En la actualidad, la filosofía, la política y el derecho convergen en la defensa absoluta de la dignidad humana. Desde una perspectiva filosófica, se destaca la importancia de la virtud y el ejercicio de los derechos ciudadanos para alcanzar una vida mejor. En el ámbito político, se resalta la necesidad de ejercer los derechos ciudadanos y la importancia de la vida en comunidad como un aspecto esencial de la existencia humana. Desde el punto de vista jurídico, se reconoce al derecho a la vida como el bien jurídico más importante en la protección del ordenamiento legal, considerando no solo la existencia biológica, sino también aspectos psicológicos, sociales y éticos. Esta convergencia promueve un proceso humanista, solidario y multidimensional que busca mejorar progresivamente la calidad de vida y garantizar el disfrute pleno de todos los derechos humanos, aspirando a un constante mejoramiento en la vida de cada individuo hacia un «estado de completo bienestar físico, mental y social» (OMS, 1967).
La dignidad humana y su protección jurídica
La dignidad humana, entendida como el valor intrínseco e inalienable de cada ser humano, es fundamental para el pleno ejercicio de los derechos. En este contexto, el derecho a la vida, a la seguridad integral, a la participación pública en la toma de decisiones y el acceso a la justicia se destacan como elementos esenciales para garantizar y proteger la dignidad de todas las personas.
En primer lugar, el derecho a la vida es la base de todos los demás derechos, ya que sin la existencia misma, los demás derechos carecerían de sentido. Por lo tanto, la protección de la vida humana es un pilar fundamental para garantizar la dignidad humana. Esto va más allá de la mera supervivencia biológica, incluyendo la protección de la integridad física y mental de las personas, así como su bienestar general.
Además, la seguridad integral tiene un papel crucial en la protección de la dignidad humana. Esto abarca tanto la seguridad personal como la seguridad social, garantizando que las personas puedan vivir libres de temor, violencia y discriminación, y tengan acceso a condiciones de vida dignas.
Asimismo, la participación pública en la toma de decisiones es otro aspecto esencial para la protección de la dignidad humana. El derecho a participar en asuntos que afectan a la comunidad no solo empodera a los individuos, sino que también garantiza que sus voces sean escuchadas y consideradas en la configuración de las políticas y prácticas que impactan sus vidas.
Igualmente, el acceso a la justicia es un componente vital para la concreción del derecho a la dignidad humana. Esto implica que todas las personas tengan la capacidad de buscar remedio ante instancias judiciales imparciales y efectivas en caso de violaciones a sus derechos, asegurando que se haga justicia y se reparen los agravios sufridos.
Instrumentos internacionales y obligaciones del Estado
En el marco establecido por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es importante destacar que el país es signatario de varios instrumentos internacionales fundamentales que garantizan los derechos humanos, incluyendo la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica. Al suscribir estos instrumentos, Venezuela asume obligaciones no solo con otros Estados de la Comunidad Internacional, sino también respecto de los individuos que viven bajo su jurisdicción.
El deber del Estado y la garantía del derecho a la justicia
El Estado venezolano tiene la responsabilidad de asegurar el derecho a la justicia para todos los habitantes de la República, lo que implica la creación de nuevas orientaciones, órganos y estructuras que proporcionen un servicio eficaz de justicia y respeten la dignidad humana de las personas. Este compromiso implica conducir a todas las organizaciones sociales hacia una estabilidad mediante un equilibrio dinámico en continua interacción de adaptación como respuesta a los cambios provocados desde el medio ambiente, tanto interno como externo. La garantía del derecho a la justicia es fundamental para asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a un sistema judicial eficaz y respetuoso, lo que a su vez contribuye a la estabilidad y equilibrio social en el país.
Conclusión
La importancia de la vida y su relación con la felicidad, así como los aspectos psicológicos, sociales y éticos, son fundamentales para comprender la complejidad de la dignidad humana. Desde una perspectiva filosófica, la protección legal y la política convergen en la defensa absoluta de la dignidad humana, promoviendo un proceso humanista y solidario que busca mejorar progresivamente la calidad de vida y garantizar el disfrute pleno de todos los derechos humanos. Este enfoque multidimensional aspira a alcanzar un estado de completo bienestar físico, mental y social, reflejando el compromiso con la dignidad y el bienestar de cada individuo. Los instrumentos internacionales de derechos humanos, al ser asumidos por los Estados, refuerzan esta protección y promoción de la dignidad humana a nivel global, estableciendo obligaciones que trascienden las fronteras nacionales en favor de la dignidad y los derechos fundamentales de todas las personas.
María Ninoska García de Morales es doctora en Innovaciones Educativas (Unefa). Magister en Derecho Procesal Penal (ULA). Especialista en Docencia en Educación Superior (UCV). Especialista en Derechos Humanos (Unilibre-Colombia). Abogado (ULA). [email protected] WhatsApp +58 426 3764194
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