El régimen venezolano utilizó todo el poder el Estado para intentar que Nicolás Maduro fuese el único candidato de la izquierda en Venezuela. Controles en el CNE, inhabilitaciones y judicialización de los partidos políticos, fueron algunos de los métodos usados.
Sin embargo, se lograron inscribir dos candidatos de partidos con ideologías socialistas, progresistas de izquierda para las elecciones presidenciales 2024: José Brito por Primero Venezuela y designado ilegalmente por el TSJ presidente de Primero Justicia es de ideología progresista y Luis Eduardo Martínez en representación de Acción Democrática, partido de ideología de izquierda socialdemócrata, y Copei, partido socialcristiano.
Esta situación coloca en un riesgo mayor los pocos votos que le quedan al PSUV y Nicolás Maduro. Es importante señalar que desde que Maduro asumió el poder, el PSUV ha perdido más de 70% de los militantes del partido. El rechazo a nivel nacional está sobre el 80% y es despreciado por las izquierdas democráticas. El voto duro de Maduro pudiera estar en un millón y medio (1.500.000) aproximadamente, pudiendo ser menor si se divide por estos dos candidatos de izquierda que lograron inscribirse.
Estoy completamente seguro de que Nicolás Maduro no tiene los votos suficientes para ganarle a la unidad opositora, mucho menos en estas elecciones que adelantaron para intentar descolocar a la oposición y dividirla. Este corto tiempo no permite que su aceptación mejore, mucho menos luego de 12 años en el poder con mucho daño moral y estructural causado al país.