Estoicismo. Calma en medio del caos. Fuerza personal para controlar emociones. Capacidad única de blindarse ante el infortunio y la desgracia. Referencia filosófica del proceder de un hombre inteligente, virtuoso y culto -oratoria aparte-. ¿Capicci?
Unos 300 años a.C, Zenón de Citio sufrió un encuentro con su destino al naufragar con su barco lleno de mercancías en las costas griegas. Atenas fue geografía obligada junto a esos tantos pensadores, que influyeron en la forma cómo reinventar su vida. Es así como pasaría a la historia al lado de inmortales filósofos como Epicteto y Séneca, herederos del legado de Sócrates, Platón y Aristóteles. El emperador Marco Aurelio por su parte, describió las más nobles cualidades que debería tener un gobernante con nobles virtudes y un adecuado pensamiento filosófico para la vida: sabiduría, justicia, coraje y templanza.
Narrarles tan descriptiva apología previa a la presentación del ejemplar pragmatismo histórico de Henry Ramos Allup, tiene una razón: la enseñanza del estoicismo.
El mismo comportamiento filosófico y didáctico, que nos enseñó el maestro, al respaldar a Carlos Prosperi como abanderado de la organización política que lidera. Esa humilde demostración luce como una refrescante ataraxia, del mejor y más preparado político de estos tiempos. Claudicar sus aspiraciones por el bien del país, obrar con coraje y valentía por la nación, desprenderse de ese ego natural que a todos nos acompaña, y entregarle a sus seguidores una visión práctica del liderazgo colectivo, es la mayor demostración de estoicismo que pueda haber reflejado públicamente un ciudadano de las dimensiones históricas de Henry Ramos.
“Cuanto más cerca esté un hombre de una mente calmada, más cerca estará de su fuerza”, Marco Aurelio.
Los venezolanos somos responsables de esta desgracia en la cual vivimos. Nos cavamos nuestra propia tumba. Sufrimos las consecuencias de nuestra irresponsabilidad colectiva, cuando pretendíamos arrogantemente en el pasado, que la democracia era un derecho y hasta una herencia imposible de que nos fuese arrebatada. Nunca asumimos el compromiso de querer construir una nación de todos y para todos, a pesar de tantas vidas entregadas por nuestros compatriotas.
¿Podríamos cambiar? No sabría responder esa pregunta. Lo cierto es que se aproxima una oportunidad única. Tenemos muchos retos por delante. Organizar primarias, buscar condiciones electorales, llegar a acuerdos de gobernabilidad. Climatizar la interacción entre aliados, dejar de juzgar situaciones y apariencias.
“La coherencia es lo fundamental para el estoico. Cuando el discurso y la acción concuerdan, la tranquilidad del espíritu llega”. Séneca
«El estoicismo crea individuos que no pueden ser intimidados por los poderosos porque no temen abandonar todo o morir», afirmó Evans. Compro estoicidad ciudadana para explosionar al régimen. El arma está a la venta, es gratis.
@CarluchoOJEDA