Barinas y otros estados han sido nuevamente impactados por las decisiones arbitrarias e inconsultas del régimen actual, de proyección intrascendente pero lacerante del sentimiento del pueblo, que desmoraliza y sorprende al sector universitario del país. Nos referimos a la designación de Adán Chávez como rector de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora.
Para probar lo que antes describí como intrascendente, transcribo a continuación brevemente los cargos desempeñados por el ahora rector de la Unellez, según el currículo político y profesional que está publicado en Wikipedia. Destaca el haber formado parte de la asamblea constituyente y ser fundador del partido PSUV, siempre cobijado por la relación familiar con el difunto comandante propulsor de la debacle de la nación. En el año 2008 asume la Gobernación de Barinas como herencia de su progenitor, que muy poco hizo por su pueblo natal. En 2006 fue ministro del Despacho de la Presidencia y en 2007 ministro de Educación. En 2017 es sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que le inmoviliza bienes en ese país. En 2019 es designado embajador en Cuba y finalmente rector de la universidad de su estado natal.
Este genuino representante de la revolución en cada uno de los espacios que ocupó, no obtuvo ni generó políticas que beneficiaran en algún aspecto la institucionalidad y mucho menos demostró tener capacidades para su desempeño. Siendo propulsor de la Constitución, ha sido permisivo en su violación permanente. Al partido PSUV, del cual formó parte y sobre el cual tenía algún dominio, lo abandonó para dedicarse a disfrutar de los beneficios que da el poder. Su ascenso a la Gobernación de Barinas estuvo rodeado por una serie de irregularidades que le arrebataron fraudulentamente el triunfo a un sector disidente que se atrevió a enfrentarlo, encabezado por Julio César Reyes, exparlamentario de la MUD y actual secretario de gobierno, y Wilmer Azuaje, exdiputado y además ex preso político, hoy en el exilio. Ambos como equipo político fueron avalados por el entonces partido Gente Emergente, cuya máxima autoridad para ese entonces era quien escribe estas líneas.
Precisamente por haber vivido en persona estos acontecimientos históricos es que me permito utilizar estos términos de cuestionable y fraudulento. Previo a este evento electoral de las regionales de 2008, el gobierno nacional, para ese entonces presidido por Hugo Chávez, literalmente mudó todos los ministerios con sus recursos disponibles para chantajear y comprar al electorado. Grandes recursos en efectivo salían en camionetas de Pdvsa Barinas en talegos de los que usan los soldados para guardar la ropa, para comprar testigos y dirigentes. La entonces candidata al Consejo Legislativo por Gente Emergente, Ninfa de Sayago, quien controlaba el padrón electoral que consolidó la disidencia para enfrentar al profesor Adán Chávez, vendió toda la información al PSUV, lo que constituyó una traición al pueblo de Barinas. Tal acción permitió el día de la elección que los equipos oficialistas transgredieran parte de los resultados después de las 5:00 de la tarde, cuando Julio César Reyes ya ganaba con 18% y terminó perdiendo por ese mismo porcentaje. Esa misma prenombrada dama barinesa, luego de ser electa por la fórmula disidente volvió a sus querencias: las tablas rojas del PSUV, lo que evidenció su agravio, doloso y alevoso contra el pueblo de Barinas. Mantuvieron abiertos los centros de votación hasta las 2:00 de la mañana, trasladando afectos al gobierno que ya habían votado, en vehículos oficiales de todos los ministerios que pusieron a disposición para mostrar las imágenes de que aún había gente en las colas y así lograr por todos los medios el ascenso de otro de la dinastía de la familia presidencial. Tal gesta mantuvo a la gente en las calles por algunos días, pero finalmente se impuso la trampa, todo sustentado en la movilización más grande de la historia de la administración pública nacional, direccionada al servicio de una candidatura específica de la organización política oficial. Fue impuesto a trocha y mocha, como dice el dicho popular. Su investidura lograda con todos los elementos prenombrados y sus múltiples protagonistas marcan para la historia un hecho repulsivo e ilegal que dista del liderazgo que debe ostentar quien aspira a un cargo de esa naturaleza.
Como ministro de Educación fue un eslabón más de la cadena de destrucción del sistema educativo venezolano en todos sus niveles, pasó sin pena ni gloria por tan importante cargo, al igual que por otros más, donde tuvo muy corta estadía. Ante tanto esfuerzo y derroche de liderazgo evidentemente escaso, siempre abultado y forzado, fue nombrado embajador en la cuna de la barbarie, la isla de Cuba. Esta última designación tiene a mi entender el nivel más importante al que puede aspirar un individuo convencido del comunismo y sus alcances retrógrados y trasnochados.
El nombramiento ya oficial del profesor Chávez en la Universidad Ezequiel Zamora trae consigo algo macabro con respecto a las universidades, todas en condiciones de precariedad en su infraestructura, deficiencia presupuestaria, disminución en sus matrículas estudiantiles en más del 50%, al igual que la deserción de todo el recurso humano compuesto por profesores, personal administrativo y obrero. Hemos visto en los últimos meses al señor Maduro ofreciendo la recuperación de las universidades públicas, aún autónomas, como la de Carabobo, la Central y sus cadenas de mando en el interior, gobernadores y alcaldes, haciendo lo mismo en la Universidad de los Andes de Mérida. Acaso ellos no son los responsables del estado en que se encuentra y ahora pretenden ser sus salvadores e intentan ser reconocidos como sus benefactores. Hay que de verdad ponerle el ojo a esto que ocurre premeditadamente frente al estado de vulnerabilidad que tienen todas las casas de estudio que aún resisten la asfixia prolongada del régimen.
Quedarán para la historia todos los hechos bochornosos más relevantes y las designaciones en contra de la meritocracia y ofensivas al profesionalismo que ejecutan permanentemente quienes mal conducen el país para que, en ese proceso de transformación necesaria que se comienza a transitar, sea abolida la mediocridad, el nepotismo y el peculado de en la administración pública.
Barinas se impuso con un sentimiento de cambio sobre la reelección de otro oficialista en su territorio, también de la familia del extinto presidente. Las circunstancias y el poder central insisten en implantar en las áreas sensibles de la población las figuras emblemáticas y desgastadas del chavismo como una forma de perturbar a la población e intentan continuar mostrando la cara de la revolución, esa en la que nadie cree.
Por ahora debemos plegarnos a la lucha continua, la constancia, la perseverancia y la resistencia que harán que este capítulo de la historia pronto sea del pasado y que el futuro sea manejado por las mujeres y hombres más capaces, para lograr el rescate de la nación sumida en la anarquía y la inmoralidad que sigue corroyendo las instituciones y las universidades no son la excepción. Debemos estar pendientes, pues un soldado de la Revolución cubana como el profesor Chávez viene a ensayar lo que posiblemente aprendió.