OPINIÓN

El eje China-Rusia-Irán en América

por Berit Knudsen Berit Knudsen

Los problemas latinoamericanos y mundiales son la pobreza, corrupción, delincuencia y migración masiva, además de las recientes guerras, avaladas por las dictaduras y grupos terroristas que hoy se sienten empoderados.

Las dictaduras latinoamericanas se mantienen en el poder con estrategias internas, coaliciones, pero también con el apoyo extracontinental del eje China-Rusia-Irán, presencia que viene acrecentándose. El renovado interés del “Eje Asiático” en Latinoamérica plantea riesgos políticos, económicos y geopolíticos.

El eje China-Rusia-Irán, sin una alianza formal, comparte una visión multipolar, con Estados Unidos y el mundo occidental como enemigo común. China y Rusia fortalecen su relación en asuntos económicos y de seguridad, a pesar de sus diferencias históricas; Irán y China comparten relaciones comerciales en temas energéticos; mientras Irán y Rusia se centran en la cooperación militar, donde Rusia provee las armas. Pero en Latinoamérica, cada uno tiene su propia agenda y estrategia.

China intensificó su presencia en 2010 con préstamos por 130 mil millones de dólares a Venezuela, Brasil, Ecuador y Bolivia que resultaron incobrables, cambiando su estrategia por inversiones en obras ejecutadas por ellos. La intención es asegurar recursos estratégicos, expandiendo su influencia. Pero también buscan presencia militar y de espionaje, como la base de Bejucal en Cuba, ambiciones geopolíticas y aliados contra Taiwán, tensión que atenta contra la paz mundial.

Rusia, con injerencia desde tiempos de la Unión Soviética, aprovecha las divisiones regionales para fortalecer lazos diplomáticos, aumentar la presencia militar y generar tensiones. Busca el apoyo latinoamericano en el conflicto con Ucrania, donde Cuba envió soldados para luchar en el frente, aunque presiones económicas y tensiones internas les impide lograr la influencia del pasado. En 2024 tendrán un proceso electoral, pero Putin ha eliminado a sus adversarios, manifestando que permanecería en el poder hasta 2036.

Irán ha intervenido en Latinoamérica desde 1980 asentado en la triple frontera de Paraguay, Brasil y Argentina. Durante el gobierno de Hugo Chávez intensificó la relación con Venezuela como principal promotor. Este Estado patrocinador del terrorismo, combina la presencia militar con esfuerzos diplomáticos, usando a la región como plataforma para desafiar la presión internacional y proyectar su poder. Tiene alianzas con Venezuela, Cuba, Nicaragua y recientemente Bolivia, con objetivos militares estratégicos. Como principal promotor del conflicto en Oriente Medio, apoya estratégica y económicamente a los siete frentes contra Israel: Gaza, Líbano, Siria, Cisjordania, Iraq, Yemen y el mismo Irán.

El denominador común es la lucha contra Estados Unidos y su hegemonía. Pero otra constante es el conflicto: Rusia contra Ucrania, ataques auspiciados por Irán en Oriente Medio y el latente enfrentamiento entre China-y Taiwán.

Los desafíos en Latinoamérica van desde la pobreza hasta la migración masiva y la creciente amenaza del eje China-Rusia-Irán, apoyados por las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, generando preocupaciones para nuestra seguridad.

En este escenario, Latinoamérica muestra signos alentadores: el triunfo de Álvaro Novoa en Ecuador, Santiago Peña en Paraguay, fracaso de Gustavo Petro en las elecciones regionales colombianas, rechazo de los proyectos constituyentes de Boric y el triunfo libertario de Milei en Argentina.

Además de elecciones en India, Rusia y Estados Unidos; 2024 presentará procesos electorales en El Salvador, con Bukele como favorito; Panamá, República Dominicana, México con el partido de AMLO buscando la reelección, en Uruguay y Maduro eludiendo los comicios venezolanos.

América está amenazada con desafíos internos y la influencia extranjera, planteando riesgos que atentan contra la estabilidad democrática. Preservar la identidad latinoamericana y sus fundamentos es crucial en un contexto donde la lucha por la hegemonía global busca fracturar los principios y valores occidentales.

Artículo publicado por el diario El Reporte de Perú