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El enfoque multilateralista de Biden complementa la estrategia de Trump

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El Congreso se constituyó el 3 de enero. En el Senado los Republicanos disponen de una mayoría de 53 a 47. En la Cámara de Representantes es de 219 a 215. Durante el periodo de transición se pactó una prórroga presupuestaria. El presidente (Speaker) de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, superó el intento de pocos congresistas Republicanos de no reelegirlo para el cargo que detenta desde octubre de 2023. El nuevo Senado, con votos de algunos senadores Demócratas, aprobó que la policía pueda detener a inmigrantes ilegales si existen indicios de que puedan cometer un delito.

El 6 de enero se certificó oficialmente la victoria de Donald Trump y el futuro vicepresidente JD Vance. El 9 de enero se celebró un funeral de Estado en la catedral de Washington, D.C. para el expresidente Jimmy Carter. La singularidad de la ceremonia radicó en que reunió a todos los presidentes y casi todos los vicepresidentes vivos de Estados Unidos. En la segunda fila Trump y Barack Obama conversaron y bromearon largamente. El presidente entrante estrechó la mano de su primer vicepresidente, Mike Pence. George W. Bush acudió desde Texas con su esposa Laura. También estuvieron presentes Bill y Hillary Clinton y los exvicepresidentes Dan Quayle, Al Gore y Pence. La televisión retransmitió a todo el mundo una prueba del patriotismo de la gran mayoría de los gobernantes de Estados Unidos.

Biden y Trump hablaron durante dos horas en la Casa Blanca. Durante la transición se ha puesto en evidencia que tienen enfoques distintos pero objetivos similares. Biden anunció que las nuevas sanciones sobre empresas de hidrocarburos y buques rusos que emplea Putin para exportarlos a China y la India tienen el fin expreso de reforzar la posición negociadora de Trump. El nuevo inquilino de la Casa Blanca ha tanteado a Putin respecto a un diálogo que el presidente ruso expresó desea. El magnate neoyorquino acepta la exigencia de Moscú de que Ucrania no sea miembro de la OTAN. Las tropas rusas avanzan lentamente con muchas bajas en Luhansk y Donetsk. El presidente Volodímir Zelenski teme un cese de las hostilidades humillante para Kiev. Putin reclama la anexión de las regiones de Luhansk y Donetsk en el este y Jersón y Zaporiyia en el sur.

Las advertencias del nuevo presidente de aplicar aranceles no solamente a las importaciones de los enemigos de Occidente (Rusia, China, Irán, Corea del Norte) sino también a los aliados que no inviertan suficientemente en defensa generan inquietud inicialmente. Pero son una táctica que ya empleó con éxito Trump en su primer mandato para renegociar el acuerdo comercial TLCAN (ahora USMCA) con Canadá y México y el acuerdo bilateral comercial con Corea del Sur.

La probable victoria del partido Conservador en las elecciones legislativas en Canadá el 23 de marzo refuerza a Washington. La gran mayoría de estados de la UE son gobernados por partidos de centroderecha o coaliciones del centro derecha con partidos más conservadores. Esta circunstancia facilitará la cooperación transatlántica.

Estados Unidos batió en 2023 récords históricos mundiales de producción de petróleo (12,9 millones barriles diarios), gas natural y exportación de petróleo crudo y Gas Natural Licuado (GNL). Hay que coordinar una política energética que debilite más a Putin, deseoso de poner fin a un conflicto que ha provocado 427.000 bajas de tropas rusas. Los gigantes asiáticos India, Japón y Corea del Sur compiten con la UE para atraer los hidrocarburos de Estados Unidos.

Hay coincidencia entre Biden y Trump respecto a la violenta represión de Nicolás Maduro y el pacto trilateral Estados Unidos-Japón-Corea del Sur. Biden ha preferido métodos multilaterales y Trump es partidario de aranceles. El presidente entrante ha declarado que Maduro es un dictador ilegítimo. Sí cambiará la política respecto a los conflictos en Oriente Medio. Los republicanos apoyarán sin reservas al gobierno de Benjamín Netanhayu. Buscarán negociar acuerdos entre Israel y países árabes como los de Abraham.

Trump no desatará una guerra comercial amplia. Minaría los índices bursátiles de Estados Unidos, que se hallan cerca de récords históricos. Pero los aplicará selectivamente para lograr la inversión en defensa, disminución del déficit comercial de Estados Unidos y aceptación de repatriación de inmigrantes ilegales. El informe del Consejo de Asesores Económicos ilustra el poderío económico de Estados Unidos. En 2022-2023 atrajo 41% de la Inversión Extranjera Directa (IED) mundial, casi el doble del porcentaje anterior al covid. El stock de IED de Estados Unidos en el mundo ha crecido hasta 6,8 billones de dólares. La del mundo en Estados Unidos se ha duplicado desde 2009 hasta 5,4 billones en 2023. Los mercados de deuda estadounidenses son los más potentes del mundo. El dólar se ha revalorizado y ha incrementado su hegemonía en las reservas de divisas (58%), intercambios comerciales (96% en las Américas, 74% en Asia, 79% en el resto del mundo) y flujos de inversión internacionales.

Las advertencias de Trump de controlar Groenlandia y el canal de Panamá parecían faroles. Pero Dinamarca ha reconocido que no ha invertido en la defensa de su territorio autónomo, que cuenta con una base estadounidense y parte de su sistema de defensa antimisiles. Tanto el primer ministro danés como el líder de Groenlandia desean tratar con Trump. El nuevo gobierno antepondrá los intereses de Estados Unidos y proseguirá la confrontación económica y tecnológica con China, Rusia, Irán y Corea del Norte.

Artículo publicado en el diario La Razón de España

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