No siempre hay retornos
La vuelta de Donald John Trump a la Casa Blanca supone un ambiente profundo de cambios estructurales en Estados Unidos, si bien es un proceso electoral de los ciudadanos norteamericanos, también es insoslayable su importancia global por el nivel de impacto que ocasiona y las tantas variantes que produce.
El discurso de Trump desde Palm Beach a las 2:00 de la madrugada cuando era irreversible su victoria contiene datos interesantes, planteando su responsabilidad de ser electo como el presidente 47 de Estados Unidos y a su vez echando la mirada hacia atrás valorando que también fue el presidente 45, quizás partiendo de ese pasado aún latente que lo empujo decidida y enérgicamente a través de un camino de fuego para retornar al ejercicio del poder se encuentra la clave de lo que será su nueva presidencia.
A diferencia de todos los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump no es un político de carrera que haya experimentado las distintas responsabilidades en el Congreso o en otras áreas de la administración pública de esa nación, por el contrario ha sido un empresario controvertido de la televisión, del mundo de los juegos y casinos, que supo convertir esas características en una herramienta para elevarse al poder político, y es el poder político en su esencia el centro de disputas y conflictos a lo largo de la historia, sin importar espacios geográficos, tiempos o ideologías, su constante ambición representa desafíos, y Trump en su ejerció 45 como Presidente fue desafiado y derrotado, condición que seguramente obligo a multiplicidades de introspecciones personales con las cascadas de preguntas ¿no ejerció el poder de forma adecuada?, ¿confió en quien no debía?, y los largos etcéteras que se producen constantemente, aparentemente Trump tiene estigmas de sus fracasos, y los expone desde su persecución judicial, persecución económica a través de multas, que pretendieron su bancarrota, e incluso los intentos de asesinato, todas estas conjugaciones de acciones y emociones lo hacen valorar la épica acción de reconquistar el poder desde sus heridas, en palabras del escritor austríaco Franz Kafka: «Todo hombre herido se ve forzado a la metamorfosis». De todos los acontecimientos pareciera inferirse con claridad que veremos un ejercicio presidencial con marcadas y hondas diferencias al primero.
Ahora bien, su retorno es envolvente, pocos personajes en la historia poseen estas oportunidades, para Nietzsche el ser humano puede transformarse en el superhombre, si vive sin miedo y ama la vida, y así desea el eterno retorno. Desde la óptica de Nietzsche, el retorno no es una casualidad sino una determinación del individúo, una decisión autentica e inspiradora, que hoy con cercanías y distancias se refleja en Donald Trump, y su regreso anhelado y buscado del poder.
El desempeño del presidente 47 de Estados Unidos empezará el 20 de enero de 2025, en el caso de Trump la superación de sí mismo, de sus egos y fantasmas vanidosos son sus mayores enemigos, sin mencionar la lucha eterna por el poder, la narrativa de la victoria es diferente a toda la de confrontación expuesta en la campaña, y de contraste se puede evidenciar el contenido de su discurso en el marco de la campaña: “En 2016, declaré que soy su voz. Hoy añado: soy su guerrero. Soy su justicia. Y para aquellos que han sido agraviados traicionados, soy su venganza”. Ahora levanta las banderas de un estadista y pronuncia postulados necesarios de entendimiento para consolidar una nación cuando establece: «Vamos a darle la vuelta a este país, vamos a conseguir que sea mejor que nunca, hoy es el día en el que el pueblo americano recuperó el control de su país, vamos ayudar a sanar el país». Definitivamente, la fraseología describe a los personajes históricos y el término sanar es atípico en las narrativas de Donald Trump, a través de conceptos que representan entendimiento y no venganza como anunciaba anteriormente, falta mucho por evaluar; sin embargo, la diferenciación entre Trump 1 y Trump 2 no se hará esperar.
Venezuela en la agenda
Se espera que Donald Trump asuma un liderazgo considerable en la conquista de la democracia en Venezuela, en su campaña destaco que al irse de la Casa Blanca el gobierno de Nicolás Maduro estaba a punto de colapsar y ahora ha sido revitalizado por las negociaciones de la administración Biden, dejando de relieve la firme convicción de diferenciarse de las políticas del apaciguamiento con el régimen venezolano.
Las elecciones norteamericanas marcan hitos superiores a mi modo de ver, no solo es destacable la victoria presidencial de Trump, sino el ascenso importante en el Congreso, el Senado y los gobernadores, manteniendo así una mayoría en todas las instituciones que le van a permitir transformar las políticas internas en las áreas que desee y a su vez ejercer la política internacional con una influencia global inusitada en estos tiempos, sin exagerar el grueso relevante de la victoria y futuro desempeño de Donald Trump con respecto a Venezuela estará en su equipo político donde destacan nombres que han planteado enfoques de endurecimiento, como lo son los Senadores Rich Scott, Marcos Rubio, María Elvira Salazar, entre muchos otros.
No obstante, no se puede dejar de mencionar la presencia de Erik Prince en el círculo político de Donald Trump, cuya hermana fuera secretaria de Educación de su anterior administración, y el aspecto de mayor trascendencia es la singular presencia de Elon Musk en una alianza de intereses estratégicos con Trump, con una concentración de poder de influencia sin precedentes.
De manera que Estados Unidos verá un cambio significativo en todas sus políticas con el ejercicio de DJT 47, que tendrá que tomar decisiones importantes en cuanto el liderazgo en América Latina, encontrando situaciones de rigor en el asunto venezolano, donde también la política cambió radicalmente a través de las elecciones del 28 de julio, donde a pesar de la enormes desventajas y atropellos fue electo contundentemente el diplomático Edmundo Gonzalez Urrutia, quien se encuentra asilado en España por las persecuciones ejercidas en su contra, también encontrará materializado un constante pedimento de las políticas internacionales en cuanto a la consagración de un liderazgo unificador del pueblo venezolano, adquirido con el ascenso y empoderamiento de María Corina Machado con un gigantesco apoyo del pueblo venezolano.
@jufraga12