Paulatinamente, se extinguen los últimos resabios de la fiesta decembrina venezolana. Ahora el 2024 está entre nosotros como sello indeleble de un año bisiesto. En la cultura china se conmemora el año de Dragón de madera, simboliza la creación y el renacimiento después de haber tocado fondo. Y vaya que los venezolanos sabemos lo que ello significa. Este 2024 marca la posibilidad de poder cívica y democráticamente salir del espanto de gobierno que padecemos. Es tan depredadora su gestión que el ciudadano está ávido de lograr el cambio que encarna la aguerrida María Corina Machado. Jamás un rechazo tan gigantesco logró convertirse en un descomunal huracán que terminará arrasando a las huestes revolucionarias. No será una tarea fácil y es allí donde comienza el desafío. Enfrentaremos a una obscena tiranía sin ningún tipo de escrúpulos. Son seres acostumbrados al ejercicio de la trampa. En la revolución no encontrarás un gesto noble. Son los desalmados socios que han escamoteado a Venezuela convirtiendo las arcas del estado en su botín. Actúan con las mismas prácticas del crimen organizado. Su afán los conduce a querer que nosotros probemos las pútridas mieles de su estiércol. En definitiva, es fundamental tener claro la genética del adversario a derrotar. Que nadie le crea sus cuentos de súbito arrepentimiento. Son la viejecita sentada en la cama en el filme El Exorcista tratando de mostrar un rostro de bondad, pero después vendrán sus mentiras con el veneno en la puñalada.
Para poder conquistar la victoria es fundamental estar sinceramente unidos. Que nadie crea que solamente necesito de los que siempre me han acompañado. El rival está herido, pero no acabado; para asestarle el golpe definitivo es necesario crear un aparato organizativo lo suficientemente sólido que pueda estar preparado para derrotar al Estado criminal al servicio de la tiranía. En esta gesta heroica la convocatoria debe ser a todo ciudadano de bien, a los venezolanos probos con deseos de transformación. Acá son necesarios miles que creyeron en este régimen, que no están ligados con la corrupción. Son esos líderes sociales embaucados desde siempre los que tienen cabida en la libertad. Los que sí deben ser execrados son los que representan la falsa oposición que, como una veterana cortesana, duerme en los brazos del dictador. Tampoco aquellos que han desfalcado a la nación. Esos tienen su puesto en la cárcel con traje a rayas y expediente asegurado.
En la mitología china, el dragón es el único ser alado miembro de su horóscopo. Queremos que la esperanza de cambio en Venezuela pueda renacer para luego volar hasta los predios de la oportunidad. La candidatura de María Corina Machado goza del respaldo mayoritario del país. Es necesario canalizar todo ese apoyo con una plataforma que vaya más allá de nosotros mismos. Que cada venezolano entienda que ella representa los sueños ancestrales de cada uno. Una presidencia que traiga consigo un nuevo país lleno de oportunidades. En ella confiamos.
@alecambero