Los últimos días han sido cruciales para lo que sucede en diversos ambientes. Pude ver algunas reacciones exageradas que confirmaron contenidos ocultos, con avanzados niveles de putrefacción y estar presente en el lugar aterró mi espíritu, pues recordé que Dios no puede ser burlado y que tarde o temprano lo que subyace en los corazones se va a notar. Trajo a memoria tiempos de profunda reflexión y oración. Me expreso de tales eventos como quien encuentra fortuna en lo vergonzoso para crecer, pese a lo incómodo y deshonroso de la naturaleza de los eventos.
Aunque esto no parezca relevante para ser compartido, sí lo es, pues los humanos debemos aprender con toda diligencia a trabajar la mente y el corazón, porque mucho de lo que hay allí será exhibido más temprano que tarde, ante el asalto de la prueba y la presión. La boca como parlante de gracia y mieles edificará, o como manguera desaguará lo podrido que ha sido represado sigilosamente por años. Un día, como fecha señalada, los labios se abrirán y todo saldrá a luz.
Lo anteriormente expuesto debe llevarnos a la reflexión de cuáles son los sentimientos y pensamientos que se arrullan con más frecuencia, cuál es el concepto propio que se tiene, hasta dónde se ha doblegado la voluntad para ejercer autogobierno y permanecer fiel a los principios. Qué motivaciones se esconden tras los ventrículos contaminando con trazas de compuestos tóxicos todo lo que se desarrolla, vendiendo una imagen de vanagloria y humos mágicos de grandezas, que un día serán disipados con el chasquido del cielo.
En un abrir y cerrar de ojos todo cambia, un día, una hora y una decisión, son suficientes para huracanar una vida con diafonías, la respuesta y entereza que se tenga frente a dichos cambios tendrá dos funciones: validar las transformaciones que estén ocurriendo como necesarias, por causa de la condición del corazón, o promover corazones a una nueva etapa de acción, a razón de la madurez, que como tabla de surf, permite enfrentar las olas por encima de la superficie, a plena luz del sol de justicia, y frente a los vientos que esparcen esencias.
¿Cuántos cambios se están presentando?, ¿cuáles de ellos están siendo de impulso o están hundiéndonos en fosas amargas, donde la rebeldía encuentra un lugar para habitar, expropiando el favor y la gracia que la misión acompaña? Nunca es tarde para pesar el corazón propio y cuidar que holgazanes infructuosos no vivan en dicho jardín, ya que donde quiera que te encuentres el chasquido del cielo te alcanzará, solo para mirar y evidenciar ante otros aquello que por mucho tiempo tu corazón acunó.
@alelinssey20