OPINIÓN

El expediente de Alex Saab

por Carlos Silva Carlos Silva
alex saab

Este es uno de los documentos de Saab que no concuerda con los de la Cancillería | Archivo particular

En carta al Departamento de Justicia el jueves 25 de enero, influyentes senadores republicanos exigen que se publique el expediente contra Alex Saab, en lo que parece querer establecer por qué el presidente Joe Biden “perdonó sus crímenes” antes del juicio por cargos de lavado de dinero y con ello probablemente le hizo una importante concesión al régimen de Maduro, acosado y perseguido por el temor a lo que el “diplomático” sabía y pudiera decir.

A Saab se le debe recordar como un “depredador de personas vulnerables”, expresa en la carta el senador de Iowa Chuck Grassley, miembro de alto rango de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado.

Y es que en Estados Unidos saben que el barranquillero y tres hijastros de Maduro se lucraron con “cientos de millones de dólares” con el sobreprecio de los productos para los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, CLAP.

En la misiva, que también firman el senador Jim Risch de Idaho, el principal republicano en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, y el senador Marco Rubio de Florida, vicepresidente republicano de la Comisión Selecta del Senado sobre Inteligencia, señalan a Saab como intermediario ante Irán en la burla de las sanciones estadounidenses.

En este punto conviene recordar que secretos como la conexión Turquía-Rusia-Irán para saquear el oro venezolano y burlar las sanciones de Estados Unidos, lo mismo que la ruta de los dólares del robo permanente por la jerarquía chavista, era el reto de la justicia norteamericana. Eso más allá de probar que Alex Saab y su socio Álvaro Pulido, un antiguo narcotraficante, permearon el sistema financiero de ese país para lavar dinero sucio de la corrupción a través de una red global de empresas fantasma a la sombra del régimen chavista.

“No hay base para ocultar las pruebas contra Saab al público estadounidense”, dicen los senadores, que parecen  reprochar que “el gobierno de Estados Unidos cerró el caso contra  Alex Saab”. En la carta de dos páginas al secretario de Justicia, Merrik Garland, los parlamentarios fijan plazo apremiante hasta el 7 de febrero para que se publiquen los archivos que solicitan.

Cualquier divulgación de los registros del Departamento de Justicia, apunta The Associated Press, podría arrojar luz sobre lo que estos senadores llamaron las “confesiones” de Saab, una aparente referencia a sus reuniones secretas con la DEA años antes de la acusación en su contra.

Posiblemente  el expediente de Alex Saab ayude a entender también por qué Biden -más allá del intercambio de prisioneros- le abrió la puerta de la cárcel federal de Miami al llamado testaferro de Maduro en diciembre y dejó ir sus secretos, a pesar de que Estados Unidos siempre se había opuesto a retirarle  su condición de fugitivo. No hay que  olvidar, sin embargo, que en este drama al mejor estilo de Hollywood, de acciones y situaciones tensas y pasiones conflictivas, no se descarta aún sorpresa o imprevisto.