Este domingo 11 se realiza la segunda vuelta en Ecuador y las legislativas y primera vuelta presidencial en Perú. Hemos enfatizado insistentemente en que en el continente se libra una lucha ideológica frontal entre el marxismo cultural y el liberalismo; llevando la delantera el primero por ser más coherente y tener una estrategia más clara. Los liberales debemos unirnos y luchar aguerridamente en defensa de la democracia, pero lamentablemente no es así, priman los intereses personales y grupales ante los del país.
Es inconcebible que todavía después de las experiencias nefastas de Cuba, Nicaragua y Venezuela haya todavía siquiera un ser pensante que defienda esos regímenes. Sin embargo, es así, en Colombia un tercio de la población muestra intención de voto por los candidatos del socialismo del siglo XXI: Petro, el candidato duro, del farcsantismo y Fajardo, la versión edulcorada del mismo. Recuérdese que Petro fue desde los inicios el impulsor de Chávez, ahora por interés niega su filiación con el chavomadurismo, pero hay numerosas pruebas de su defensa a la tiranía comunista venezolana. El caso de Fajardo es peor, se muestra como de centro, cuando es respaldado por los Verdes, partido fundador y miembro activo del Foro de Sao Paulo, propulsor y principal soporte del socialismo del siglo XXI.
Entrando en materia, el domingo digo que es crucial porque en Ecuador se define su destino democrático. O el país resuelve caer en la tiranía comunista eligiendo al correísta Andrés Arauz, o vota por la democracia eligiendo a Guillermo Lasso. La elección está muy reñida, la encuesta más confiable, la única que previó un resultado ajustado –todas las demás señalaban márgenes a favor de Arauz entre 5 y 10 puntos–, Cedatos, publicó que la intención de voto está a favor del candidato de Alianza, Guillermo Lasso; sacaría 38,2% de los votos y el candidato de Unes, Andrés Arauz, obtendría 32,5% (https://as.com/diarioas/2021/04/06/actualidad/1617741026_180237.htm ). De todas maneras, repito, es inconcebible que exista la posibilidad que el pueblo elija la tiranía del socialismo del siglo XXI, otro hubiera sido el caso si desde el principio toda la derecha si hubiera agrupado en torno a Lasso.
El caso de Perú es más dramático, este país se debate entre caer en la situación de un país fallido, disuelto en el caos o relegitimar su democracia. Acá también está el espectro del comunismo representado por la anarcomarxista Verónika Mendoza, declarada seguidora del socialismo del siglo XXI, o elegir a alguien que enrumbe el país hacia un derrotero democrático estable. Acá de nuevo se presenta el caso de la coherencia ideológica y estratégica de la izquierda, presentando una sola candidata, frente a un rosario de candidatos pro democracia liberal.
“El candidato presidencial centroderechista Yonhy Lescano (10%) lidera aún los sondeos de intención de voto, escoltado por la izquierdista Verónika Mendoza (9%) y el derechista Hernando de Soto (9%). En el cuarto lugar figuran empatados con 8% el exfutbolista George Forsyth (centroderecha) y Keiko Fujimori (derecha populista).El ultraderechista Rafael López Aliaga retrocedió tres posiciones y se ubicó en sexto lugar, junto con el izquierdista Pedro Castillo. Ambos marchan igualados en 6%…Considerando el margen de error, la situación es de un virtual empate estadístico entre todos ellos. (https://www.dw.com/es/encuesta-vaticina-unas-cerradas-elecciones-presidenciales-en-per%C3%BA/a-57099607).
La dispersión de candidatos tiene el efecto de que no haya un partidor definido, cualquiera puede ganar, pero si los candidatos liberales se hubieran unido podrían tener al mínimo un sólido 41%, es ese el camino que se debería seguir en todos los países del continente, el de la unión y la claridad ideológica. En definitiva, tanto la de Ecuador como Perú son elecciones cruciales para el destino democrático del continente. O se continúa la ola roja que ha ganado en México, Argentina, Bolivia, o se enrumba hacia la democracia, amanecerá y veremos.
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