El abuso público a una persona mayor es ilegal. Hablo de lo que pasaba con Joe Biden, el presidente de Estados Unidos. Su mujer es psicóloga con un PhD, y tiene nietos e hijos. ¿Es que nadie se daba cuenta? ¿Nadie que amara a ese señor entendía que lo estaban poniendo en ridículo ante el mundo entero? Lo forzaban a quedarse en un sitio, aunque la mayoría de la gente pedía que se jubilara ya. Al fin se ha impuesto la cordura.
Todo el mundo sabe que nunca he pertenecido a ningún partido, pues no creo en la mayoría de los políticos. Hay excepciones, pero son tan pocas que ni merecen mencionarse. Realmente, la política se ha convertido en algo sucio, en lo que la gente no cree, y en responsable del desastre del mundo.
No tenemos políticos serios, aunque otra vez esté generalizando. Siempre están metidos en robos y en negociar sus propios intereses. De lo contrario, no habría tanta gente haciendo lobby en el Congreso, en el Palacio y en todas partes.
No tengo ni que explicar esto, porque es un sentir mundial. Que quede claro que lo que le estaban haciendo a Joe Biden era abusar de una persona mayor. Los niños y los viejos deben respetarse; pero hay gente que no tiene la suficiente cordura para darse cuenta del ridículo.
Repito, ¿dónde estaba su familia? ¿Cómo le permitieron pasar tantas vergüenzas e insistir en algo que no podía ser? ¿Cómo un partido como el Demócrata no tiene reglas claras sobre cuándo hay que parar al que no puede manejar el gobierno?
Estamos hablando de la primera potencia del mundo, del país que supuestamente refleja la mejor democracia del mundo, lo cual no es cierto. Pero es la fama que tenemos, y lo que se supone que hagamos.
Señores, se me salían las lágrimas. Y vuelvo y digo: no soy fanática de Biden, ni voté por él. Tampoco soy fanática del Partido Demócrata. Me gustaba antes, pero ya no. Realmente, ¿era posible seguir permitiendo que Biden confundiera a Trump con la vicepresidenta, o al asesino de Putin con Zelenski?
Era una locura. El Congreso debería pedir ahora que un grupo de neurólogos, psicólogos y gerontólogos analice qué le pasa a Biden. No podemos darnos el lujo de que, quien ordena apretar el botón para volar el mundo con la bomba atómica, no sepa ni siquiera quién es Trump o Kamala. ¿Adónde hemos llegado?
Soy ciudadana americana, sentía mucho orgullo de este país. Ahora, en Estados Unidos, se intenta asesinar a un candidato y otro pretendía seguir adelante, aunque no estaba en condiciones mentales. Me da vergüenza ver lo que está pasando. El tiempo se nos acaba.
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