«Son tan simples los hombres, y se someten hasta tal punto a las necesidades del momento, que quien engaña encontrará siempre quien se deje engañar«. Nicolás Maquiavelo.
En las redes hemos visto una entrevista-conversación muy interesante e ilustrativa sobre la actualidad económica al economista José Manuel Puente, quien no está afiliado a ningún partido político de la oposición, como otros que sí lo están, por lo tanto, goza de mucha credibilidad. En su entrevista, el colega afirma que las reservas internacionales de Venezuela, rozan los 5.800 millones de dólares, las más bajas en 30 años. Lástima, que no nos haya dicho cuántos meses de importaciones cubren estás reservas internacionales. Pero si tenemos que según el portal Datos Macro las importaciones totales de Venezuela para 2022 estarían en 8.192 millones de dólares (1) tenemos que las reservas internacionales cubren aproximadamente 12 meses de importaciones, no está nada mal.
El gobierno ha mantenido la paridad del bolívar en dólares a través de tres mecanismos heterodoxos, nos aclara Puente, el primero y más importante es el anclaje cambiario, liquidando un gran volumen de dólares para que se mantenga baja la cotización, y por ello en el año 2021 casi no se devaluó el dólar. ¡Pero si vemos que en enero de 2021 el dólar paralelo estaba en 0,998 y para diciembre del mismo año llegaba a 4,69 bolívares! la devaluación fue de 369%, claro que si la inflación anual fue de 686% en Venezuela mientras que el promedio de inflación en América Latina fue de 6%.
El segundo mecanismo fue la reducción del ritmo de ejecución presupuestaria (política que le pega más duro a los empleados públicos, contratistas del Estado, etc), y el tercero fue el famoso encaje legal para reducir los fondos que la banca presta a la economía, pero al mismo tiempo vimos nosotros que a los Bancos del Estado el BCV les metió liquidez con lo cual se anuló parcial este efecto sobre la banca en general. ¡Heterodoxia al mil por ciento! No ataca la fuente de la inflación que es el déficit de Pdvsa financiado con préstamos del BCV.
Nuestro economista ahora ataca a la economía de puertos, pero actualmente por lo menos no existe desabastecimiento. Una cerveza importada cuesta el doble que una nacional. No sabíamos que les habían retirado el IVA a los productos importados. En estos momentos un político que fue el coordinador de la mesa de la unidad y que viajó mucho pero jamás logró vencer al gobierno le está sobando la cabeza a Fedecámaras. La gran queja del liberalismo de buena fe no oportunista, es que en Venezuela el empresariado siempre ha amado tener créditos con tasas preferenciales (las tasas reales activas negativas de interés), elevados aranceles para proteger la producción nacional, etc. ¿Entonces dónde diablos está la competencia?, si no pueden competir con salarios inferiores a los de Haití y Centroamérica. En este contexto, sabemos a ciencia cierta que una de las causas del “fracaso” del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez fue el poderosísimo “lobby” empresarial que estaba irritado por no haber pagado parcialmente las famosas cartas de crédito con dólares preferenciales y haber bajado los aranceles.
De igual modo, estamos totalmente de acuerdo con JMP en relación al tema de las inversiones extranjeras directas en Venezuela. Durante muchos años (desde el primer gobierno de CAP), se inventó la fábula de que nuestro país era un imán poderosísimo para las inversiones extranjeras y hasta se prohibió que remitieran como ganancias más de 20% de su capital invertido. Lo que pasó es que las inversiones extranjeras se fueron a otros países como lo explicó bien el entrevistado. En efecto, según datos de la Cepal, en los últimos 20 años Venezuela, logró captar apenas 15.000 millones de dólares mientras que Perú, que tenía una economía más pequeña captó entre 60.000 millones de dólares y 90.000 millones de dólares. Este fue el resultado de una economía donde se han controlado habitualmente los precios, se ha nacionalizado ad nauseam, y además se ha expropiado, recordemos a Agroisleña una empresa próspera de insumos agrícolas. De esta forma, no se crea confianza.
Requerido el profesor del IESA sobre el tipo de cambio que evitaría un agotamiento de las reservas internacionales, responde que podría estar entre 8 y 10 bolívares. Y es que siempre regresamos a lo mismo, como un círculo infernal: agotamos reservas internacionales con controles de cambio, y luego viene el alza descomunal de precios. Esto ocurrió en el pasado, pero ni el pueblo y menos los gobiernos aprenden.
Un apartado muy interesante del documento que circuló por WhatsApp de Puente, es el relativo a los sueldos y salarios. Como es sabido las principales víctimas de la inflación son los jubilados tantas pensiones militares (se jubilan a los 50 o 52 años de edad) y las civiles se volvieron trizas. Existe una esperanza de que el gobierno dolarice las pensiones, y no es posible matemáticamente explica nuestro analista. Es prácticamente imposible llevarlo a los niveles que tenían en 2012 o 2013. Para dar una idea del problema, nosotros sabemos que en el año 2008 el salario mínimo en Venezuela era de 372 dólares, superior al de Chile con 312 dólares y al de Ecuador de 200. En la actualidad (2022, a partir de marzo) el salario mínimo es 24,91 dólares en Venezuela; en Colombia 263; Chile 498 y Ecuador 425. Así y todo, recientemente en el portal analitica.com nos revela Puente (2) lo siguiente: “Está un factor que es clave, a partir de mayo los salarios venezolanos reales en dólares han comenzado a decrecer, eso es una señal muy negativa que, a pesar del boom, los salarios en mayo y junio han empezado a decrecer y pareciera que esa tendencia va a continuar a lo largo de 2022”, enfatizó.
También se ciernen como nubarrones ante una reactivación del aparato productivo el problema con la generación de electricidad y las refinerías y el aparato de distribución de gasolina y gasoil. A pesar de que se están trayendo crudos desde Irán, el mensaje de subsidiar la gasolina es nefasto. La gente sigue corriendo en sus vehículos como si todavía estuviéramos en los años 2013 y 2014.
Venezuela efectivamente ha vivido una catástrofe económica, en la que perdió 75% de su PIB, tuvo cuatro años de hiperinflación, la que es la segunda más larga en la historia mundial. Advierte terriblemente Puente que “si el tipo de cambio se sigue apreciando y en algún momento no tenemos los dólares para seguir dándole al aparato productivo, se va a dar un gran ajuste en el tipo de cambio con un salto inflacionario que puede tener impactos muy importantes sobre el bienestar de la gente».
Es una farsa grotesca el seudo-auge de la economía por un dólar barato artificialmente. ¡Paraíso de tontos como un observador externo llamó al ambiente que existía durante el mandato de Jaime Lusinchi!
Nuestro país hasta ha reducido su población, un indicador terrible para el desarrollo de los países. Es solo una mínima minoría la que disfruta adquiriendo bienes de lujo importados. Muchísimos venezolanos de escasos recursos van hacia Estados Unidos por caminos peligrosos aguantando toda clase de calamidades. 94% de la población es pobre, aunque lo niegue el todopoderoso gobierno.
(1) Hemos estimado las importaciones en 7.249 millones dólares para el año 2022, teniendo en cuenta que en 2021 estaban en 6.590 millones.
[2] Fuente: Analítica.com