OPINIÓN
EE UU no es un fuera de borda
- Estados Unidos es un país que puede ganar guerras y puede perderlas; se equivoca con frecuencia; cuando se tiene de aliado es un capital formidable, amigo hasta el final; cuando se le tiene de costado es un cocodrilo que no hay que molestar; cuando viene de frente, mejor escribes tu testamento, aunque tal vez, si tienes suerte, lo esquives. Estimo que Guaidó y sus voceros no tienen muy claro el papel de Estados Unidos en nuestra tragedia y en sus posibles salidas.
- Desde el mismo momento en que se planteó la posibilidad de que Guaidó asumiera la presidencia de la transición, Estados Unidos apoyó esa salida, al lado de Colombia, Brasil, Chile y otros países. A pesar de la resistencia de varios de los que hoy son los más cercanos aliados de Guaidó, la presión popular e internacional y su propia decisión hicieron que las vacilaciones fuesen dejadas de lado.
- Estados Unidos se convirtió en vocero, al lado de Colombia y Brasil, de la agenda de Guaidó, lo que comenzaba con “el cese de la usurpación”, para seguir con un gobierno de transición por él presidido, que condujese a unas elecciones libres, limpias y justas. El llamado a la rebelión civil y militar fue proclamado al unísono, dentro y fuera del país, y se mantuvo a pesar de los fracasos del 23 de febrero (“sí o sí” de la ayuda humanitaria) y del 30 de abril, con la mamarrachada del alzamiento de Padrino López y el Maikel, y los financistas recientemente iluminados a la vera de la talanquera.
- Así, el gobierno de Donald Trump se convirtió en el poderoso aliado para impulsar “el cese de la usurpación” y ha proclamado al planeta entero su apoyo al presidente de la transición en esa ruta y no en otra. Por esta razón, Estados Unidos ha guardado una discreta posición en relación con los absurdos diálogos y negociaciones itinerantes, de Oslo a Barbados, de Barbados a Washington, con sus operaciones paralelas en República Dominicana y Bruselas.
- La Casa Blanca ostensiblemente no está de acuerdo con esa decisión de Guaidó y su equipo; pero la ha respetado bajo la idea vendida por los operadores de que “es una etapa que hay que quemar”.
- Sin embargo, si “el cese de la usurpación” pretende ser sustituido por elecciones bajo el régimen rojo, no es probable el apoyo norteamericano a esa nueva aventura. Cabe tener presente que Estados Unidos no es un pequeño bote con un fuera de borda que puede virar hacia acá o hacia allá, bajo caprichos juveniles. Es un trasatlántico que le cuesta hacer pequeños virajes y cuando está en una dirección, a toda velocidad, es que va para allá y los pilotos de curiaras han de temerle.
- Puede tenerse una política diferente a la de Estados Unidos; pero, si se le reclama como aliado, no es bueno bromear con su decisión ni pretender que está a la orden para cualquier ocurrencia. Por ejemplo, sanciones sí; sanciones no.