Empecemos por el Ecuador en donde el presidente Lazo dio un giro inesperado y llamó al Ejército Nacional a que impusiera de nuevo el orden cuando ayer, una vez verificara la muerte de 18 retenidos en la cárcel de Guayaquil, más otros asesinados entre ellos el alcalde de Manta, Agustín Intriago, quien fue ultimado por narcotraficantes. Aparte de las dos víctimas fatales, otras cuatro personas resultaron heridas.
Había estudiado en la Facultad de Ciencias Informáticas, en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, ubicada en la misma ciudad. En su compañía corría la deportista Ariana Estefanía Chancay.
En febrero, un político que se postulaba para alcalde de Puerto López fue disparado un par de horas antes de que abrieran las urnas.
El candidato a alcalde de Salinas, otra localidad costera, también fue matado a tiros.
En México la situación no es muy diferente. La Guardia Nacional, Sedena, Semar, la Fiscalía General de la República, la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC) y la Comisión Nacional Antisecuestro. Frente a ellos, los “malvados” mexicanos nos miran desde sus guaridas los miembros de siete grandes cárteles: Sinaloa, Tijuana, Juárez, Beltrán Leyva, Golfo, Los Zetas y La Familia Michoacana, estos últimos conocidos como los Caballeros Templarios.
Esto nos hace ver con claridad los resultados estadísticos: de las 10 ciudades más violentas 7 son mexicanas.
Y de Estados Unidos, ni hablar. En este caso la Guardia Nacional y la Patrulla Fronteriza son los protagonistas de la ley que acaban de levantar. Es en esta ley en donde se encuentran (encontraban) todos los tropiezos respectivos; ¿tendrá algo que ver en la temporada de cosechas? La idea me vino cuando vi una mano de recolectores agachados recogiendo lo que vi como un simple colector de hierbas.
Es en este país, el inefable Estados Unidos, convertido en el primer cliente de los guardias norteamericanos, en donde se consumen más de 2 kilogramos en la sola Casablanca, como lo pudimos atestiguar hace varios días. ¡Terrible!, exclamó uno que otro desavenido.
En Colombia, está la tercera ciudad con mayor número de homicidios, que se llama Medellín, capital delincuencial del país. En los últimos meses, más de 21% de homicidios se han transformado en la realidad nuestra, mientras que en 2002 tuvo un pico de 183,3%.
Todo esto mientras en Bélgica la cocaína está en proceso de policitación ¿policivación?