OPINIÓN

El arrebatón electoral del régimen

por Pancho Aguilarte Pancho Aguilarte

Lo que se dibujaba como una posibilidad real sucedió, el régimen de Nicolás Maduro se atrevió a cometer el más terrible crimen para una sociedad democrática: el arrebatón electoral más descarado que país alguno haya cometido en estos tiempos modernos. Esta vez no importó el cómo, solo el mantenimiento del poder como sea y haciendo lo que sea.

Durante la campaña electoral, la candidatura del opositor Edmundo González Urrutia demostró con sus actividades que había desplazado y con muchos cuerpos de ventaja al candidato a la reelección y presidente en ejercicio Nicolás Maduro. La alegría y la esperanza había vuelto a los ojos y corazones de la gente. Todos estaban convencidos de que la derrota del régimen era inminente.

Pero la organización criminal que desde hace tiempo gobierna a Venezuela estaba dispuesta a obviar formas y maneras. Tiempo atrás había colocado a sus fichas en uno de los apéndices más importantes, el CNE y a uno de los menos escrupulosos que se atreviera a cometer el más vil de los actos, Elvis Amoroso. La trampa estaba armada y al frente de ella el más capaz de todo, Jorge Rodríguez, quien afirmó en una intervención en vivo y en directo a todo el país que él no sabía de Psiquiatría tanto como sí sabía de elecciones, palabra que debe sustituirse por trampas electorales.

Así que desde el mismo inicio del día de las elecciones, 28 de julio de 2024, comenzaron la jugada. Impidieron que los testigos acreditados ingresaran a los centros de votación, tramposamente colocaron sin haberse dado las formalidades de apertura miles de votos al candidato Maduro. La representación opositora fue uno a uno dando a conocer las irregularidades del régimen. Pasadas las 3:00 de la tarde el CNE dejó de transmitir los resultados para cuadrar lo que habían decidido días antes: declarar ganador con más del 50% de los votos al Pataruco de Miraflores. Fue tal el descaro y la impunidad con que actuaron que esa acción confirma lo dicho por quien fuera el jefe de inteligencia por muchos años y quizás el hombre más cercano a Chávez, Hugo Carvajal Barrios, quien soltó esta perla: Chávez solo ganó las elecciones de 1998 y las del año 2000, cuando la Constituyente ordenó la legitimación de los poderes públicos.

Pero ahora que ya están descubiertos, Venezuela y los venezolanos están preparados para profundizar la lucha por expulsarlos de Miraflores y la comunidad internacional debe acompañarlos en ese propósito, antes de que a cualquiera se le pueda ocurrir que las elecciones son innecesarias para acceder o retener el poder.