El texto de la Fe Jurada presentada por la FBI al juez quién permitió la revisión de la mansión de Donald Trump en Florida denominada Mar A Lago fue revelado parcialmente por orden judicial el jueves 25 de agosto. El juez aceptó que lo tachado era esencial para proteger la seguridad de testigos y funcionarios involucrados en la investigación.
En la imagen se detallan los documentos encontrados en esta revisión domiciliaria o allanamiento, la cual fue vista por el expresidente desde Nueva York, vía las cámaras instaladas en la mansión.
Como podrá observarse se trata de 15 cajas de documentos encontrados, después que los abogados de Trump y el mismo Trump habían asegurado que ya no tenían más documentos en la mansión. La certeza sobre la existencia de esos documentos parece haberse basado en la denuncia de un allegado al expresidente.
En esas cajas, según la Fe Jurada, se encontraron 184 documentos, 67 clasificados como confidenciales, 92 como Secretos y 25 como Súper Secretos (Top Secret). Algunos documentos están relacionados con labores de espionaje internacional, lo cual los hace particularmente indeseables de ser mantenidos fuera de la custodia federal. Inclusive algunos están marcados como como no aptos para ser vistos por terceros, no importa su rango, ver NYT, agosto 27, página A-11.
Esta revisión del domicilio fue ordenada por el juez después de meses que los funcionarios federales trataron de lograr que Donald Trump entregase cualquier documento remanente en su poder, sin que estos pedidos tuviesen éxito.
Mar A Lago, la residencia de Donald Trump, es también un club, donde cada miembro que pague la cuota requerida puede entrar. Por supuesto, hay áreas reservadas al expresidente y su familia, pero la seguridad en la mansión no es la mejor. Existen varias instancias de intrusos que han logrado entrar con cámaras y otros instrumentos de grabación, incluyendo una señora japonesa y una señora rusa que se hacía llamar Ana de Rothschild, quien jugaba golf con Trump y Lindsay Graham y asistía libremente a almuerzos en la mansión, finalmente denunciada como impostora rusa/ucraniana, hija de un camionero.
Esta historia habla mal de la seguridad de Mar A Lago y de la aparente debilidad de Donald Trump por todo lo que suene importante o de “alta sociedad”.
Lo grave de esta situación es lo que se vislumbra a nivel de la nación estadounidense. En este momento existen dos grandes segmentos de la población en abierta discrepancia. Un segmento habla de un expresidente que probablemente merece la cárcel por sus desatinos, pretensiones de estar por encima de la ley y acciones tipificadas como crímenes federales y hasta – dicen algunos – de traición a la patria (si es que algunos de estos documentos son de naturaleza vital para la seguridad de la nación). Otro segmento habla de un patriota, empeñado en salvar a los Estados Unidos de los globalistas, del pantano político que es Washington y por ello atacado y perseguido injustamente de las formas más agresivas por un “estado profundo” que desea apoderarse del país y del mundo, incluyendo a organismos tan emblemáticos del mundo estadounidense como el FBI. Por cierto, este organismo, descalificado por Trump como vendido a las fuerzas del pantano está dirigido por Christopher Wray, quien fuera nombrado en esa posición por…. Donald Trump.
No es posible que ambos segmentos tengan razón. Uno de los dos la tiene y las acciones que se tomen en base a la investigación serán aceptadas por un segmento y rechazadas por el otro y esto representa un inmenso peligro para la nación.
¿Que podemos avizorar en el futuro a corto y mediano plazo?
En escritos se razona que hay ya pocas dudas de que el expresidente Trump está en las puertas de un juicio y se dan tres razones esenciales:
1. El expresidente Trump se encontró en posesión de información relacionada con la defensa de la nación, contenida en documentos aún marcados como clasificados. En realidad, aún si ya estuvieran desclasificados – como ha argumentado el expresidente Trump – aún seguirían siendo de interés nacional y su caída en otras manos representaría un grave riesgo para la nación;
2. El expresidente Trump fue advertido por el gobierno de los Estados Unidos de que ello no era permisible y por meses se trató que los documentos regresaran a donde debían estar;
3. Sin embargo, el expresidente continuó en posesión de esos documentos, en diferentes lugares de la mansión hasta que el poder judicial ordenó el allanamiento.
¿Por qué el expresidente no entregó los documentos en su momento, evitando así la situación actual? ¿Por qué sus asesores le asesoraron mal y le dijeron que él tenía la autoridad para no entregar los documentos? Así consta en comunicaciones de sus abogados al FBI, en mayo 2022. Sin embargo, en junio cambiaron de mensaje y dijeron, también por escrito qué no existía en Mar A Lago ningún documento del gobierno. Hubo ocultamiento y retención deliberada de estos documentos.
Si los documentos encontrados son importantes no tienen relación alguna con la seguridad nacional el expresidente Trump podría enfrentar un juicio por conducta irresponsable, ya que la retención de los documentos representa un crimen federal castigado hasta por prisión de hasta tres años, pero, si los documentos son parte de un secreto de estado, el expresidente Trump podría enfrentar una posible pena de 10 años en la cárcel.
Dada la pasión y admiración que millones de estadounidenses sienten por Donald Trump se avecina una gravísima tormenta política y social en los Estados Unidos, en la cual cada uno de sus habitantes tendría que tomar partido. Ello va a requerir de un gran ejercicio de honestidad intelectual y de conciencia ciudadana, si se desea evitar un conflicto de violentas características.
A título personal, como ciudadano venezolano-americano y residiendo en Estados Unidos estoy determinado a no perder un solo amigo por esta tragedia. Basta recordar la tragedia venezolana, relacionada con Chávez, debido a la cual muchos venezolanos se enemistaron, incluyendo miembros de la misma familia. Nunca dejaré que se rompa la línea de la ecuanimidad y el respeto hacia quienes pudieran estar en la orilla opuesta de mis perspectivas sobre esta tragedia.