OPINIÓN

El «doctorado» de Freddy Bernal

por Pensar Educativo Pensar Educativo

 

Por equipo editorial

El «doctorado» de Freddy Bernal es el aval ante todas sus acciones políticas de ineficiencia cuando fue alcalde de Caracas en términos de pésimos servicios públicos, delincuencia y contaminación del río Güaire.

El «doctorado» de Freddy Bernal está basado en su pésima oralidad, asi como la inexistencia de documentos escritos y menos de publicaciones arbitradas ante revistas o textos de investigación.

El «doctorado» de Freddy Bernal es la anuencia de mostrar a los educadores e investigadores dentro y fuera de Venezuela, que un «honoris causa» en nuestro país, jamás estará basado en mostrar estudios de ciencias sociales o naturales, o ser dedicado a la matemática, física o química, sino que la principal referencia es aquella que se vincula con portar armas de fuego. Nunca podrá registrar visitas académicas, ni ponencias en auditorios de universidades autónomas ni experimentales.

El «doctorado» de Freddy Bernal es el homenaje al discurso de la violencia y la bazofia política, porque lo que ha prevalecido en su verborrea y morfología es el excremento de la semántica de «revolución armada», «contrarrevolución», “guarimberos», “políticos presos», «sabotaje», «milicias», «colectivos» «imperialismo», «yanquis», «golpistas», «paramilitarismo», «lucha de clases», entre otras. O sea, jamás prevalecerán las palabras: epistemología, filosofía, antropología, ontología, tesis, investigación, referentes, teorías, estadística, comparaciones, lenguaje y menos ciencia y conocimiento.

El «doctorado» de Freddy Bernal es un congruente de asociaciones con grupos de encapuchados y delincuentes como el llamado colectivo La Piedrita, cuyo jefe fue llamado «criminal» por el propio Hugo Chávez, es decir, sin vinculación con grupos y asociaciones que tengan una praxis y trayectoria comprobada de trabajos científicos y de generación integral de definiciones, conceptos y evaluaciones.

El «doctorado» de Freddy Bernal es la antítesis de todo lo académico, vulnerado en sus múltiples estructuras de estudio y sentido de expresión hermenéutica. Nunca ha citado a Sócrates, Platón, Aristóteles, Hegel, Kant, Nietzsche, Husserl, Heidegger, Gadamer, Ingenieros, Foucault, Chomsky, Maffesoli, Morin, o venezolanos como Humberto Fernández Morán o Luis Alberto Machado. O sea, ahora un «doctor» tiene como rango de valoración ignorar quienes han hecho o realizado aportes a los doctorados.

El «doctorado» de Freddy Bernal es la ruptura de análisis de García Bacca, los paradigmas de Miguel Martínez Miguelez, la revolución científica de Rigoberto Lanz o la metodología de investigación de Heinz Dieterich.

El «doctorado» de Freddy Bernal es la prostitución de la validación científica en donde tal vez nunca sabremos quién lo compra, pero sí en quienes se venden en la ética y la moral.

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