La magnitud y duración de la crisis política, económica y social en Venezuela nos obliga a colocar en el tablero del juego político aquellos temas que, por conveniencia de los principales actores políticos, tienden a evadirse o polarizarse frente a la opinión pública.
Aunque el actual producto interno bruto (PIB) se asemeja al de finales de la época de los años cincuenta, pasaré la página y me aferraré al momento presente, tomando en consideración la actual cifra de producción de petróleo, que ronda los 732.000 bdp, para realizar algunas consideraciones, que deben incluirse como tema de interés público con la respectiva sinceridad y seriedad que merece el pueblo de Venezuela. (Cifra según el último informe de la OPEP con fecha del pasado 14 de febrero).
El debate económico es una materia pendiente que está reprobada y este hecho dificulta de antemano la concertación de posibles soluciones dentro de la esfera pública. Lamentablemente, el gobierno nacional decide autocrática y unilateralmente las políticas energéticas y económicas del país que mantiene en el limbo a más de 28 millones de personas.
En la búsqueda de propuestas y soluciones, desde Unidad Visión Venezuela nos hacemos portavoces de aquellos análisis económicos que consideramos más apegados a la realidad que nos ha tocado vivir, y que son elaborados para resistir las tendencias mediáticas de las malas prácticas políticas.
Actualmente ningún economista serio apostaría por la recuperación de la industria petrolera como única vía para salir de la crisis. Alerto al ciudadano común a cuestionar desde ya el discurso de campaña de aquellos que «prometan recuperar la industria petrolera»; incluso, si el mismo gobierno actual confía en tal maniobra para mantenerse en el poder, está meando fuera del perol, como coloquialmente decimos los venezolanos cuando las personas se equivocan.
Ciertamente, hay que recuperar la industria petrolera, y la mejor manera es volver al sistema de concesiones, con industrias que se asocien con el Estado, pero que sea el sector privado quien las maneje, tema que explicaré con mayores detalles próximamente cuando presentemos al país nuestra propuesta económica.
Por lo tanto, estamos comprometidos a difundir desde este espacio de opinión aquellas propuestas que consideran la importancia del sector no petrolero como un valioso eslabón en el proceso de recuperación de la nueva Venezuela, no aquella de antes de 1999, ni esta de 2023, porque necesitamos con urgencia que deje de ser lo que es.
Según lo observado en http://www.atlas.cid.harvard.edu/, para recuperarse Venezuela tiene “pocas posibilidades cercanas, se puede buscar el crecimiento haciendo saltos más largos en áreas estratégicas con potencial de diversificación futura”, las cuales iremos revisando para presentarlas en artículos posteriores.
Las políticas económicas propuestas por Unidad Visión Venezuela se han enfocado en promover el esfuerzo coordinado por parte del gobierno, el sector privado, la sociedad civil y la asistencia financiera internacional. Es importante señalar que al margen de cualquier resultado electoral, la reconstrucción económica del país requerirá décadas, lo que involucra la participación de varios mandatarios comprometidos y obligados a cumplir las metas de desarrollo y crecimiento. Una razón más para promover desde todos los espacios el debate económico.
Para finalizar, es necesario recordar que la democracia no se reduce a lo electoral. Hay una cantidad de principios que se hace necesario reconocer y respetar. Desde aquí hacemos un llamado a todos los factores sociales a exigir que la democracia sea una práctica real que conduzca nuestros esfuerzos por un mejor país.
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