OPINIÓN

¡El escenario electoral del 21N!

por Marcos Hernández López Marcos Hernández López

El desarrollo de la estrategia de campaña electorales no es un hecho del azar y tampoco es un proceso intuitivo, más bien es un proceso complejo y técnico desarrollado dentro de una dinámica tomando como elementos desarrolladores: el cambio, experiencias y conocimientos de las complejidades situacionales.

Las realidades tangibles al momento de conectar con los posibles resultados en los procesos electorales, solo basta observar, comprender, analizar e interpretar todos los eventos vinculados a las diversas y cotidianas protestas sociales que se viven aisladamente en todo el país, cada una de ellas con sus situaciones se orientan y apuntan directamente hacia la calidad de vida de los venezolanos. Si articulamos el momento histórico al proceso electoral del próximo 21N, los estudios de Hercon Consultores revelan como un hecho que la oposición ganaría la mayoría de gobernadores y alcaldes el próximo 21N, día de las megaelecciones o elecciones regionales / municipales. Esta realidad victoriosa de la oposición se mueve siempre y cuando existan elecciones transparentes, competitivas y con garantías en el voto. No obstante, los números siempre serán dinámicos y cambiantes dentro de los diferentes contextos electorales, cada uno tiene su propia especificidad cultural.

Si nos apoyamos en algunos presupuestos epistemológicos para tratar de explicar desde la cientificidad y no desde la fenomenología el efecto que causa la revolución en sus colectivos en momentos de los procesos electorales, comprendemos que utiliza la psicología política, las respuestas emocionales se sustentan en relación de la imagen y creencia que dejo el difunto y su máximo líder Hugo Chávez, esta valoración en positivo no se basa especialmente en la gestión del actual régimen, por cierto con muchas deficiencias, fisuras y pocas respuestas.

Evidentemente, la narrativa revolucionaria continuará basándose en la percepción de que el modelo socialista es bueno, humanitario, que sufre por los pobres por culpa de las sanciones del imperio, posee buenas ideas y cuenta con proyectos ligados a la justicia social. Además, su debate público se concentrará estratégicamente en los ataques hacia los líderes fundamentales de la oposición, disminuyendo la evaluación racional de los verdaderos problemas que afectan a la mayoría de los venezolanos tales como la pandemia, hambre, inseguridad, inflación, empleo, corrupción, vivienda, eficiencia en los servicios públicos…

Nuestros estudios de opinión reflejan que la oposición vive tiempos complejos en ausencia de la unidad. A pesar que solo hacen propuestas sin aterrizar en lo concreto y denuncias sin pegadas certeras para derribar a su enemigo político, la revolución bolivariana. Estamos en tiempos de precampaña mirando fijamente el 21N Miraflores activa sus salas situacionales para hacer constructos para seguir ganando en minoría. Pienso y expreso que las buenas campañas electorales no son ni absolutamente racionales ni totalmente emocionales. La oposición debería aceptar el desafío, no seguir llamando a la abstención inducida indefinida todo tiene un costo político/electoral.

Es relevante para nuestro razonamiento, hacer un constructo del análisis FODA en la oposición y oficialismo en el escenario electoral nacional:

Fortalezas: La oposición y el oficialismo cuentan con un significativo capital político. No obstante, teniendo la mayoría en este momento los NI-NI que manifiestan estar en contra el régimen. Los opositores cuentan con una generación de líderes emergentes y jóvenes. El oficialismo aceita y activa su maquinaria apuntalada con recursos del Estado.

Debilidades: La oposición dividida aún no termina de convencer a un sector significativo en los estratos C/D/E con sus propuestas y discursos. Para esta gente perdió su timing 2019-2020. El oficialismo tiene muchas fisuras como la ineficiencia y corrupción en su gestión pública presidencial, regional y local. Revolución añejada y agotada.

Oportunidades: La oposición unida representa el 80% de los votantes que desean un cambio político en el país. Mientras el oficialismo cuenta con recursos económicos y apoyos estrategicos de todas las instituciones del Estado.

Amenazas: Crisis de liderazgo político en la oposición y las debilidades que tiene por ahora las maquinarias políticas por su ausencia en los eventos electorales. El oficialismo tiene como mayor enemigo político – electoral, la pandemia, la crítica situación económica por la que atraviesa el país, la gente en su mayoría responsabiliza directamente de la crisis socioeconómica y el hambre a Maduro, es decir a su régimen. PSUV con una intención de voto 16,8%.

 

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