El 2022 encuentra al país en medio de una Emergencia Humanitaria Compleja (EHC), que lejos de amainar y dar síntomas de remisión se profundiza con la perspectiva cierta de convertirse en crónica. Con un régimen que a despecho de su pésima gestión y comprobado rechazo de la mayoría abrumadora de la ciudadanía: por la condición dictatorial del sistema político y la sin precedente, desde hace un siglo, crisis socio económica; se mantiene firme en el poder. Situación más anómala e ilógica es difícil de encontrar por lo menos en el mundo occidental. Y con la sobrevenida repetición de las elecciones a gobernador del estado Barinas.
La permanencia del statu quo imperante condena al país, como asomamos antes, a que la situación de EHC mute a permanente. Los recientes mejoras en algunos índices macroeconómicos, que se asemejan más a un rebote debido a una suerte de burbuja, no son ni suficientes ni sostenibles para impulsar y materializar los cambios en magnitud y calidad necesarios que permitan enrumbar a la nación por la senda de la prosperidad material sostenible e inclusiva.
Venezuela necesita, porque no tiene los recursos necesarios, ayuda financiera internacional de gran magnitud y por largo tiempo para superar la EHC, reconstruirse materialmente, edificar un sistema económico productivo, sostenible, incluyente y generador de progreso; no capitales especulativos o provenientes de actividades delictivas como el lavado de dinero, narcotráfico… que sirven para sostener una economía de subsistencia consistente con la economía política del chavismo; para este sector el sistema económico debe estar en función de incrementar mediante la corrupción el patrimonio de la nomenclatura, proveerla de recursos para financiar el continuismo y reforzar el dispositivo de dominación político-social del régimen.
Hoy, como pocas veces en el pasado, es imperativo para la sociedad venezolana luchar y lograr la sustitución del régimen imperante. Para ello las fuerzas democráticas deben superar su estado de dispersión, de debilidad político-orgánica, ausencia de estrategia compartida, así como la crisis de representación con la mayoría nacional partidaria del cambio. Ojalá la dirigencia tome conciencia real de lo que se está jugando el país y priorice lo fundamental.
La sobrevenida elección de gobernador del estado Barinas es un hecho irregular por todos los acontecimientos harto conocidos que culminaron en su convocatoria. Las fuerzas democráticas no tenían otra opción que concurrir, no podían dejar solo al pueblo de Barinas y recomendarles irse para su casa sin más, había que dar la pelea. Luce improbable que el chavismo pierda o reconozca su derrota por lo que allí se juega, que es mucho más que cierto capital simbólico. El resultado de esos comicios influirá bastante en el mediano plazo nacional. Tengo esperanzas de que el pueblo de Barinas dé “el ejemplo que Caracas dio”