OPINIÓN

Edmundo González: Navegando contra corriente en Paparo

por Robert Alvarado Robert Alvarado

“El mayor obstáculo, la mayor gloria en superarlo” Moliére

El régimen intenta con sus obstáculos infundir miedo y desesperanza. A ellos les digo algo, busquen otra estrategia, ya que están logrando lo contrario, no porque sean unos superdotados Edmundo, que se les coló en Paparo, o María Corina, que luce indetenible en su cruzada libertadora. Entorpecer ya no le resulta al régimen, después de hacerlo por más de dos décadas, se ve disminuido por efecto del rechazo de quienes se han visto afectados por sus ejecutorias, o sea, digo todos, porque los sondeos de opinión, aunque la mayor de las veces manipulados, no mienten, aunque la mejor medición es la simple percepción de todos los venezolanos que salen multitudinariamente a superar esos obstáculos, como los vimos quitando árboles de la vía pública en Cojedes, antes un camión en Margarita, o la avanzada motorizada abriendo paso ante el cerco de alcabalas y así en todo el país. De tal manera, que entre más obstáculos ponga el régimen, más grande se mostrará el pueblo venezolano y quienes hoy por hoy encarnan la esperanza en esta tierra de gracia.

El candidato presidencial unitario, Edmundo González, llegó este miércoles 26 de julio a Paparo en bote tras superar los diversos obstáculos que puso el chavismo, para su encuentro con los mirandinos. Una nota de prensa, señala: “Los ciudadanos habían denunciado que colocaron numerosas alcabalas en el camino, en las que retuvieron los documentos hasta por dos horas, antes de encontrar una barricada de oficiales de la GNB y PNB que impidió el paso de vehículos”, esta es la tónica de la estrategia oficialista orientada a torpedear la campaña electoral de la oposición venezolana. Las fotografías son elocuentes: “González dejó atrás los bloqueos con un grupo de personas caminando, antes de tomar el bote a Paparo. Seguidamente, compartió con cientos de ciudadanos su mensaje de esperanza y la importancia de votar masivamente el 28 de julio, para lograr el cambio en Venezuela”.

El relato de Edmundo González llegando a Paparo en bote, sorteando los obstáculos impuestos por el chavismo, es un testimonio de la determinación y la esperanza que caracterizan a los venezolanos en los tiempos que corren. A pesar de las alcabalas y las barricadas, González y su equipo persistieron, demostrando que la voluntad del pueblo es más fuerte que cualquier intento de obstrucción. Desde una perspectiva política, esta situación tiene varias implicaciones. En primer lugar, refleja la desesperación del oficialismo ante el rápido ascenso de González en las encuestas. Los sondeos indican que cuenta con un 60% de intención de voto, mientras que Maduro apenas alcanza el 20%, y eso, siendo generosos con él. Es obvio, el chavismo más que temer perder el poder, sabe que lo perderá, como dijo la monjita en Mérida, “ya está listo”, y, por lo tanto, recurre a tácticas de obstaculización para frenar el impulso de la oposición.

En segundo lugar, la obstaculización no solo afecta a la oposición, el principal afectado es el oficialismo. La estrategia de colocar alcabalas y bloqueos tiene un efecto contrario al deseado: en lugar de debilitar a González, fortalece su imagen como líder resiliente y comprometido con el cambio. Lo mismo, elevado a la N, ocurre con María Corina. El pueblo venezolano, al superar estos obstáculos, se muestra unido y decidido a lograr una transformación en esta tierra de gracia; o sea, los esfuerzos del régimen por obstaculizar la campaña de González y María Corina han resultado contraproducentes, fortaleciendo la unidad y determinación de la oposición y el pueblo venezolano en su conjunto por alcanzar la transformación que anhelan, porque lejos de intimidar, estos obstáculos han tenido el efecto de galvanizar aún más a la sociedad venezolana, que ha salido a las calles para superar los cercos y barricadas impuestos por el régimen. Esto demuestra que mientras más intente el oficialismo entorpecer la campaña opositora, más grande se mostrará la determinación del pueblo venezolano por lograr el cambio.

En términos prácticos, obvio, en el campo político, por ejemplo, la obstaculización del candidato presidencial unitario, Edmundo González, y su posterior llegada a Paparo en bote, a pesar de los bloqueos impuestos por el chavismo, tiene un impacto significativo en la imagen de Maduro y su régimen. Lo primero que muestra es desesperación y debilidad del régimen, de ahí que el chavismo se vea obligado a recurrir a tácticas de bloqueo para frenar el impulso de la oposición. Esto sugiere que el régimen se siente no amenazado, ¡perdido!, y carece de confianza en la tan cacareada popularidad que dice tener. Por otra parte, la determinación de González y su equipo al superar los obstáculos resalta la diferencia entre la oposición y el oficialismo. Mientras González persiste, el régimen se muestra como un obstáculo para el cambio. Esto es lo que viene erosionando la imagen de Maduro como líder capaz de resolver los problemas del país.

Y lo más importante, hablando por mí, el pueblo venezolano, al superar las barreras impuestas, encarna la esperanza y la resistencia junto a líderes como Edmundo. Esta narrativa positiva en torno a González y la oposición contrasta con la percepción negativa del régimen, tanto es así, que Maduro aparecer como un líder que no puede detener el avance de la oposición, lo que afecta su credibilidad. Por eso, no es aventurado afirmar que la obstaculización afecta principalmente a la imagen de Maduro, así como la de todos en su camarilla, y su capacidad para mantener el control, peor aún para él, esos obstáculos afloran el deseo de cambio y, por ende, el rechazo al régimen actual.

 

Así las cosas, la llegada de Edmundo González a Paparo representa una victoria significativa para la oposición, ya que revela la fragilidad del régimen. El pueblo venezolano, al enfrentar y superar los obstáculos, encarna la esperanza en medio de una tierra de gracia que anhela un cambio positivo. De allí, que la obstaculización del chavismo, en lugar de debilitar, ha fortalecido la determinación de quienes buscan un futuro mejor para Venezuela. El 28 de julio, la masiva participación en las urnas será la voz del pueblo, desafiando cualquier intento de intimidación y reafirmando su deseo de cambio. ¡Hasta el final!

@robertveraz