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El anticristianismo socialista

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Los hechos en contra de la Iglesia Católica en Nicaragua no son nada nuevo cuando de regímenes socialistas se trata, pues desde el mismísimo Karl Marx hasta nuestros días, los socialistas han profesado un odio eterno contra la cristiandad.

En la extinta Unión Soviética se atacó duramente a la Iglesia ortodoxa, hasta casi extinguirla. Sin embargo, la fuerza de la fe y de la transición le permitió sobrevivir y mantenerse hoy con vida.

Así ha pasado en la mayoría de los países socialistas. No podemos olvidar que en este momento hay una sistemática campaña de intimidación y persecución contra los cristianos en la China comunista.

Entonces, no es para nada extraño ver que Daniel Ortega –siguiendo el patrón de comportamiento histórico– esté haciendo lo propio y desencadenando una guerra total en contra de  obispos, sacerdotes y laicos católicos en aquella nación.

Y si a esta realidad le sumamos que los socialistas latinoamericanos tienen en la actualidad una carga extrema de influencia de religiones paganas, de creencias anticristianas, como por ejemplo la secta yoruba o la santería, se refuerza la idea del odio socialista en contra de la cristiandad.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, es conocido por ser un practicante de brujería connotado, y, además, un guerrillero seguidor de las creencias oscuras de ciertos cubanos y del vudú haitiano. En consecuencia, resulta totalmente creíble que esas fuerzas diabólicas estén desatadas en aquella nación centroamericana.

El ataque contra la Iglesia Católica y contra los representantes de la cristiandad se han visto en menores dimensiones de la mano de los socialistas argentinos, chilenos y de otras latitudes; sin embargo, ahora se incrementarán ante el ejemplo nicaragüense.

Los cristianos –ya sean católicos, protestantes u ortodoxos– deben estar atentos ante esta oleada de ateísmo del socialismo; este afán sistemático de borrar de la sociedad la ética cristiana y los valores cristianos. Este es el viejo plan marxista de transformar al mundo en una sociedad vacía, sin el espíritu de Dios.

Aquí en Venezuela debemos estar muy pendientes y denunciar cualquier vestigio de ataque en contra de la cristiandad. No podemos olvidar que hace unos años hubo un intento de agresión en contra de la religión católica, atacando furtivamente a algunos templos y el destrozo de algunas imágenes sagradas del catolicismo.

No es extraño pensar que este experimento que avanza en otras naciones sea aplicado en Venezuela y desarrollado para la eliminación no solo del catolicismo sino también de las expresiones de la cristiandad protestante, es decir, iglesias evangélicas, ya sean libres o pentecostales.

Esta lucha contra el socialismo no solo es política ni económica, sino que tiene mucho de espiritual.

Es la lucha entre el bien y el mal, es la lucha entre los anticristianos y los cristianos; es la batalla entre quienes defendemos el bien común y aquellos que solo luchan por sus bajos y oscuros intereses.

Así como ayer el bien derrotó al mal, ahora debemos volver a realizar esa grandiosa gesta y hacer que los buenos derroten a la maldad socialista.

Y sin más que agregar, nos leemos la próxima semana.

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