EDITORIAL

Un presidente sordo y ciego

por Avatar EL NACIONAL WEB

La noticia que llega desde Washington alertando sobre las dimensiones de la crisis del sistema público de salud venezolano no sorprende a nadie y mucho menos al señor Nicolás Maduro, quien desde la sede del poder en Miraflores debería estar atento a la gigantesca estafa política que significa seguir pregonando que ahora en Venezuela la gente goza de un excelente servicio de salud, es decir, mil veces mejor con respecto al de la cuarta república.

El señor Maduro se niega a escuchar las voces y los reclamos de los gremios médicos, de las enfermeras profesionales, del personal que trabaja en los hospitales y centros de atención pública, de los sindicatos que angustiados programan paros, huelgas y marchas para hacerse oír. Pero el señor Maduro se mantiene como la canción de Shakira: ciego, sordo y mudo. Bueno, esto último no es tan cierto porque para hablar por televisión siempre está dispuesto aunque no tenga nada qué decir.

Lo que sí es cierto y bien fundamentado es la denuncia que hizo ayer Human Rights Watch en un informe, en el cual criticó “la reacción del gobierno del presidente Nicolás Maduro al negar la crisis sanitaria y no afrontarla urgentemente”. Las agencias internacionales, en especial Efe, se dieron banquete porque lo que recoge el informe especial de la organización no solo es contundente sino rotundo.

La ONG califica la crisis sanitaria venezolana como “devastadora por el profundo colapso de su sistema público de salud” y advierte que “la combinación de un fallido sistema de salud y la escasez generalizada de alimentos han provocado una catástrofe humanitaria que solo irá a peor si no se aborda a tiempo”. Quien redactó el documento de HRW es la doctora Shannon Doocy, que entre otras cosas ejerce como profesora asociada de la Escuela de Salud Pública Bloomberg en la Universidad de Johns Hopkins.

Es importante destacar esto porque el informe de HRW recoge de alguna manera mucho de lo que vienen denunciando con valentía y frecuencia, desde hace bastante tiempo, los gremios en Venezuela. Si alguna crisis ha sido investigada con tesón y coraje es esta que estamos padeciendo todos los venezolanos y la información viene desde adentro, de quienes están batallando día a día dentro de esos infiernos en que se han convertido los hospitales públicos. Pero el señor Maduro ha hecho oídos sordos ante estas montañas inmensas de denuncias, cifras y estadísticas presentadas profesionalmente.

De manera que es de agradecer a la organización Human Rights Watch este informe que viene de afuera porque con ello refuerzan las denuncias ya formuladas aquí y las que vienen en camino porque esta es una batalla de largo aliento.

Hay que anotar, además, como bien lo informa el cable de Efe, que “los investigadores de HRW, junto con especialistas del Centro de Salud Humanitaria de la Universidad Johns Hopkins, viajaron a las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil para evaluar el alcance de la crisis y conocer el testimonio de las personas que están huyendo del país”.

Los datos recogidos indican “un repunte del sarampión, la difteria, la malaria y la tuberculosis, dijo la ONG”. También ha repuntado, decimos por nuestra parte, la ceguera y la sordera del señor Maduro.