Hemos en varias ocasiones comentado la tesis de Huntington sobre el “Choque de las Civilizaciones”. En los noventa ante la caída de la URSS, se planteó la tesis optimista de que se había llegado a una etapa histórica de libertad y democracia, que Fukuyama calificó como el “Fin de la Historia”. Se suponía que el régimen liberal se impondría mundialmente con la entronización de la democracia y el capitalismo. Frente a esta visión optimista, Huntington planteó una visión pesimista del “Choque de las civilizaciones”. Inspirado por el historiador inglés Arnold J. Toynbee, Huntington planteó teoría que explica los grandes movimientos políticos y culturales de la Historia Universal por medio de las influencias recíprocas que ejercen entre sí las diversas civilizaciones (por contraposición a las debidas a los enfrentamientos entre estados-nación o ideologías).
Aparentemente, el artículo de Huntington era una respuesta a las tesis de Francis Fukuyama que sostenía que el mundo se aproximaba al fin de la historia (en sentido hegeliano) en el que la democracia occidental triunfaría en todo el mundo. En un principio me vi propenso a aceptar la teoría de Fukuyama, pero como todo en el comportamiento humano, no hay nada predeterminado, es la acción de los actores (individuales o colectivos) los que configuran la historia, por lo tanto, la ocasión de un reino de la libertad y la prosperidad -luego de la caída del comunismo- no se pudo implementar por la debilidad del liderazgo democrático en defender el régimen liberal. Luego hoy parece predominar la tesis de Huntington.
Esto se ejemplifica evidentemente con el ataque terrorista de Hamás que marca un hito histórico, es el más grande ataque contra Israel desde la guerra de Yom Kippur, hace 50 años. Está claro que es un acto de guerra del totalitarismo oriental contra la democracia occidental, pues Hamás es un operador armado del régimen iraní, la razón de este ataque es geopolítica: trancar el proceso de negociación entre Israel y los países del Golfo, especialmente Arabia Saudita, que traería una paz definitiva a la región. Es que al totalitarismo oriental le conviene un estado de tensión permanente pues sabe de la debilidad del liderazgo occidental y juega a una guerra permanente de desgaste de este. El hito histórico es por la respuesta que debe dar Occidente ante este macabro ataque terrorista: en primer lugar, marca una debilidad estratégica de Israel que derrumba el mito de la invencibilidad de su ejército, este ataque deja ver un error de inteligencia y de operatividad de Israel ante su enemigo histórico indudable. La ilusión de dos estados coexistiendo en esa región se terminó, occidente está en la obligación acabar con Hamás y hacer definitivo el proyecto sionista en la región. Esta crisis geopolítica ratifica mi tesis de la necesidad de un despertar de Occidente frente a la amenaza del totalitarismo oriental, o se le da una guerra incondicional y decisiva o el régimen de democracia liberal será derrotada por estos bárbaros que quieren el mundo regrese a la prehistoria en donde el mundo era gobernado simple y llanamente por la fuerza. masacre de Hamas en Israel, que confirma la tesis de la guerra entre dos civilizaciones: la de la democracia liberal (Norteamérica, Europa y algunos países periféricos como Australia, Japón, Corea, Taiwán e Israel), frente al totalitarismo oriental (dirigido por China, con sus peones principales Rusia, Irán, Corea del Norte y al cual se suma gran parte del denominado Sur global, que no es más que el resto del mundo manipulado por estos países totalitarios).
Lo más grave es la presencia de quintas columnas dentro del occidente que persiguen el triunfo del enemigo, la brutal agresión terrorista de Hamás en Israel, en la cual asesinaron, decapitaron y desmembraron inocentes civiles, niños y ancianos, abusaron sexualmente de mujeres y todas estas vilezas grabadas y difundidas por los propios terroristas, deberían tener la repulsión mundial , como la debe tener toda barbarie terrorista, pero no, muchos en occidente le sirven de compañeros de ruta a ese grupo bárbaro, que quiere imponer un totalitarismo teocrático propio de las épocas más retrógradas de nuestra historia, per Edad media y no de un mundo moderno, civilizado del siglo XXI.
El totalitarismo oriental quiere imponer un orden mundial despótico basado en la fuerza, sin libertades individuales ni colectivas, un régimen basado en el terror y la coerción, el enemigo es la democracia liberal porque es el régimen que crea el antídoto frente a este sueño totalitario, pero la izquierda mundial le hace juego a este totalitarismo bárbaro, figuras ramplonas sin ningún liderazgo propio, surgidas de la maquinaciones de organizaciones basadas en el marxismo-leninismo como Melenchon, Iglesias, Sánchez, Castro, Díaz Canel, Ortega, Maduro defienden a Hamas, porque es el modelo a seguir por estos tiranuelos de tercera categoría. Peor aún hay figuras académicas en Harvard, Berkeley, Oxford y Londres que defienden el terrorismo de Hamás, es el marxismo cultural, preconizado por Gramsci, que quiere tomarse el mundo para imponer su totalitarismo, cuyas imágenes de barbarie la vemos en Ucrania y Gaza. De entre este grupo de tarados sobresale Gustavo Petro.
No es sorpresivo el giro que le está dando Petro a la política internacional de Colombia. Desde la campaña electoral señalamos su adhesión firme a los postulados del socialismo del siglo XXI y que lo que estaba haciendo era simplemente implementando la estrategia del Foro de Sao Paulo para llegar al poder por la vía de la democracia y desde allí apuntar a su destrucción. Por otra parte, es sabido que el socialismo del siglo XXI es instrumento fiel de las pretensiones del totalitarismo oriental, Petro sigue línea de China y Rusia y por lo tanto es normal su apoyo al terrorismo mundial pues este es una de las estrategias de lucha del totalitarismo oriental contra la democracia liberal, que un antiguo guerrillero (luce que lo sigue siendo, solamente que cambia de táctica, de la lucha armada a la toma del poder por la vía electoral, pero no de objetivo la instauración de la dictadura comunista) actúe como China, Rusia y principalmente Irán, no es pues de extrañar. Por eso solamente ratificamos esa convicción con el desolador espectáculo que está dando Petro con respecto a la masacre terrorista de Hamas en Israel la semana pasada, y coincidimos totalmente con la línea editorial de Vicky Dávila en la revista Semana (único medio que ha sido contundente en el rechazo a esta posición de Petro): “Todos los gobiernos del mundo condenaron la brutalidad de los extremistas. Petro, en cambio, siendo la cabeza del Estado colombiano, prefirió, como un títere, adoptar la deshonrosa e inmoral postura de Rusia e Irán, quedando del lado de los terroristas y no de las víctimas. Hamás no representa a los palestinos y está claro que no es admisible que mueran inocentes en una guerra sin importar el bando. Hoy, Israel se está defendiendo de los terroristas. Sin importar los hechos, Petro puso en marcha una vergonzosa campaña antisemita que generó indignación internacional y un fuerte regaño de Estados Unidos” (Gustavo Petro se convirtió en un títere de Rusia e Irán y no condenó el sangriento ataque terrorista de Hamás contra Israel. El presidente mostró su faceta antisemita (semana.com)). Es totalmente criticable la posición de Petro: “En su andanada de más de 100 trinos sobre lo ocurrido, no ha emitido tampoco ni un solo mensaje de solidaridad con las familias de los muertos, ni con los demás connacionales aterrorizados tras el ataque de Hamás. Por el contrario, la Cancillería emitió un frío comunicado que hablaba de “muerte” y no de asesinato, omitiendo la palabra terrorismo y sin culpar a Hamás. También fue penoso que el Ministerio de Relaciones Exteriores divulgara inicialmente un comunicado condenando los hechos terroristas contra Israel para luego ser 17 eliminado y reemplazado por uno con lenguaje meloso y complaciente que no hablaba de terrorismo ni de Hamás” (ídem) Finalmente editorializa Semana con respecto a la vergonzosa actitud de Petro: “Hoy, en el contexto internacional, Petro es visto como un peón de los presidentes Vladímir Putin (Rusia) y Ebrahim Raisi (Irán). Su imagen en Europa y Estados Unidos se vino al suelo. Ante el ataque de Hamás, considerado un 11S para Israel, Putin no se solidarizó con las víctimas y se fue lanza en ristre contra Estados Unidos, el principal aliado de los israelíes. No hay que olvidar que cuando Rusia invadió de manera sangrienta a Ucrania, Petro se mostró indiferente y se puso del lado de Putin” (ibid). No hay que olvidar que los regímenes del SSXXI son seguidores del ataque del totalitarismo oriental (China, con sus peones Rusia e Irán) a la democracia liberal occidental, todos, unos abierta otros solapadamente, pero estos dictadores o compañeros de camino de esos tiranos coinciden con el objetivo de destruir la democracia, unos lo hacen frontalmente: los Castro, Chávez, Maduro, Correa, Evo Morales, Ortega y ahora Petro, otros se disfrazan de moderados pero al fin y al cabo tienen el mismo objetivo: Lula, Boric, Kirchner, AMLO, por eso todos se alinean con Rusia en la guerra de Ucrania y todos comparten la lucha terrorista contra la democracia occidental.
Petro en este caso de Hamás también es una fotocopia de Chávez, como agudamente lo hace ver Semana: 1) Chávez: “A mí me acusan de patrocinar el terrorismo, son ellos los que patrocinan el terrorismo”, Petro: “Me han acusado de ser antisemita y de apoyar a Hamás. Ignorantes. No puedo defender una organización que sostiene la fusión entre religión y Estado porque eso lo combatimos en nuestro propio país, y porque la visión de los que se creen pueblo elegido y raza superior lleva a la masacre de los demás pueblos”. 2) Chávez: “Aprovecho para condenar de nuevo, desde el fondo de mi alma y de mis vísceras, al Estado de Israel, maldito seas, Estado de Israel, maldito seas, terroristas y asesinos, y viva el pueblo palestino, pueblo heroico, pueblo bueno”. Petro: “Neonazis que quieren la destrucción del pueblo, de la libertad y de la cultura palestina”, y agregó que Israel sería el responsable de traer “un holocausto”. Ha acusado a ese país de tener hoy un “gueto de Varsovia” en Gaza… “Ya estuve en el campo de concentración de Auschwitz y ahora lo veo calcado en Gaza” (Semana.com – Últimas Noticias de Colombia y el Mundo). El único perdedor será el pueblo colombiano… quien se verá afectado por las naturales represalias de Israel ante los despiadados ataques verbales (el único tipo de ataque que puede hacer) de Petro reflejo de su antisemitismo, propio del marxismo. Se verá afectado porque esta bravuconería de Petro secundada por Leyva, seguramente deteriorará la relación comercial entre los dos países.
Israel, hasta ahora, ha sido uno de los grandes aliados del país en cooperación y lucha contra el terrorismo, así como proveedor de armamento y, ante todo, del mantenimiento de los 12 aviones Kfir, usados en la defensa de la soberanía nacional. Un fin de las relaciones diplomáticas como lo insinuó Petro y lo reafirma su mascota el dálmata (que se caracteriza por ser cariñoso, amistoso y obediente con su amo) Leyva, canciller de las FARC, quien obsequioso como siempre con Petro, pone en peligro la reputación de Colombia con un insensato post en X: “La historia de la diplomacia universal consignará como hito la patanería insensata del embajador de Israel en Colombia para con @petrogustavo, presidente de la República. Vergüenza. Mínimo pedir excusas e irse. La inteligencia se enfrenta con inteligencia. Hay Estados en juego”. ¡Vaya que caradura este insolente Leyva!