OPINIÓN

El Día de la Marmota

por Ender Arenas Ender Arenas

No bien me levanto y apenas supe que era miércoles un rato después, cuando despedí el último vestigio de sueño. No es raro ya que con la pandemia todos los días parecen el mismo. Díganme ustedes si pueden diferenciar este día con el de ayer. En fin, si no fuera porque dividimos el día en desayuno, almuerzo y cena, estuviéramos a punto de un suicidio colectivo porque el día sería un solo continuum sin pausa y sin fractura. El Día de la Marmota pues, la vieja película de Bill Murray y Andie MacDowell en la que el día se repite, repite y repite…

A veces hay algo que te sorprende, por ejemplo, veo una foto de Antonio Ledezma haciendo compras en un supermercado de Madrid. Una compra normal, un carrito que no va más allá de la mitad, mucho menos que el contenido de los carritos que uno ve en algunos supermercados de la ciudad. Pero uno en seguida lee lo perverso que se nos ha instalado en el alma. Y empiezan a llover las críticas: “Miren lo que come, mientras que en el país se pasa hambre”, “…que nombre le pondrían a esta foto”, “mira los lujos que se da el Ledezma y en Venezuela la gente pasa hambre”.

La increíble “siempre conflictiva” y nunca acabada guerra desde los teclados, donde se materializa eso que se ha llamado la cultura de la cancelación, que no es otra cosa que la estrategia mediante la cual se señala, se ataca o se desprestigia a alguien con el fin de destruir su reputación.

Pero aparte de eso, la mañana es como la de todos los días, igual que el mediodía, la tarde y la noche.

La vida en el país se ha tornado tan monótona e insufrible que hasta el informe de los Rodríguez es predecible: ya sabemos que el incremento de contagiados diarios estarán en el rango entre los 50 y los 100 y los muertos entre 4 y 8, aun cuando el informe de Armando.info que recoge los subregistros y la data de 3 hospitales importantes como el Universitario de Maracaibo, el Luis Razetti de Barcelona y el universitario de Caracas expresan que los contagiados y muertes rebasan las cifras dadas por el informe de la comisión que se encarga de presentar una fotografía de la situación diaria del covid, pero que en realidad son cifras que retratan lo que ocurrió 3 semanas antes. Esto por el resultado de las pruebas que llegan con retardo.

En cuanto al problema crónico de la gasolina, hemos regresado a marzo, aunque peor por lo ya señalado con relación al covid.

Largas colas, gente irritada que pasa uno o dos o tres días esperando por treinta litros de gasolina y al final la gasolina se la llevan siempre los mismos y los tontos esperan y esperan.

Ahora ya llegó la tarde y estoy esperando el informe que pronto será leído por Jorge Rodríguez, ya viene, ya está en pantalla, está a punto de comenzar un capitulo más del “espejismo nacional”.