La lista definitiva de candidatos a rectores del Consejo Nacional Electoral Rectores del CNE postulaciones AN
Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez

Con gritos propios de la histeria, un funcionario de los del régimen que desconoce la separación de poderes, señalaba, en lo que era como espacio e integrantes la representación democrática de la Asamblea Nacional, que no vendría la Unión Europea como observadora, que no se aceptaría ese tipo de observación de las elecciones en Venezuela. Esto fue mucho antes de echarse al pico a toda la directiva del Consejo Nacional Electoral por medio de una renuncia que reafirma la no separación de poderes en nuestro país. ¿A que se debe la histeria con este tema? ¿Solo a que se aproximan las elecciones? Evidentemente no.

El informe de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea fue muy completo y verás. Ninguna de sus recomendaciones se ha cumplido, mientras, contrariamente, se han profundizado los escollos para unas elecciones libres y verificables, como exige el mundo democrático y como requerimos los opositores venezolanos. Aproximarse al informe nuevamente es corroborar el cúmulo de falencias, la amplitud de las mismas en el tiempo transcurrido, se nota hasta de lejos que saben que una elección, cualquier elección con condiciones de libertad y observación, la van a perder de calle, como se dice popularmente. ¿Pero alguien creía que el régimen tambaleante de Maduro, especialmente en lo electoral, iba a ofrecer condiciones de libertad para votar? Al contrario, suben la cerca para hacerla inalcanzable y para dar a la ciudadanía la idea previa de derrota precisamente por la falta de esas condiciones. Provocarán la abstención contra la que la oposición deberá luchar enormemente.

En resumen, la observación de la UE habla de falta de seguridad jurídica y de la indispensable independencia judicial, esto al inhabilitar candidatos y arrebatar partidos símbolos y tarjetas; del uso de los recursos del Estado en la campaña; del acceso desigual de los candidatos a los medios de comunicación; de la censura, de los bloqueos a portales, de la autocensura para esquivar a Conatel y su persecución, del sesgo de los medios de comunicación del Estado. En cuanto a la jornada electoral se refirieron al retraso en la apertura y cierre de las mesas, la coacción y compra de votantes, al abuso del voto asistido, entre un sin fin de otras problemáticas para la obtención de resultados fiables.

Entre los elementos positivos señala la observación que estuvo un CNE más equilibrado, el más equilibrado de los últimos 20 años. Su designación la consideraron como: «La medida más importante para recobrar la confianza en el CNE después de que los partidos de oposición no participaran en las tres elecciones nacionales anteriores desde 2015». Hubo también una actualización del registro electoral entre el 1 de junio y el 15 de julio, que la comisión vio como positiva; observaron también que la campaña en general fue tranquila y pacífica. Aunque no dejan de notar que «el control de los fondos de los partidos políticos sigue siendo una importante laguna del sistema electoral venezolano».

Sus principales recomendaciones son reforzar la separación de poderes, suprimir la prerrogativa de la Contraloría de despojar a los ciudadanos de su derecho a participar en las elecciones, educar al votante, reforzar las facultades sancionatorias del CNE equilibrio de los medios de comunicación, derogar la ley contra el odio e informar a los ciudadanos designados como miembros de mesa.

Una simple mirada al informe de la Misión de Observación de la UE basta para saber, por su accionar especialmente en los últimos meses, las intenciones del régimen de esquivar los votantes y los votos. Ninguna observación fue cumplida hasta ahora, la recomposición del CNE apunta a los intereses del régimen y no a los de la ciudadanía y no a los de la democracia. Sabemos pues que vamos a enfrentar las peores condiciones electorales. Se hace preciso diseñar un plan opositor para atacar cada una de esas debilidades que pasan justamente por la falta de recursos humanos y materiales, se trata de remontar una enorme cuesta que subirán desde el poder de tamaño cada día. Allí estará el reto por enfrentar desde ahora, desde la primaria, hasta los eventos electorales definitivos. Para eso también se precisa convocar a cada uno de los ciudadanos, sumarlos diariamente a esta titánica lucha.


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