Quienes tienen menos de 35 años y nacieron en Venezuela, Nicaragua, Colombia, Chile o Argentina, por ejemplo, bajo dominación de socialistas o asediados por ellos, ignoran que esa escoria cívico-militar (hoy al mando en dos repúblicas que fueron libres) siempre usó estereotipos-slogans-expresiones intimidatorias o de condenación. Citaré algunas:
01).- El «comandante supremo e indiscutible lo dijo»
02).- «Necesario es morir por la patria revolucionaria»
03).- «Eres un pequeño burgués»
04).- «Eres un tonto útil del capitalismo»
05).- «Las calles son del pueblo, no de la policía»
06).- «Caídos durante luchas revolucionarias no pueden llamarse muertos»
07).- «Patria o muerte, venceremos»
(08).- «¡Viva el Che Guevara!»
Fui testigo en palco principal de coliseo, poco antes y luego de ser contratado por la Universidad de los Andes. Mi oficio escritural-comunicacional me destinó asistir a numerosos eventos de naturaleza cultural y política. Escuché, vi y opiné respecto a sucesos aborrecibles en medios impresos de formidable respetabilidad: El Nacional, El Universal, El Globo, Diario de Caracas (…) Pero, callé algunas para no exponer a mis amenazadas hijas. Quienes pregonaban que «la izquierda unida jamás sería vencida», intelectuales, artistas y profesores, solían propagar que los mencionados periódicos formaban parte de una deleznable «prensa burguesa nacional». En las casas con protagonismo académico más importantes de América Latina, sostengo, se abusaba de la extraterritorialidad que le confería eso que conocemos como «autonomía universitaria». En la actualidad, abolida «de hecho» por los terroristas autoproclamados propietarios de nuestros países. Aunque, todavía, no mediante una «enmienda constitucional abrogatoria» (caso Venezuela).
Gracias a Uribe Vélez y Duque, entre otras personalidades, Colombia no ha sucumbido todavía ante el acoso permanente de esa factoría de la «Internacional Socialista-Terrorista» (el crimen financiero-político-militar con petrodólares venezolanos organizado).
La izquierda unida sí ha sido vencida en Ultimomundismo. Recordemos que Allende quiso, pero no pudo exterminar a Chile. Se lo impidió la oportuna intervención del general Pinochet. El hombre se invistió dictador, cierto, pero neutralizó a líderes comunistas chilenos adoctrinados por los hermanos Castro-Ruz en Cuba. Salvó a los chilenos de experimentar las atrocidades que padecemos, en grado de continuidad, los cubanos y venezolanos.
Los socialistas al mando enclavan, militarmente, la nomenclatura de las instituciones públicas: Estado Mayor Conjunto para la Alimentación, Combustible, Salud, et. La pomposidad forma parte de la miseria que inducen e intentan maquillar. Son incapaces de algo distinto a destruir, retrocedernos humanística, científica y tecnológicamente hacia la prehistoria.
@jurescritor
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