OPINIÓN

Economía y longevidad

por Eduardo Riveros Quiroz Eduardo Riveros Quiroz

Según la Organización Mundial de la Salud para el año 2050 se espera que en el mundo la población de adultos mayores alcance los 2.000 millones, bastante más que 600 millones que aproximadamente tenemos hoy.

Esta cifra nos hace dimensionar el impacto que en la economía tendrá este creciente número de seres humanos, cuyo aumento en la esperanza de vida conllevará a la suma de diversos productos y servicios que se están ofertando en el presente y que lo harán en el futuro, desde el suministro de cuidados médicos, soluciones científicas ligadas al ámbito de la inteligencia artificial, nanomedicina y biotecnología, hasta un aumento en el presupuesto de políticas públicas en los Estados.

En cuanto a las principales causas de muerte, los datos de la OMS indican que independiente de los ingresos de los países, existen tres causas de muertes principales dentro de la población anciana:  accidente cardiovasculares, cardiopatías y neumopatías crónicas y dentro de las causas de discapacidad están los dolores de cuello y espalda, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, depresión, artrosis y demencia.

Respecto a las tendencias científicas orientadas al establecimiento de políticas que eleven el bienestar del adulto mayor, en el último evento “5th Eurosymposium on Healthy Ageing” (organizado por la International Longevity Alliance y Healthy Life Extension Society) se dieron luces, donde los principales temas fueron los biomarcadores, donde enfatizan en el uso de herramientas de inteligencia artificial, machine learning, apertura de bases de datos y pruebas clínicas, entendiendo que se necesitan mayor número de pruebas, ya que muchas afecciones están identificadas y solo se necesitan la apertura de los comités de ética para realizar pruebas especialmente en mayores de sesenta años.

Entre las iniciativas que destacaron los investigadores están:  Mortality Predictors (http://mortalitypredictors.org/); Longevity Biomarkers (https://www.aginganalytics.com/biomarkers-of-longevity); Deep Biomarkers of Human Aging (http://young.ai) y Human Aging Genomics Resources.

Académicos como Ilia Stambler (director de Investigación y Desarrollo de la Shmuel Harofe Geriatric Medical Center de Beer Yaakov, Israel), Keith Comito (presidente de LifeSpan) y el futurista y autor del best seller de Amazon La muerte de la muerte, José Luis Cordeiro, connotaron el uso de  tecnologías de inteligencia artificial, la importancia del desarrollo de diagnóstico y la estandarización de la data de biomarcadores como desafíos importantes para el avance científico en la esperanza de vida.

El aumento de la población mundial de adultos mayores coincide con la consolidación de la cuarta revolución industrial, era marcada por el uso intensivo de la tecnología, robótica y automatización, que personificados en los avances de la nanomedicina, ingeniería genética y genoma humano (como el Nobel de Química de este año a las investigadoras Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna por sus investigaciones sobre métodos de edición de genoma humano), nos hace reflexionar sobre los profundos impactos que en materia económica y social tendrá el crecimiento de la población mayor en el mundo en este comienzo de una nueva era de la humanidad.