¿Cómo logró María Corina Machado que la Venezuela escéptica la asumiera como su alternativa? Es la pregunta que se hacen quienes no comprenden el vuelco que viene dando la dinámica política de estos tiempos. Alguien, sin proceder de la mayoría de menor poder adquisitivo, ha logrado cautivarlos de tal manera que sus actividades son la evidencia de un gran sentimiento nacional. Estamos en presencia de un verdadero fenómeno electoral que no construyó el marketing, sino la autenticidad. Se está produciendo un sostenido deslizamiento de diversos factores hacia su candidatura. Incluyendo a importantes sectores que acompañaron al proceso. Ya no soportan tanta mentira inoculada por décadas.
Los pueblos son ríos caudalosos, de calles rebosadas, por una esperanza que brilla en las pupilas de la gente. Haber logrado una indiscutible conexión con los sueños populares es algo que tiene sorprendidos a los científicos sociales. En primer lugar, la ciudadanía la asume como alguien que representa sus angustias. Que es la voz que comprende y diagnostica en mejor medida su cruda realidad. Los sectores humildes, hartos de todos, cansados de la misma dirigencia de pacotilla, de ambas orillas, consiguieron en María Corina Machado, quien encarne su anheló de vivir con prosperidad. Sienten que es una mujer que no miente, que su lucha histórica frente a la dictadura, es una garantía que tienen de no ser traicionados. Ella parece alimentarse de todo lo que ocurre a su alrededor. Disfruta de entrar en permanente contacto con el pueblo, se hace partícipe de sus expectativas.
Exuda tanta emoción que se conmueve cuando se encuentra con realidades brutales originadas por un sistema depredador. No es una imagen prefabricada: es la que nunca le vendió el alma al gobierno, aquella que mantiene su convicción por encima de todo. Esa agitación que transmite cuando se abraza con la gente la hace cercana, muriendo allí el carácter mantuano que algunos, de manera errónea, quieren vender. Que provenga de un hogar pudiente no es un óbice para que la gente la acepte. Le cuentan sus angustias como si hablaran con un vecino.
Tiene un discurso vigoroso que toca los temas con una claridad que fascina. Sus permanentes denuncias a la tiranía le han granjeado un respaldo que crece cada día. La interacción que la conecta con las mayorías viene robusteciendo sus probabilidades. Su propuesta liberal viene ganando terreno. Las experiencias revolucionarias son tan maleables que ni siquiera puede instalarse un debate ideológico. Los venezolanos quieren un cambio absoluto en donde se construya una nueva realidad política.
Otro punto en María Corina Machado es su honestidad. Cada episodio que descubre en sus visitas ha hecho que su visión transformadora sea para lograr que los más vulnerables puedan encontrar mejores condiciones de vida. Que sean dueños de su propio destino. Un gobierno que haga énfasis en el esfuerzo propio, dejando atrás la dádiva. Su destino electoral está en manos de la gente que siente que ella habla su propio lenguaje. Ese vínculo es la brújula de su éxito.
@alecambero