Es la hora de seguir al liderazgo político que nos dimos el 22 de octubre de 2023, comprometido hasta los tuétanos con el cambio político, para reconocer lo que ocurrió el 28J, restaurar la democracia y regar, hacer florecer la libertad y seguir regándola.
“Echarle bolas», esa expresión tan nuestra, que todos sabemos lo que quiere decir, fue la que empleó María Corina Machado en su reciente entrevista con César Miguel Rondón.
“¿Llegamos al llegadero?”, le preguntó César Miguel al final de la charla. “Solo Dios lo sabe”, dijo la líder política venezolana, mujer creyente que transmite sinceridad, convicción y temple en exacta proporción. Y agregó que estaba plenamente segura de que la generación de venezolanos que lucha en esta hora angustiosa y a la vez prometedora nunca había estado tan preparada y lista.
“Preparada y lista no solo para defender nuestro mandato y nuestra decisión de ser libres, sino también para abrir los corazones, para sanar las heridas, para entender que todos somos Venezuela y para echarle bolas…”
Los venezolanos llevan 25 años “echándole bolas”, con diferencias y errores, como apuntó con acierto César Miguel, pero siempre con la decisión inquebrantable de vivir en democracia, donde se pueda disentir sin consecuencias, criar a los hijos, ir al trabajo, gritar ante la injusticia y reír con todas las ganas por los logros personales, familiares y como nación libre de verdad, soberana de verdad, solidaria todos los días y hasta el final.
Este momento es el momento de la verdad. No es un asunto azaroso, es, por el contrario, la consecuencia de las cosas bien hechas durante los años 2023 y 2024, al menos, porque incluso de las experiencias que no terminaron siendo exitosas hay lecciones para retener y conductas ejemplares que son fuente de inspiración.
Este 9 de enero de 2025, en el que los ojos del mundo están puestos sobre Venezuela, en el que se ha hecho un llamamiento masivo a la movilización de los venezolanos, y de pueblos amigos y sensibles, en el país y en cualquier parte del planeta, está sustentado sobre la victoria magnífica alcanzada el 28 de julio, la constatación de esa victoria con las actas reunidas en una operación estratégica, disciplinada y minuciosa, y en el desconocimiento mundial de la tiranía que mal gobierna nuestro país.
Los hombres y mujeres a los que se les han conferido las armas para defender a la República deben actuar movidos por su conciencia y por el respeto escrupuloso al mandato popular del 28J, que conocen de primera mano. La patria es la gente, con su dolor a cuestas y su ansia de libertad redentora, y sanadora.
Qué Dios bendiga a los venezolanos, qué Dios bendiga a Venezuela, y se abran los caminos para todos en una transición pacífica y ordenada al cambio político que la amplísima mayoría apoyó y votó.
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