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El 79 aniversario de Acción Democrática lo celebramos combatiendo 

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Acción Democrática Carabobo

FOTO: cortesía

Acción Democrática cumplió su 79 aniversario este 13 de septiembre de 2020, porque el partido decidió que su fecha fundacional coincidiera con el primer acto público que celebró en el Nuevo Circo de Caracas, en esa misma fecha de 1941. Por primera vez en muchos años no lo celebramos festivamente, porque la circunstancia del terrible flagelo que sufre nuestro pueblo, con la pandemia del covid-19, nos exigió hacerlo por las nuevas tecnologías de la información y comunicación, con un mensaje de nuestro secretario general nacional, Henry Ramos Allup, de lucha y esperanza.

A los cuatro años de fundado, el 18 de octubre de 1945, AD asume el poder, no para ejercer una dictadura o asumir la hegemonía como partido único, sino para convocar una Asamblea Constituyente, con representación proporcional de las minorías y así crear una sociedad plural y democrática.

En la Constitución promulgada por esa Asamblea Constituyente, en 1947, Acción Democrática le entregó, por vez primera, al pueblo su soberanía para que la ejerciera a través del sufragio universal, directo y secreto.

73 años después, volvemos a pedirle a nuestro pueblo el rescate de ese derecho conculcado por un régimen que le aterra unas elecciones presidenciales y parlamentarias libres, que ha ordenado el secuestro de nuestros símbolos y el asalto a nuestras sedes partidistas, que es pretender, infructuosamente, el asalto al espíritu honesto y democrático del ser adeco. Los traidores, que se han prestado a esa ignominia, serán ignorados por las generaciones presentes y futuras de Venezuela, tal como ocurrió en el pasado cuando otra dictadura quiso apropiarse de AD y de sus símbolos.

Aunque no conforme con esos atropellos a los partidos políticos democráticos, también este régimen de oprobio ha obligado a más de 5.500.000 compatriotas a irse de nuestro país, contra su voluntad, en la diáspora más grande que ha ocurrido en la historia de los pueblos, sin que una enfermedad o una guerra lo hubiese impuesto.

Hoy vemos cómo se conculca el derecho a la alimentación, a la salud, a la educación, a tener una vivienda digna con servicios públicos eficientes y esto ha sido producto de la estatización irracional de bienes y servicios. Esa política económica errática ha generado la corrupción más grande de que se tenga noticia en la historia de los pueblos del mundo.

En estos últimos veinte años le ingresaron a Venezuela más de 2,5 billones de dólares y nada se construyó, sino que se destruyó la obra de los gobiernos democráticos durante los 40 años de mayor prosperidad, bienestar y justicia social de la historia de Venezuela.

Uno de los legados que nos dejó la generación fundadora de Acción Democrática, con Rómulo Betancourt a la cabeza, fue la promoción de un sistema republicano de instituciones sólidas, que permitió la creación de Petróleos de Venezuela y la Organización de Países Exportadores de Petróleo. En el sector salud, se crearon más de 25.000 camas hospitalarias que sirvieron de soporte para el fortalecimiento del sistema sanitario. En política ambiental, se decretaron 41 de los 43 parques nacionales existentes. Los gobiernos de Acción Democrática promovieron la creación de un sistema de seguridad social que generó millones de beneficiarios de la tercera edad, garantizándole la dignidad a nuestros adultos mayores.

La Corporación Venezolana de Guayana y la Siderúrgica del Orinoco fue otro gran logro de la democracia, allí fue donde los gobiernos de AD y sus aliados demócratas sembraron el petróleo.

Si nos referimos a obras monumentales no podemos olvidar el Puente Rafael Urdaneta sobre el lago de Maracaibo, el Puente de Angostura, casi todos los hospitales existentes en Venezuela, toda la infraestructura petrolera que competía con Arabia Saudita y el desarrollo de la red eléctrica nacional a partir de la construcción de la Represa Raúl Leoni, que dio fama internacional a nuestra ingeniería y tecnología nacionales. Exportábamos electricidad al norte de Brasil y a buena parte de Colombia.

Y la obra intangible, orgullo de Acción Democrática, es la educación. Se incrementó la matrícula escolar en más de 6 millones de estudiantes, se promovió en más de un centenar el número de instituciones universitarias y en casi 1 millón el número de estudiantes en dichas casas de estudios. En el ámbito de la cultura fueron creadas casi 600 nuevas bibliotecas que sirven de soporte para el fortalecimiento de nuestra educación y se creó el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela.

Esa educación fue gratuita en todos los niveles, primaria, secundaria y universitaria, permitiendo a los hijos de nuestros obreros y campesinos prepararse para crear la clase media más importante de América Latina. Y también, en otro gobierno de AD, bajo la presidencia del compañero Carlos Andrés Pérez, para que nuestros noveles profesionales se especializaran en las universidades más prestigiosas del mundo, se creó la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho. Muchachos humildes de los Andes, de oriente y de toda Venezuela estudiaron en universidades como Harvard, Yale, Oxford, la Complutense de Madrid o la Sorbona de París.

Toda esa obra, desarrollada durante los cuarenta años más prósperos de Venezuela, fue destruida por la mentalidad retrógrada y acomplejada de Hugo Chávez, pero su desaparición física y el ascenso de Nicolás Maduro al poder, con su manifiesta incompetencia ha multiplicado exponencialmente los problemas, en virtud de una política económica desacertada en un país petrolero inmensamente rico, aunque expropiado conforme a la receta fidelista.

Hoy importamos gasolina desde Irán; sufrimos una inflación que se acerca vertiginosamente a 2.296%; la escasez y el desabastecimiento de alimentos y medicinas ronda el 75%. Según la ONG Médicos por la Salud (red de doctores residentes que trabajan en hospitales públicos en todo el país) 44% de los quirófanos no está en funcionamiento y 94% de los laboratorios no tiene suficientes insumos para hacer su trabajo. Esta preocupación en el ámbito de la salud fue ratificada en el Informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos al manifestar que “los hospitales carecen de personal, suministros, medicamentos y electricidad desde noviembre del año 2018. Informe premonitorio que se agrava con la aparición de la pandemia de covid-19 que está haciendo estragos en nuestra población.

También denuncia la alta comisionada Michelle Bachelet, que en inseguridad pública el promedio anual de homicidios ha llegado a la cifra más alta en todo el mundo, con 16.505 muertes en el año 2019 que representan una tasa de 60,3 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. 

Identifica a los cuerpos de seguridad del Estado en complicidad con colectivos armados como los responsables de la represión en la calle contra los manifestantes, establece plena responsabilidad de detenciones arbitrarias, desapariciones, torturas y asesinatos a los cuerpos de seguridad como el Sebin, la Dgcim y la FAES, además de señalar claramente la ausencia de la Fiscalía General, jueces de la República y Defensoría del Pueblo en los procesos que deberían llevar a cabo para garantizar que haya justicia y no exista impunidad.

Nosotros proponemos la reconstrucción de Venezuela, a partir de otorgarle seguridad jurídica a los inversores, nacionales y extranjeros, para que vengan a traer los recursos imprescindibles que permita reindustrializar a nuestro país, fomentar una política de pleno empleo, impulsar una educación de calidad a través de tecnologías de punta y así reconvertir a Venezuela en el país de mayor y mejor calidad de vida del continente.

Compañeros, amigos, conciudadanos, vamos a salir de esta pesadilla. Mantengamos la unidad democrática, no participemos de la farsa electoral convocada por Maduro y démosle respaldo al Pacto Unitario que propone el gobierno legítimo de Juan Guaidó, para que regresen los capitales huidizos que le temen a la inseguridad jurídica y económica, pero sobre todo para que regresen nuestros jóvenes, los profesionales mejor formados de América Latina, a ayudarnos a la inmensa y noble tarea de reconstruir a Venezuela. Sí hay futuro: AD es la garantía, con su experiencia de 79 años de lucha al servicio de la libertad y la democracia de Venezuela.

[email protected]

@EcarriB

*Antonio Ecarri es vicepresidente de Acción Democrática

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