Aún quedan ingenuos que esperan que en los próximos días el régimen chavista revierta su decisión de inhabilitar la candidatura de María Corina Machado. Los culpables de mantener esta fantasía viva son precisamente la propia María Corina Machado y las cúpulas de la falsa oposición. Ante el hecho cierto e indubitable de que el régimen no aceptará la candidatura de Machado bajo ninguna circunstancia, la candidata y los partidos que la apoyan responden que hay que cumplir los Acuerdos de Barbados y se declaran en campaña para lograr la habilitación.
Quienes apoyan la salida electoral responden “muy bien, lo que procede legalmente es que la habiliten. Pero, ¿cómo?”. Es una pregunta legítima porque mucha gente que apoya esa tesis quisiera saber que pueden hacer para ayudar. ¿Salir a la calle? ¿Protestar? ¿Cómo lograrlo? Las respuestas a estas interrogantes son una avalancha de ambigüedades y ambivalencias. O bien nadie está preparado para responder estas preguntas o temen revelar una estrategia clave al adversario.
Una vez más la ausencia de dirección política y de liderazgo en la falsa oposición sólo contribuye a que la gente desesperada por un horizonte claro de lucha comience a fabricar sus propias respuestas. Muchos genuinamente parecen estar convencidos que se trata de luchar hasta el final y esto significa lograr la habilitación de María Corina. Algo menos que eso sería sencillamente inaceptable. ¿Y si el régimen se mantiene inconmovible en su postura? ¿Cómo se desata ese nudo?
El discurso de María Corina Machado parece anunciar un dramático choque de trenes. Hablar de un candidato sustituto sería traicionar el mandato de la elección Primaria. Los partidos de la falsa oposición, temerosos de ser bautizados como traidores, se abrazan desesperadamente a la candidata y juran que la acompañaran hasta el final en la lucha por su habilitación. Mientras tanto la cuenta regresiva hacia el 25 de marzo sigue su curso.
La insípida figura del candidato interino es negada y hasta maldecida públicamente. Pero su espectro sigue paseándose en forma furtiva por los predios de la falsa oposición y su candidata. Aunque parece una opción negada por la retórica es la única alternativa que le daría algo de racionalidad a la errática conducta de la falsa oposición y su candidata.
Ambos, María Corina Machado y la cúpula de la PU/MUD, han dicho que nada ni nadie los sacará de la vía electoral. Eso parece ser una certeza que choca con el discurso ambiguo de luchar contra una inhabilitación en formas aún más oscuras.
Al parecer hemos llegado a un punto donde todos mienten. No solo los chavistas mienten al vender las bondades de su fraude electoral. También mienten María Corina y la falsa oposición al tratar de hacernos creer que a fuerza de ilusión se puede cambiar algo que luce irreversible. Su poder para influenciar a la gente que aún cree en el voto es directamente proporcional al tamaño de la fantasía electoral.
Si damos por genuina la declaración pública de María Corina Machado y la dirección política de la falsa oposición en cuanto a que nadie los sacara de la vía electoral entonces el desarrollo más probable no es una lucha épica y simbólica para lograr la habilitación de María Corina sino postular efectivamente un candidato interino que ocupe el puesto de quien masivamente ganó la elección primaria. Esto que puede sonar a herejía parece una realidad comprendida y aceptada tanto por la candidata como por los partidos que la apoyan. Pero curiosamente nadie quiere hablar de esto, al menos no hasta ahora y seguramente hasta el 25 de marzo.
Postular un candidato interino es la única forma de que tanto María Corina Machado y los partidos de la falsa oposición se mantengan firmes en su tesis de no salirse de la vía electoral. Entonces la discusión de fondo, y lo que se quiere ocultar, es como será escogido ese candidato interino y eventualmente quién será el elegido. ¿Se trata de un candidato negociado entre María Corina Machado y la cúpula de la PU/MUD? ¿O cada uno se abrirá por su lado con un candidato propio?
Lo que parece más probable es que el 25 de marzo, o antes, sabremos quién será el candidato interino. Hablamos de uno y no de dos porque María Corina le levantará la mano a uno, no a dos candidatos. Lo que difícilmente ocurrirá es que lleguemos al 25 de marzo y los protagonistas de este drama se empeñen en continuar la campaña por la habilitación. Porque todos saben que es la otra campaña, la electoral, la que verdaderamente importa a quienes creen en la vía electoral.
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