No son días fáciles los que está viviendo el pueblo venezolano. El fraude orquestado por el dictador Maduro dejó sin chance alguna de un cambio democrático en el país bolivariano. El tirano suramericano ha intentado robar cualquier atisbo de esperanza a su pueblo. Sin embargo, a pesar de haber consolidado su fraude, perpetuándose en el poder, la dictadura de Maduro nunca ha estado tan frágil y debilitada como hoy.
Pese a que está siendo perseguida por el régimen dictatorial de Maduro, Maria Corina Machado reapareció luego de declararse en la clandestinidad, rodeada de miles de venezolanos que rechazan la dictadura enquistada en su Estado. Un evento que, sin duda, incomodará a Maduro. Un evento que insinúa entre líneas una sola cosa: la insurgencia masiva.
La tiranía socialista de Maduro se ha visto rechazada por gran parte del mundo. El Perú fue el primer país en reconocer a González como presidente democratico de Venezuela, y tras ello varios países como Argentina o Estados Unidos se han sumado a este reconocimiento. Aún así, si el pueblo venezolano pretende escapar de la dictadura, hay dos vías que podrían suscitarse para abatir el gobierno dictatorial chavista.
María Corina Machado reaparece tras pasar a la clandestinidad por amenazas de Maduro
Los políticos venezolanos están insinuando un llamado a la insurgencia, y no sin razón. Piden a la gente que, pese a las amenazas del gobierno, siga clamando por la verdad. En otras palabras, piden que se levanten contra el régimen. Una de las posibilidades para ello sería realizar su propia toma de la Bastilla. Lo que necesita el pueblo es encender una chispa de cambio revolucionario. Guardando las debidas distancias, necesitarían una revolución como la francesa en 1789, alzándose frente a un régimen tirano y opresor que ha eliminado casi todas las libertades de su gente. Este tipo de levantamientos frente a las tiranías se han dado en diversas ocasiones a lo largo de la historia. La Revolución de los Claveles en 1974 fue un acto de insurrección en Portugal que logró vencer la dictadura de Marcelo Caetano y del Estado Novo. Hosni Mubarak y Zine El Abidine Ben Ali cayeron en Egipto y Túnez, respectivamente, tras las manifestaciones masivas durante la Primavera Árabe a inicios de la década pasada.
El levantamiento masivo es una respuesta y probablemente sea la que Machado y González están buscando convocar para derrocar la dictadura chavista.
Un levantamiento que el político brasileño Plinio Corrêa de Oliveira llamaría una contrarrevolución, que buscaría derrocar la revolución chavista que ha destruido a Venezuela por completo, buscando que los valores como la democracia y el Estado de derecho vuelvan a existir en el país suramericano.
Dictador amenaza a la oposición que rechaza su fraude
Por otro lado, la otra solución posible, pese a que parecería más complicada es la de convencer a los militares a levantarse contra Maduro. Si bien las fuerzas armadas venezolanas se encuentran claramente inclinadas a favor de la dictadura, en algún momento deberán analizar qué tan sostenible será la situación en unos años, cuán abandonada estará Venezuela, no solo a nivel poblacional, sino en cuanto a alianzas comerciales tras el grotesco fraude de Maduro. ¿Qué tan seguros están de que el gobierno podrá seguir comprándolos?
Si la oposición pudiese instigar a una revolución dentro de las fuerzas armadas, podrían lograr que estas mismas se levanten contra Maduro. No sería nada fácil, pero a veces hay que mover una piedra para que se genere la avalancha. Lo vimos acá en Perú cuando los militares le dieron la espalda a Juan Velasco Alvarado quien gobernaba de facto en el país hasta el levantamiento militar que concluyó con el gobierno de Francisco Morales Bermúdez. Previamente, se dio en la Revolución Mexicana en la segunda década del siglo XX en la cual los líderes militares como Pancho Villa o Emiliano Zapata se alinearon con la voluntad popular y tumbaron el gobierno del dictador Porfirio Díaz.
El fraude de la dictadura chavista de Maduro ya le dejó claro al pueblo venezolano que la democracia no será la solución para su país. La historia nos dice que si quieren un cambio, este no podrá ser “por las buenas”. Eliminar a Maduro solo podrá ser posible mediante un gran levantamiento social, su propia toma de la Bastilla, quizás una toma de Miraflores; o, en todo caso, convenciendo y alineándose con las fuerzas armadas para derrocar con la fuerza al tirano que hoy los gobierna. Sea el camino que sea, esperemos que pronto Venezuela pueda ser libre de tiranía y que el pueblo no sea el que siga pagando.
Originalmente publicado en el diario El Reporte de Perú