Retomo el tema sobre la disputa por el Esequibo. Recordé el injusto arrebato y el fraudulento laudo promovido por la Inglaterra imperial de un territorio que abarca toda la extensión territorial de la cuenca occidental de ese río. Nuestra Cancillería es depositaria de documentos y publicaciones que demuestran el interés y el estudio constante de las implicaciones de esta reclamación. En ese sentido, desempolvé en la biblioteca un compendio que lleva como título Reclamación de la Guayana Esequiba, documentos 1962-1981, en donde se documenta claramente -y como lo expresara el expresidente Raúl Leoni-, “los esfuerzos del país por hacer valer sus derechos y conseguir la reparación del daño que nos causara el doloso Laudo de París”.
En ese texto en comento encontramos una carta que quiero presentarle a los amigos lectores interesados y venezolanos preocupados, toda vez que resume de manera diáfana la posición histórica de Venezuela en este tema. Se trata de una declaración de Ignacio Iribarren Borges, ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, durante la conferencia ministerial de Londres el 9 de diciembre de 1965.
Ante la tentativa de la Gran Bretaña de persuadir a Venezuela de que no había justificación para reabrir el problema de límites con la Guayana Británica, este les responde con absoluta claridad y conocimiento de causa en los siguientes términos.
- No se responde a los planteamientos venezolanos sobre la adulteración de importantes mapas originales que fueron presentados por Gran Bretaña al tribunal de 1899.
- Se silencia la correspondencia cruzada entre Sir Richard Webster, Lord Salisbury y Mr. Joseph Chamberlain que comprueban que el gobierno británico le impartía instrucciones para ser transmitidas a sus árbitros.
- Se omite toda réplica al argumento venezolano de que antes, durante y después de la negociación por lo cual Gran Bretaña reconoció a la Gran Colombia como Estado independiente, este declaró oficialmente que su frontera con Guayana Británica era el río Esequibo.
- Entre otras que Venezuela no acepta que se responda con tanta ligereza a sus graves argumentos sobre un punto tan importante de su contención como es que el Tribunal, contra lo estipulado por el tratado de arbitraje, no dictó una sentencia de derecho.
Además de estos puntos citados, fueron otros los argumentos diáfanos que destacó en esa intervención magistral el representante de Venezuela. Reiteró al final de su intervención que “el gobierno de Venezuela que la solución satisfactoria del problema fronterizo con Guayana Británica consiste en la devolución del territorio que en derecho le pertenece”.
Son tiempos de unificarnos ante un tema fundamental para las próximas generaciones de venezolanos. Suficientes expedientes que demuestran la injusticia que se le hizo a Venezuela.