Según las estadísticas de frecuencia semanal, correspondientes al 2 de septiembre de 2022, publicadas por el Banco Central de Venezuela, la liquidez monetaria existente para esa fecha era de 9.982 millones de bolívares —es decir 9,98 millardos de bolívares— mientras que las reservas internacionales eran de 10.132 millones de dólares y si hacemos la división LM/RI obtenemos una relación que se denomina tipo de cambio implícito, con un valor de 0,99 bolívares por dólar.
Revisando los datos publicados por el BCV correspondientes a semanas anteriores, podemos darnos cuenta de que el tipo de cambio implícito se ha mantenido cercano a 1 Bs/dólar, lo cual es una gran ventaja si en el corto plazo se decide establecer una caja de conversión, donde cada bolívar se respalde por una cantidad fija de dólares o por su equivalente en oro físico o en forma mixta, para evitar la inestabilidad e inflación inherentes a las monedas de reserva actual, a efectos de: estabilizar el tipo de cambio, dar credibilidad al signo monetario, fortalecer la moneda nacional, evitar que el BCV se convierta en prestamista de última instancia para reflotar bancos insolventes, promover las disciplinas monetaria y fiscal y adicionalmente, controlar la inflación de origen no especulativo-comercial, para fortalecer la inversión, la producción, la productividad y el salario real, teniendo en cuenta el sabio postulado que afirma: “Si quieres reconstruir a un país, comienza por fortalecer su moneda”.
El tipo de cambio oficial para la fecha indicada era de 7,96 bolívares por dólar, es decir que representa 8 veces el tipo de cambio implícito y por supuesto que, los diversos tipos de cambio paralelos, como siempre son mayores que el tipo oficial y las páginas de esos tipos ficticios ya no publican el tipo de cambio implícito, como lo hacían en el pasado, pues no les conviene mostrar esa información.
Lo anterior implica que el Bolívar está actualmente subvaluado o, en otras palabras, todos los tipos de cambio están sobrevaluados con relación al tipo de cambio implícito y esta situación que conviene mucho a los especuladores: comerciales, financieros, monetarios y cambiarios, genera otras distorsiones en la economía nacional, creando un ambiente de inestabilidad en las dimensiones: económica, social y política.
Considero que para Venezuela sería una medida apropiada crear una caja de conversión, para lo cual se deben tomar ciertas medidas adicionales como son en primer lugar, lograr que la base monetaria, que es el dinero creado por el BCV, sea igual a la liquidez monetaria, para que el multiplicador bancario que es la relación LM/BM se mantenga en 1, pues no se podrá emitir más dinero sin respaldo con divisas u oro y así la tasa de cambio se mantendrá fija en el monto que decida la caja de conversión.
Para la fecha indicada 2-9-2022, la base monetaria era de 6.639 millones de bolívares que es el pasivo monetario atribuible al BCV y la liquidez monetaria era de 9.982 millones de bolívares, lo cual implica que existe una diferencia de 3.343 millones de bolívares, que es un dinero adicional creado por la banca al otorgar créditos, lo que implica un multiplicador bancario de 1,5 que es la relación LM/BM.
Finalmente, para que se pueda lograr una caja de conversión cambiaria ortodoxa, duradera y sustentable en el tiempo, es conveniente que el encaje legal para los depósitos a la vista sea de 100% y los créditos se otorguen solo con dinero real proveniente de captaciones a plazo fijo, que deben ofrecer intereses reales competitivos, de tal forma que quien quiera invertir en la economía real, aporte una parte de capital propio y así esté obligado a ser eficiente y eficaz o se retire del mercado, si no logra obtener ingresos que le permita reponer sus inventarios sin depender del crédito y además, tener ganancias razonables, sin dejar que sus productos se deterioren por mantener precios altamente especulativos, en un entorno donde los salarios son terriblemente mínimos, lo que mantiene tanto a la demanda agregada como a la oferta agregada deprimidas, que conducen siempre a la recesión y a las crisis permanentes.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional