OPINIÓN

El 10 de enero de 2025 es la fecha constitucional de hacer respetar la soberanía popular y el final del régimen

por Eduardo Ortega Díaz Eduardo Ortega Díaz

Parece mucho tiempo, pero es la fecha constitucional, si Nicolás Maduro hubiese reconocido su derrota voluntariamente igualmente las negociaciones y el cambio de gobierno sería el 10 de enero de 2025; sin embargo, el desconocimiento de la voluntad popular por su parte y la cúpula que lo acompaña solo nos indica que su salida será legal pero forzada. Maduro impuso un escenario muy complicado para él y de muchas oportunidades para quienes pretendemos la libertad del país.

Gracias a nuestra líder de las fuerzas democráticas de Venezuela, María Corina Machado, y el presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, ganamos la batalla electoral completamente. De forma muy hábil e inteligente concentraron todos los esfuerzos en la campaña presidencial, los votos, recuperar y proteger las actas para demostrar lo que todos sabemos, que el régimen hace fraude. Ese esfuerzo sobrehumano fue clave para el final de esta lucha.

Para muchos analistas el momento político de la salida de Nicolás Maduro tuvo que ocurrir el 29 de julio de 2024, que sucediera una explosión social cuando decidió anunciar el fraude, pero nadie se preparó para salir en mayoría a sacarlo, la frustración que ocurrió solo produjo que un número importante de héroes y patriotas protestaran y reclamaran en nombre de todos, pero fueron brutalmente sometidos por la dictadura al conseguirlos en las calles siendo minoría.

Esta acción de María Corina en el triunfo de la batalla electoral demostró tres cosas: primero, que somos mayoría los que queremos cambio; segundo, que esa mayoría es abrumadora en comparación con el régimen; y tercero, que los militares y policías votaron contra Maduro. Actualmente somos un país donde oficialmente 1 millón de personas tienen sometidas a 20 millones que somos, sumando los que pudieron votar, los que no dejaron votar dentro del país y los inmigrantes que aunque están fuera son un factor muy determinante por el apoyo moral, comunicacional e incluso económico que aportan. El voto duro de Maduro fue de 1 millón aproximado, llegando a los 3 millones con votos coaccionados y manipulados, que no lo defenderán.

La planificación es totalmente diferente a la que necesitamos ahora para cobrar el triunfo. Viene otra lucha que debemos ganar también, la de evitar que Maduro se juramente y continúe como presidente para el próximo periodo presidencial. Es un deber de todos a nuestros distintos niveles político, militar, policial y ciudadano planificar, organizar y ejecutar la salida el 10 de enero de 2025, entendiendo que es otro tipo de actuación diferente, con la confianza plena de que somos mayoría y no tenemos miedo. Una gran movilización masiva ese día es lo central preparar desde ahora.

La batalla electoral la ganamos, que nadie se sienta mal o frustrado, no piensen en salir del país, todo lo contrario, el que quiera y pueda regresar antes de enero de 2025 hágalo para que participe en esta gesta histórica aplastante y aquellos militares, policías o funcionarios que quieran renunciar, no lo hagan, los necesitamos a todos activos en las instituciones, prestos y pasando información de las acciones criminales del régimen.

La soberanía reside en el pueblo y debemos hacer respetar la voluntad popular, comienza una campaña para buscar más apoyo dentro de las instituciones para el cambio.

No se puede temer a los militares y policías, pues incluso en los centros electorales donde votaron mayoritariamente ellos, también ganó Edmundo González Urrutia.

María Corina demostró que a pesar de todos los obstáculos, alcabalas policiales y militares, cierres de carretera, se puede llegar a Caracas desde cualquier lugar del país si se asume con determinación y compromiso.

No todo el Alto Mando Militar está sancionado o involucrado en el negocio de proteger a las FARC y el ELN en el territorio; son 12 años de Maduro dirigiendo a la nación, sin nada positivo que mostrar, represión, separación de familias, culpable absoluto de todo el desfalco, las malas condiciones de los servicios básicos, las críticas condiciones de libertades y vida que tiene el pueblo venezolano en general, civiles y militares por igual, es un clamor con desespero que salga del poder.

Los profesionales militares saben que hay dinero y recursos en el país, dentro del mismo Fuerte Tiuna descaradamente frente a los bajos sueldos y mala alimentación de los militares, levantaron urbanismos de quintas y carros lujosos de los políticos rojos; esa corrupción de tantos años no ha permitido ni permitirá que llegue el dinero al pueblo, el sistema socialista es un fracaso en lo humano y económico, solo trae pobreza, miseria a civiles y militares.

Observen las condiciones socioeconómicas de los militares de la reserva activa, ese va a ser su futuro si continúa este sistema de gobierno, en su mayoría andan en la indigencia, por culpa de Maduro; además, ha demostrado cobardía como político eliminando a la oposición con violencia, asesinatos, presos, sentencias, inhabilitaciones y exilio, no pueden defender a un tirano. El próximo preso o torturado puede ser cualquier militar que se queje de su sueldo, alimentación o falta de seguridad social.

Es deseo del país que ocurran negociaciones y acuerdos que permitan una transición pacifica y ordenada, el respeto al triunfo de Edmundo González Urrutia; sin embargo, como ciudadanos responsables y con familiares, amigos, jóvenes, militares detenidos por el régimen, debemos organizarnos para llegar hasta el final.