Antes de comenzar hablar de la diáspora venezolana en la hermana República de Colombia, se hace necesario recordar un poco de historia política latinoamericana de estos dos países que alguna vez fueron parte de mismo cuerpo político controlado desde Santa Fe de Bogotá, donde precisamente se encontraba uno de los tres virreyes del derrotado Imperio Español sobre los Territorios Americanos.
Para empezar es importante que una de las personalidades sugerentes del nombre de Colombia, en honor a Christophorus Columbus, a los neogranadinos, en remembranza a Granada España, fue el prócer de la emancipación Francisco de Miranda, de padres canarios, nacido en Venezuela, héroe de la Independencia que fue destacado participante en la guerra de independencia de las trece colonias de Norteamérica y la independencia de Francia.
Es importante recordar que hasta principios del año 1800 la Capitanía General de Venezuela estaba supeditada al Virreinato de Nueva Granada, con asiento político, jurídico, religioso, militar, económico y fiscal en Santa Fe de Bogotá, lo que quiere decir que hasta el año 1810, que es cuando se activa la independencia de los pueblos de América, eran considerados neogranadinos, fueran de Colombia, Venezuela, Panamá o Ecuador.
Remontándonos, a tiempos de historia más reciente, es básico acordarse, de que los grupos terroristas guerrilleros se originaron por los años 1950 después de la Segunda Guerra Mundial, en plena Guerra Fría, en la selva colombiana, fuertemente armados con toda la tecnificación de un ejército subordinado de manera política, financiera y militar a las zonas de influencia para América Latina del Partido Comunista Internacional con sede para ese entonces en la URSS.
Hoy, el Centro de Operaciones de las FARC y de los distintos grupos y células terroristas en América Latina se encuentra en la isla Ccribeña de Cuba, último bastión del otrora Imperio Español. Dicho centro de operación político, ideológico, militar ha incursionado en la conspiración de golpes de Estado en varios países, entre los que cabe mencionar, Colombia, Angola, la isla caribeña de Granada, Chile y hoy Venezuela, ocupada en su totalidad.
Cuba funge muchas veces como refugio de piratas, filibusteros y bucaneros de la actualidad, donde precisamente se firmaron de forma reciente los Acuerdos de Paz de los grupos terroristas y el Estado de Colombia, hecho que les permite a tales células comunistas de base guerrillera participar en la política y que hoy ponen en jaque a la nación colombiana de ser víctima de la propaganda y propiamente de las fuerzas comunistas, como sucedió en Venezuela.
Es desde esa época que estos grupos terroristas vienen asediando a la población colombiana y ahora a la venezolana, lo que ha generado millones de desplazados políticos y económicos.
Es decir, si desde la década de los cincuenta, del siglo XX, vienen generando desplazados de los pueblos de Colombia, no es exagerado que en más de 70 años existan hoy ciudadanos de ese país dispersos por todo el mundo, bien sea por el asedio y la zozobra que generan los grupos comunistas en las poblaciones, o por el deterioro económico que se ocasionan ante los hechos.
De acuerdo con cifras extraoficiales de la prensa en Venezuela, entre los años 2003 y 2004 a través de las misiones sociales, dirigidas desde La Habana, base de operaciones del comunismo para América Latina, se cedularon en Venezuela alrededor de 2.000.000 de colombianos que residían en el país desde hace más de 10 años para que participaran en el referéndum revocatorio de 2004. Con esta referencia lo que se quiere hacer ver es que si en dos años se ceduló esa cantidad, ¿cuántos se cedularon desde la época de 1950 del siglo XX, cuando empezaron a llegar desplazados de zonas tomadas por la guerrilla en busca de las mejores condiciones de vida que brindaba la Venezuela de aquel entonces?
Así que no es exagerado que hoy residan alrededor de 2 millones de venezolanos en Colombia, cuando se entiende que más que desplazados de la tragedia política venezolana son ciudadanos que retornan a la hermana república de Colombia de la que de alguna vez formaron parte o con las que tienen nexos históricos y familiares.