La familia Rodríguez Zapatero ha vuelto a ser centro de atención, pero esta vez no por cuestiones políticas vinculadas al expresidente, sino por el papel destacado de sus hijas, Alba y Laura Rodríguez Espinosa, en el sector de los eSports. Las hijas de Zapatero, al frente de Whathefav, agencia de marketing y multimedia, han logrado consolidarse en un mercado competitivo, el de los deportes electrónicos. Sin embargo, este ascenso plantea preguntas sobre si estamos ante un verdadero emprendimiento o si se trata de una jugada estratégica vinculada a los intereses políticos de la familia.
Fundada en 2019, Whathefav no es solo una agencia de marketing digital, sino un actor relevante en el sector de los eSports, con clientes de renombre como Huawei, Neox Games, y medios como La Razón y El Español. En 2022, la agencia alcanzó ingresos de más de 300.000 euros, un incremento significativo que resalta el impacto que ha tenido la empresa en el mercado. A pesar de este éxito, la reciente incursión de la agencia en el mercado venezolano genera un debate, especialmente por los vínculos históricos de José Luis Rodríguez Zapatero con el régimen de Nicolás Maduro.
Venezuela es un país con una infraestructura tecnológica limitada y una economía devastada, lo que hace que el desarrollo de los eSports sea un desafío considerable. Sin embargo, la creciente popularidad de los videojuegos entre los jóvenes ha atraído a Whathefav al país, en una expansión que no está exenta de controversias. El hecho de que el expresidente Zapatero haya mantenido una relación cercana con el gobierno venezolano desde sus años de mandato, y especialmente con el régimen de Maduro, ha levantado sospechas sobre si la presencia de la agencia en Venezuela es un verdadero movimiento empresarial o si responde a una estrategia política que beneficia a la familia.
Además, la oferta de empleo publicada a principios de 2024 por Whathefav para contratar a un creador de contenido venezolano para desarrollar proyectos en el país, desató críticas, dado el contexto político de Venezuela. Esta oferta fue retirada rápidamente después de que se hiciera pública, generando aún más especulación sobre las intenciones de la agencia en la región.
El reciente acuerdo con El Server, una plataforma digital venezolana especializada en gaming, es otro punto de interés. A pesar de ser un actor pequeño en el mundo de los eSports en Venezuela, El Server se ha posicionado como un referente emergente del sector en el país. Esta colaboración tiene como objetivo impulsar el crecimiento de los eSports en Venezuela a través de torneos y campañas de marketing, y es parte de los esfuerzos de Whathefav por consolidarse en el mercado latinoamericano.
No obstante, las conexiones políticas entre José Luis Rodríguez Zapatero y el régimen de Maduro alimentan las sospechas de que la presencia de Whathefav en Venezuela no es solo una cuestión empresarial. Los críticos argumentan que la influencia política de la familia Rodríguez Zapatero podría haber facilitado el acceso de la empresa a este mercado tan difícil, lo que empaña el éxito aparente de la agencia en el país.
El impacto de la expansión de Whathefav en Venezuela y la relación con El Server aún está por verse. Aunque el mercado de los eSports tiene un gran potencial de crecimiento, las tensiones políticas que rodean la figura de José Luis Rodríguez Zapatero no dejan de ser un tema relevante en el análisis de este movimiento empresarial. Las hermanas Rodríguez Espinosa, a pesar de mantener un perfil bajo, se encuentran en una posición delicada. El éxito de Whathefav podría verse como un caso de cómo las redes de poder y la influencia política pueden abrir puertas en mercados internacionales, pero también plantea la pregunta de si estamos ante una oportunidad genuina de negocio o una jugada estratégica más amplia que podría reconfigurar la relación entre política, negocios y el futuro de los eSports.
Pedro Adolfo Morales Vera es economista, jurista, criminólogo y politólogo.
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