Para Fabián Capecchi,
historiador de rigurosa investigación
y especialista en temas aéreos. A él dedico
El avión que salió con 57 pasajeros a bordo desde Nueva York a Miami aterrizó 37 años después en Venezuela. No obstante, esta historia ha sido desmontada por historiadores y especialistas en la materia, comprobando que es una inventiva con propósitos económicos
Lo que pareciera un guion para el prestigioso y legendario programa radial Nuestro Insólito Universo, dirigido magistralmente por Rafael Silva y narrado por el mítico locutor Porfirio Torres, ocurrió el 2 de julio de 1955.
El vuelo 914 de Pan American despegó sin contratiempos aquel remoto verano del 2 de julio de 1955, desde el Aeropuerto Internacional de Nueva York con destino a la ciudad de Miami.
A bordo de la aeronave se encontraban 57 pasajeros que en su mayoría iban de vacaciones a disfrutar de las cálidas playas de la Florida.
El viaje de rutina tenía un tiempo de duración de 3 horas, pero después de un tiempo el avión desapareció de todos los radares y en ningún momento se recibió alguna señal de auxilio, lo que llevó a las autoridades a pensar en el peor escenario y rápidamente comenzaron a ejecutar el protocolo correspondiente.
La autoridad aérea, en conjunto con el gobierno norteamericano, emprendieron una enérgica búsqueda, pero jamás hallaron ni el más mínimo vestigio de la aeronave, comunicando a los familiares de los pasajeros, que el avión se había estrellado en alguna parte de su recorrido.
Inexplicablemente, el vuelo 914 de Pan American, simplemente había desaparecido con todo y sus tripulantes, sin rastro alguno ni en tierra ni en el vasto océano de esta transitada ruta.
Aterrizó en Caracas 37 años más tarde
La mañana del 9 de septiembre de 1992, un día común para Juan de la Corte, controlador de tráfico aéreo de la torre del aeropuerto internacional que sirve a la ciudad de Caracas, notó en el radar la aparición de una aeronave que no estaba contemplada en el itinerario.
Las sorpresas continuaron cuando él y sus compañeros de trabajo se percataron que se trataba de un avión McDonnell Douglas DC 4, aún con hélices en lugar de turbinas, un modelo que hace tiempo se había reemplazado por equipos modernos.
Momentos de confusión comenzaron a fluir cuando el piloto preguntó en inglés: Where are we? (¿en dónde estamos?), además de identificar que eran “el vuelo 914 de Pan Am volando de Nueva York a Miami”, programado para aterrizar en el aeropuerto de Miami, a las 9:45 de la mañana el día 2 de julio de 1955. Un silencio ensordecedor se apoderó de la torre de control. Habían transcurrido 37 años.
El controlador de vuelo mantuvo la calma, despejó la pista y esperó que el vuelo llegara a tierra para poder hablar con ellos. Ya la nave fuera de la pista, e invadidos por la incertidumbre, los controladores aéreos se dirigieron a la rampa para observar aquel acontecimiento inexplicable y aterrador. Todo el personal estaba estupefacto al ver desplazarse aquel viejo aparato.
Ya en tierra y el avión a salvo, Juan preguntó a los pilotos:
– ¿Saben que estamos en 1992?
– ¿De qué estás hablando?,- contestó el piloto.
De inmediato, Juan envió al personal de seguridad al avión para salvaguardar la vida de los pasajeros y tripulantes. Pero el piloto aturdido hizo algo que nadie nunca esperaría: llevó la aeronave de nuevo a la pista, y levantó vuelo nuevamente, y minutos después volvió a desaparecer del horizonte y del radar. Sin ninguna autorización o recargar combustible. Jamás se encontró rastro de ese avión, nadie pudo explicar lo que sucedió aquella mañana en Caracas.
El impacto que recibieron los integrantes del equipo que en ese momento se encontraban en la torre de control, no pudo ser descrito con palabras, pues no era para menos dado acababan de ver un antiguo avión de pasajeros DC-4 aterrizar y despegar, algo técnicamente imposible, un antiguo avión perdido en el tiempo, a miles de kilómetros de su ruta, y así como apareció de la nada, también desapareció, evento alucinante que hasta hoy no ha tenido una respuesta científica. Las familias de los pasajeros y tripulación recibieron una compensación monetaria por parte de la aerolínea, lloraron a sus muertos y el tiempo pasó.
Sensacionalismo
A pesar del tiempo transcurrido, la historia del antiguo incidente del Vuelo 914 de Pan Am cada cierto tiempo aflora una y otra vez, y a pesar de las evidencias que apuntan a que solo fue una noticia sensacionalista, aún aviva la imaginación y la credulidad de muchos ocupando espacios en diversas plataformas informativas.
Recientemente volvió a reaparecer, y Twitter y Facebook estuvieron copados con el evento del Vuelo 914 de Pan Am en donde expilotos, especialistas, teóricos y charlatanes de oficio, daban por hecho que el avión desapareció en el Triángulo de las Bermudas y la nueva hipótesis es que la aeronave atravesó algún tipo de portal y viajó en el tiempo.
Tras verificar el origen de la historia, se consiguió que el tabloide Weekly World News fue el único que publicó sobre el supuesto caso, pero, inexplicablemente la noticia fue publicada en 1985, es decir, siete años antes de que supuestamente aterrizara el avión, igualmente la historia se popularizó rápidamente. Weekly World News fue un semanario sensacionalista estadounidense, impreso entre 1979 y 2007. Aunque ocasionalmente publicaba algunos sucesos reales, la mayor parte de su información era invento de sus editores.
El tabloide publicó en tres años diferentes la historia del Vuelo 914; en donde el avión aterrizó en Caracas, en 1985, luego en 1992 y finalmente, en 1993. Los detalles también varían en la nota, contradiciéndose entre sí.
No obstante, más allá de que un periódico conocido por el sensacionalismo y por publicar historias falsas, el cual estuvo a cargo de la primicia, hay detalles que dan al traste con la veracidad del evento en cuestión: “no hay un vuelo 914 de Pan American extraviado en los registros anuales de la aerolínea, ni tampoco accidentado. Pan American nunca operó un vuelo identificado con el número 914”.
Tampoco ningún medio de comunicación ha podido hallar o entrevistar a tripulantes y pasajeros, o familiares directos quienes, según el Weekly World News, “fueron exhaustivamente interrogados”, testimonio que nunca fueron publicados o reportados.
Por último, la Junta Nacional de Seguridad del Transporte, NTSB (en sus siglas en inglés), agencia encargada en la investigación de accidentes o incidentes en el ámbito del transporte civil y militar en Estados Unidos, ha negado categóricamente la existencia de este evento, tampoco tienen registros de este.
En cuanto al gobierno de Venezuela, jamás hubo evidencia de que en Maiquetía aterrizara un avión con esas características, lo que demuestra que este evento es un relato surgido del imaginario popular, del realismo mágico de una buena pluma.
Investigadores, historiadores y especialistas en materia de aviación civil y militar de la talla de Alejandro Irausquín y Fabián Capecchi, han realizado exhaustivas pesquisas para determinar la intención de esta publicación, concluyendo que es otra fábula de la inventiva con propósitos económicos por parte del tabloide y hoy día para capturar seguidores en las redes sociales, que precisamente por tener esas características de ficción, ha traspasado las fronteras de la verdad con efectos virales.
Historias como esta alimentan la famosa Fake News “información falsa” tan abundante hoy en día, pero como toda mentira, tiene las alas cortas, pues no resiste el más mínimo análisis, aunque continúa incorporando en su eterno vuelo a inocentes e ingenuos.
TW/IG @LuisPerozoPadua
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