la existencia de un modelo matemático diferente y más extenso que el de Pitágoras. Me pregunto: ¿Si ni Pitágoras tuvo con su famoso teorema una verdad absoluta? porque Rosales si cree tenerla.

No tenemos 300 años. Ni siquiera 300 días. Recientemente leí un artículo sobre un ensayo de Vaclav Havel “Política como ética practicable”. y cito: …“Estoy convencido de que no podemos construir un Estado de Derecho, ni Democrático, si no construimos al mismo tiempo un Estado Humano, ético. Espiritual y cultural. Las mejores leyes y los mecanismos democráticos mejor no nos pueden entregar nada, Ni legalidad, libertad ni garantías y respeto a los derechos humanos”…

Ni son los mismos momentos ni las mismas circunstancias, pero algo tienen que hacer algo, quizás los que tienen alguna decisión en sus manos. El silencio de los líderes de los partidos políticos me inquieta. Pretender una solución negociada es lo ideal, es el sueño de Prometeo, es el deseo ciudadano de un cambio sin sangre y sin más traumatismos sociales más allá de los ya vividos.

Tenemos que pensar fríamente y dejar las pasiones. Dejar las pasiones no es perder las convicciones, ni la dignidad o algo similar, es simplemente enfocarnos en lo que queremos todos los venezolanos. Extirpar del poder a quienes han destrozado nuestro país y vendido nuestra patria.

Y la verdad esta labor se hace particularmente difícil cuando “la verdad” está execrada de las organizaciones políticas. Cuando un pueblo ha sido traicionado y engañado constante y consuetudinariamente por los dos grupos. El primero integrado por unos mandatarios cuasi eternos apoyados por políticos bribones, militares felones y codiciosos uniformados de nuevo cuño, que jamás han sido nacionalistas. El otro grupo integrado por una residual clase empresarial corrupta e hipócrita a la cual se les unió una oposición de viejos cadáveres políticos y nuevos jóvenes sin formación política carente de principios morales.

La verdad es que la caducidad de las organizaciones políticas ha entrado en la etapa de “preaviso”. La verdad es que es indispensable que los ciudadanos probos atiendan el llamado de integración en organizaciones políticas cuando sea el momento. La verdad es que los viejos líderes políticos y los jóvenes emergentes, agotaron la credibilidad del venezolano hasta incluso odiarlos. Y gran verdad es que una mayoría de venezolanos confiaron en que María Corina ni los traicionaría ni vendería el futuro de todos por ambiciones mezquinas.

Esta nación necesita un estadista tan sagaz y noble como Rómulo. Que haga lo que tenga que hacer sin perder los valores que todos aspiramos recobrar. Los nuevos tiempos se agotan, el futuro exige un liderazgo sincero, que hable con la verdad. Para la mayoría de los ciudadanos no luce grato votar por Manuel Antonio. Pero la libertad está por encima de vanidades. Lo podrían hacer cuando quien representa nuestras virtudes siga siendo la baquiana que nos guíe por el sendero de la nación que todos queremos. MCM para una gran mayoría tiene la palabra. ¿O no?

@carluchoOJEDA