El fracaso del madurismo en todos los campos
La gigantesca derrota que aturde al régimen en su composición se ha extendido en todas las dimensiones, es un eco poderoso que resuena aún en el silencio inerte, para el gobierno ninguna estrategia o táctica alcanza el calado necesario, desde el rechazo a las sanciones impulsada por la narrativa conveniente de la sociedad impúdica de sectores económicos y políticos que han intentado vender la normalización del país una y otra vez, renovándose ahora con la campaña mediocre representada por Henrique Capriles, Manuel Rosales y el resto de los alacranes con el pretendido pasar la página, pero todo absolutamente todo ha fracasado.
No obstante, el valor demoledor del tamaño del fracaso se expresa en la incapacidad de desenganchar a la población de la victoria del 28J de Edmundo Gonzalez, significando la interrupción definitiva de la continuidad agotadora y destructora que giraba en su engranaje insaciable de ambiciones, la interrupción no es efímera, el ecosistema del poder se ha roto desatando una pausa intranquila, donde brotan a cascadas las diferencias y conspiraciones, porque saben que perdieron y la derrota los acecha.
De manera que el 10E en el horizonte es convulsivo para el gobierno, la determinación de las acciones genera caos internamente, la derrota se acentúa a ritmos desconcertantes en la conjugación del liderazgo de María Corina Machado con el pueblo venezolano que está latente a su convocatoria, y se aviva en una conectividad sensacional con la acción firme de Edmundo González, quien retadoramente dice estar preparado moralmente para una eventual detención, aspecto que crea un nubosidad en los detentadores del poder a través de una opción costosa que agudiza su sobrevivencia en un clima agitado de complicaciones, me atrevería asegurar que Edmundo puede en el contexto actual entrar al país y el régimen concedería la extensión gradual de su victoria el 28J, antes de exponerse a la detención de quien legítimamente es el presidente electo.
Los escenarios del 10E
Toda evaluación responsable de los distintos escenarios posibles en Venezuela en torno al 10E conducen inequívocamente a la derrota de Nicolás Maduro y no admite prueba al contrario, iuris et de iure, parte necesariamente de la insoslayable realidad de más de 8 millones de migrantes, la pérdida del 80% del producto interno bruto (PIB), y los resultados del 28 de julio como un grito contenido en las entrañas de la nación. Sin embargo, al menos dos variables hay que oportunamente considerar en el abanico de opciones que se aproximan inevitablemente:
- El escenario idílico advierte la posibilidad de una negociación estratégica de ramificaciones internacionales para generar garantías con la FANB en el centro medular, que garantice la transición a la democracia y la estabilidad del país, en este ambiente las lealtades entre los grupos del madurismo se reducen a su mínima expresión.
- Es el escenario costoso, Nicolás Maduro asume todas las consecuencias de ir contra la voluntad de la población al elegir democráticamente a Edmundo González el 28J. Tendrá que elevar la represión ciudadana sin eludir la necesaria detención de Edmundo González y María Corina Machado, entre otros altos dirigentes del denominado ahora Comando con Venezuela o Ganó Venezuela.
En esta última consideración, sí bien el madurismo persiste en el poder, los costos de gobernabilidad se exaltan insospechadamente a reacciones indescifrables, es el peor de los escenarios sin dudas para el país en general y la peor decisión para quienes se creen inalcanzables por la justicia internacional.
Conclusión a dos bandas
La oposición: por primera vez en muchos años existe un liderazgo genuino que amalgama a todos los sectores del país, María Corina es un símbolo extraordinario de construcción, de integridad y esfuerzo al que vale la pena admirar y reconocer.
Ella y Edmundo González en una combinación circunstancial e histórica son los que dictan la dirección política, y junto a ellos una reserva importante de venezolanos que se han empinado a pesar de los obstáculos: Andrés Velásquez, Andrés Caleca, César Pérez Vivas, Delsa Solórzano, Roberto Enríquez, Juan Pablo Guanipa, María Beatriz Martínez, Biaggio Pilieri, Freddy Superlano y Williams Dávila, que al igual que al resto de los presos políticos les ha correspondido soportar el horror en su propia carne, los demás que gravitan en la búsqueda de reconocimientos, por favor interpreten a Winston Churchill en aquello de: “El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes”. De manera que la clave en la oposición es mantener la unidad ética y genuina por el bien del país.
El gobierno: la derrota del 28J está desbordada con una fuerza torrencial incontenible, la dinámica de la política internacional está severamente afectada por el ascenso de Donald Trump al poder con factores en su entorno como Marco Rubio y Elon Musk, y a pesar del costoso lobby petrolero que han realizado incluso antes de las elecciones del 5 de noviembre los resultados no son alentadores, la política de la Unión Europea está en franca dirección en su contra, y el pívot que alimentaba su defensa está ampliamente cuestionado en la figura de Rodríguez Zapatero, y el sanchismo español pasa por su propia sobrevivencia, en la región el ambiente no es menos alentador, quizás los únicos apoyos que persistan sean Lula y Petro bajo una credibilidad exigua en todos los sentidos, e internamente saben bien que los tiempos del discurso patriotero se agotó, la población los detesta.
En todas las ópticas el gobierno está derrotado.
@jufraga12
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