Apóyanos

Dos gringos en Bogotá

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email
Gustavo Petro habló con representantes de EE. UU. sobre la crisis política en Venezuela

Foto Presidencia de Colombia (@infopresidencia)

Quien crea que los norteamericanos Jon Finer y Juan González se desplazaron a Bogotá a dedicarle tiempo al problema electoral venezolano se equivoca de plano. Estos dos funcionarios, consejero principal adjunto de Seguridad Nacional el primero, y director principal del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, el segundo, acompañados del embajador de Estados Unidos en Bogotá, Francisco Palmieri, en efecto se reunieron con el presidente de Colombia para tratar temas binacionales de sus dos países en una reunión bastante de rutina.

Tangencialmente Venezuela fue un tema tratado en las conversaciones y la prensa local y la internacional otorgó grandes decibeles a este asunto toda vez que dentro de  lo conversado sobre temas colombianos, la agenda fue un “dejà vu” más que trajinado, pero lo venezolano si era novedad, así fuera por lo banal de su contenido.

Nada más ver el comunicado conjunto, que no es más que una nota de prensa que ocupa el espacio de media página y apenas 194 palabras, dice mucho sobre lo conversado. Saluda formalmente a dos temas muy importantes, uno para Estados Unidos, las migraciones, y otro para Colombia, la Paz Total de Gustavo Petro. El tercer tema, en 39 palabras liquida los asuntos venezolanos y resulta ser el mas ambiguo de los tres. La nota dice: “El presidente Petro y el Sr. Finer también sostuvieron una discusión en profundidad sobre la situación en Venezuela y reafirmaron la importancia de implementar todos los elementos del Acuerdo de Barbados y trabajar junto con todas las partes para cumplir con la hoja de ruta electoral acordada”.

Fenomenal saludo a la bandera que luego nos venden a los venezolanos como que Petro está de acuerdo y respalda el Acuerdo de Barbados, pero de ninguna manera exige su cumplimiento ni traiciona su conocida simbiosis ideológica y principista con Nicolás Maduro. Tampoco, como dice la prensa suiza, “instan a respetar la hoja de ruta electoral” ni nada que se le parezca. Con un guayoyo del tenor del acordado y dado a conocer a la prensa Gustavo Petro queda bien con Dios y con el diablo y no se compromete sino a otorgarle importancia al asunto

Ya quisiéramos los venezolanos de bien, que no son los que comulgan con Miraflores y sus secuaces, poder contar con la Presidencia de Colombia en asuntos binacionales de gran calado. Importante debería ser para la Casa de Nariño gozar del otro lado de la frontera de un régimen democrático capaz de hacer salir el país adelante en lo económico, promover una sociedad justa y libre, apoyar y fortalecer a sus instituciones, defender los derechos humanos y cooperar con el otro lado de la frontera en restablecer una cooperación útil a los dos lados!

Pero quienes creen que ese es un fin a ser perseguido por Gustavo Petro le están apostando a una quimera. El presidente cordobés tiene en su cabeza mantenerse en el poder o mantener a quienes comparten su ideología al frente de Colombia para instrumentar una serie de proyectos izquierdosos trasnochados pagando el precio que sea y apoyando al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla. Para ello el régimen de la Venezuela actual, el madurista entra más dentro de sus planes porque igualmente se orienta a atornillarse en el poder para muy oscuros propósitos totalitarios.

Triste es que la prensa se haga eco de cosas que nunca ocurrieron en un empeño por hacer ver que hasta Gustavo Petro se coloca del lado de María Corina Machado a la hora de hablar del futuro del país vecino.

Así es como debería ser, pero tristemente no es. No creamos en cuentos de caminos.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional