Una de las teorías que en el campo de la conducta financiera y económica posee un enorme valor explicativo es la teoría del agente y el principal. En una empresa muy pequeña su propio dueño es el administrador; coinciden ambos intereses tanto el del principal (dueño) como el del agente (administrador). Pero en una empresa mayor la gerencia (agencia) está separada de la propiedad (accionistas: principal). Por ejemplo, durante muchos años coincidieron los intereses del principal y del agente en una empresa privada, generadora de electricidad, y luego cuando los dividendos disminuyeron bajaron los precios de las acciones, por lo tanto, vino la dura respuesta del mercado: adquisición hostil de la empresa ayudada por los bajos precios. El principal fue cambiado por la acción del agente.
Después de los escándalos bursátiles de Enron y de Parmalat, se ha inaugurado el tema del gobierno corporativo (empresarial) en donde se intenta que los directivos empresariales (agentes) no defrauden a los accionistas (principal) y acreedores (sub-principal) de las empresas.
Una manera de evitar que los agentes (gerentes) defrauden a los principales (accionistas y acreedores) es la obligatoriedad de auditorías externas, pero éstas también tienen sus fallas cuando se trata de grandes empresas donde los honorarios son jugosos, los socios de las firmas auditoras tienden a ser complacientes con el cliente contratante por temor de perder la cuenta.
Lo esencial entonces para que las cosas marchen bien es necesario que el agente no engañe al principal y sus intereses coincidan. Recuerdo que en un determinado banco privado venezolano, se otorgaba una compensación adicional a los empleados si la rentabilidad del capital alcanzaba cierto límite, ello hacía que la gerencia (agente) hiciera lo posible para no aumentar los gastos innecesarios e improductivos. En una gran empresa también nacional productora de cerveza, para estimular a que los choferes de los camiones los cuiden lo mejor posible, se les otorga la propiedad de los mismos, contratándolos como agentes del transporte de la cerveza producida. También en algunos colegios religiosos y no religiosos, para conservar en buen estado los autobuses, los maneja otra persona diferente, y con administración independiente de los institutos.
En Teoría de la Hacienda Pública la tesis del agente y principal calza como anillo al dedo. El gobierno suministra bienes públicos (agente) a favor del principal (pueblo). Para ello se vota un presupuesto fiscal de ingresos y gastos apelando al principal, pero lo deciden los agentes. La burocracia funciona como un agente del alto gobierno el cual a su vez es un agente del pueblo. De acuerdo con Niskanen en el sector privado de una economía de mercado, alguien que quiera progresar lo obtiene haciendo que su empresa o negocio sea lo más rentable posible. El salario individual aumenta a medida que crece el beneficio empresarial. Mientras que en cambio los funcionarios públicos tienden a centrarse en aspectos como los privilegios asociados al cargo, su reputación pública y el ejercicio del poder y la influencia, puesto que las oportunidades de lograr mejoras salariales son mínimas, y sobre todo a muy largo plazo.
En efecto, se ha criticado acerbamente la inflexibilidad, la escasa adaptación de la burocracia, pero jamás se mencionan sus bajos salarios, su falta de premiación cuando acierta. De allí su escasísima predisposición a asumir riesgos. No hay motivación al logro como dirían los psicólogos sociales. He aquí la gran diferencia entre el empresario (el hombre que toma riesgos y actúa por sí solo) y el burócrata el hombre que actúa en nombre de otros.
En la educación privada los dueños de las universidades son los principales en donde encargan a los agentes (profesores, directivos, decanos) para que den una buena educación a los alumnos. Pero los alumnos generalmente no quieren buena educación sino un papel que les permita ingresar sin mayores problemas al mercado de trabajo. Y muchos profesores no son remunerados adecuadamente. En vista de todo esto, la calidad de clases impartidas es baja. Una forma de evitar estas deficiencias es imponiendo exámenes obligatorios para el ejercicio de ciertas profesiones. En Estados Unidos es dificilísimo ejercer la medicina si no se tiene una sólida formación de una buena universidad; lo mismo acontece con la abogacía y la contaduría pública. En Francia se puede ingresar en una “Grande École” con presentar exitosamente un examen.
Dentro del campo de la seguridad social es escandalosa la manera en que ciertos médicos inescrupulosos dan a diestra y siniestra reposos los cuales permiten a sus beneficiarios ausentarse del trabajo. En este campo el principal es el patrono (generalmente una empresa del Estado) que delega a un agente (médico de la seguridad social) la revisión de la salud de sus empleados. El agente, un médico con pocos incentivos materiales para su trabajo, puede otorgar el reposo por razones de amistad u otras a un empleado.
En fin, la teoría de la agencia en ciencia económica y en las finanzas tiene grandes aplicaciones, y su estudio es apenas incipiente. Los procesos de “outsourcing” exitosos en muchas empresas responden a malos agentes dentro de las propias empresas, y como siempre buscando la mayor eficiencia se contrata en el mercado (fuera de la empresa) lo que es más costoso producir adentro.
Por último, la democracia funciona correctamente si el principal (el pueblo) es obedecido por sus agentes (el gobierno) sin que haya distorsiones. J. J. Rousseau hablaba de que la voluntad general puede conducir a una “dictadura del pueblo” o quizá en nombre del pueblo.