El arte de la guerra

Durante siglos, el individuo vive en una constante lucha, consigo mismo y con el universo que lo rodea, por encontrarse,, descubrirse, revelarse como realmente es.

Los más ilustrados, sabiendo esto, han buscado siempre canalizar esas fuerzas de constantes luchas para generar cambios beneficios tanto para el individuo como para el grupo, la sociedad.

En los primeros siglos se hacía uso del acto ceremonial del sacrificio, narrado y representado en todas las historias, figuras, cuentos y leyendas de la antigüedad, unas ciertas y otras simbólicas, pero todas servían de hoya catalítica para la descompresión de todos los estreses sociales, donde se diluían los actos más oscuros y grises del género humano.

Por ese entonces se hacían sacrificio humanos, narrados en todas las leyendas e historias del mundo, como el Laberinto de Minos, Perseo entre muchísimos historias desde Grecia, Egipto, Mayas , Aztecas y pare de contar en todo el mundo.

Así mismo, el teatro de la guerra, siempre ha estado flagrado de simbolismo, el sacrificio es parte de ese aquelarre ceremonial, donde los actores son simples instrumentos al servicio de fuerzas superiores a ellos; nada es independiente, aunque creamos ser protagonista y autónomos en la existencia, la verdad es que servimos todos a fuerzas superiores a las humanas; es grotesco, además, de presumido pensar que tenemos una existencia independiente, libre de los actos que realizamos sujetos a esas fuerzas superiores.

Comentaba antier que la tauromaquia era parte de las soluciones que consiguió el hombre ilustrado de reconducir esas fuerzas superiores que inciden en el individuo para generar esa maquinaria social, magia, donde se diluyan todas las tensiones sociales, los conflictos; lo mismo, sirvieron y sirven como auténticos milagros las mega construcciones arquitectónicas o artísticas  de todos los pueblos y civilizaciones; las grandes sinfonías universales; las grandes novelas y representaciones teatrales de los maestros de la literatura, la magia, el acto prestidigitador, el arte, la danza, el baile, la arquitectura, expresada en el urbanismo y las viviendas; el Circo Persa; Chino; Griego; Romano; el Rito de las Religiones, Las Olimpiadas, las carreras, los mundiales; por otra parte las fábricas, los colegios y escuelas, los festivales , las distintas fiestas tradicionales de los distintas naciones y pueblos, como por ejemplo las Fiestas de San Fermín, Semana Santa, la Festividad de la Diada Catalana, la Fiesta del Bobo, los Carnavales; la Pascua; la Navidad, las pequeñas y grandes migraciones de la humanidad, tanto de la flora, la fauna y la especie humana, las rutinas diarias del individuo, el estudio del átomo en todas sus formas; así que debajo de todo ese espectáculo de almas y energías vivas se cierne el avance de la civilización.

Hay que hacer notar, que sea objeto de estudio las migraciones de la mariposa real, aves, cretáceo, y toda clase de animales como un evento magnífico de la naturaleza, y no sé piense igual cuando el ser humano migra por diferentes situaciones que bien pueden ser por hostilidad de políticas públicas, que inciden en la economía, las inter relaciones humanas; o el cambio climático, catástrofes naturales, entre otros factores del hombre y de la naturaleza.

Por otra parte en El cristianismo vivo, representado en el midrash del sacrificio del cordero, viene a simplificar todo el contenido de la historia de la humanidad, donde el sacerdote funge como un verdadero matarife de las bajas pasiones del ser humano y es para eso el acto litúrgico de la Santa Misa en compartir la comunión que nos reveló el mesías representado en el drama de la última cena y su vida misma.

En pocas palabras, la guerra en sí es un gran espectáculo, lleno de los horrores, con los sentimientos más bajos del universo, son vibraciones del inframundo, al que responden las personas conducidas por una maquinaria propagandística de dimensiones gigantescas; esto también responde por una parte al mensaje sobre la inflación en pura ficción, que como una infección se aloja en un área del sistema, de ahí que revirtiendo los dispositivos y procesos que conducen a esas fallas y errores del sistema se pueden reconducir las economías y todo el mundo de interrelaciones humanas.

Además, eso también explica el significado de las ciudades concéntricas, con toda una gama de figuras geométricas , rodeadas de animales y seres  míticos en templos, iglesias y catedrales, donde se ilustran sentimientos, muy particulares en la época medieval; o hacia los primeros siglos del cristianismo y antes de el incluso, y en todos los tiempos, representado en megalíticas construcciones, para revelarnos no sólo el arte de manera explícita integrado a la naturaleza y el cosmos, sino el rol primordial de cada individuo en la responsabilidad de esas energías que dimanan como si se tratara de un dinamo o circuito electrónico él y el todo. Esto también da respuestas a subir una colina en lo profundo de una sabana o una estepa y observar el pasaje bíblico aquel donde al mesías se le ofrecen todos los tesoros y él observando  aquella ciudad como un pequeño foco de luz, y el darse cuenta de inmediato lo pequeño que le ofrecía aquel  entrenador.

En ese sentido todo está sujeto a energías; fuerzas universales del hombre; depende de él por cuáles senderos caminar en el devenir de la humanidad.

Esto lo sabían todas las culturas y civilizaciones, no es nuevo, apenas en esta época moderna o posmoderna se comienza a dar cuenta, gracias a la tecnología de ese gran algoritmo que nuestros padres ya observaban y estudiaban.

Esto también ilustra el porqué las ciudades tienen una relación con las placas electrónicas, consciente o inconscientemente los constructores de dichos circuitos lo que hacen es copiar y reproducir en masa lo que está en la naturaleza y el cosmos.

La sujeción hacia esas fuerzas superiores en la humanidad van más allá de todos los conceptos sociales, religiosos o místicos que se tengan, incluso son superiores a todos los avances de la ciencia y la tecnología descubiertos por la humanidad; todo lo que pensamos saber, descubrir o conocer no es nuestro, sino que es proveniente de una causa matriz, a la que se ha denominado Dios para darle una solución que se ajuste a nuestros limitados sistemas de pensamientos. Esto no quiere decir que Dios no exista o que no sea él, el regente de todos los sistemas, sino que lo que sabemos de esa cosmovisión  llamada Dios, Todopoderoso o bajo cualquier traducción, poder, jerarquías o nominación son sólo micro partículas subatómicas de lo que realmente es.

En resumen, la convivencia entre pueblos víctimas de sentimientos hostiles, estrés social, conflictos políticos, armados o guerras en todos sus matices, violencia, es un asunto de fallos en todo el sistema de educación, donde no escapan los medios, y todos los factores generadores de contenido que van a incidir en el marco de referencias de la humanidad, respondiendo a estos déficits , se logrará un alto al fuego, una paz permanente donde se ahorrarían todos estos desagradables y deplorables temas.