Se le eriza a uno el cuerpo al escuchar al hijo del mandatario colombiano prestando formal declaración acerca del financiamiento de la campaña electoral de Gustavo Petro. Todo el que quiera lo puede escuchar a través de las redes y es claro que no hay gato encerrado. Imbuido de la mayor asertividad, Nicolás Petro adelanta información fehaciente acerca de la aquiescencia del hoy presidente de los colombianos a la contaminación de su campaña electoral con dineros turbios. El que tales hechos pudieran provocar un daño irreversible a la gestión presidencial no ha sido obstáculo alguno para el vástago presidencial.
«Lo que comenzó como un rumor entre políticos de la Costa Atlántica se concretó en un hecho cuando Nicolás Petro Burgos admitió en agosto pasado que su padre ‘sabía perfectamente’ que el megacontratista Euclides Torres ‘era quien financiaba’ su campaña». Es lo que dice sobre este tema el conocido medio El Colombiano de Medellín.
El personaje de marras lidera un clan, en el que también participan sus hermanos, que fue llevado de la mano por el exembajador Armando Benedetti a financiar la campaña presidencial desde sus inicios. Son conocidos en Colombia por configurar un inmenso conglomerado empresarial, un oligopolio que se ha beneficiado de contrataciones mil millonarias en varios tipos de negocios principalmente en energía y transporte. Gracias a su influencia han conseguido cargos públicos de relevancia sin trayectoria política alguna.
Gustavo Petro no ha negado la participación de recursos de este personaje en la financiación de eventos multitudinarios en el año 2021. Lo admite. Su defensa se basa en el hecho de que ello habría ocurrido bastante antes del inicio formal de su campaña, por lo que la acusación no sería procedente, es decir, que este evento no tenía que regirse por las normas de financiación de la campaña electoral.
Pero las declaraciones de su hijo en una serie de videos publicados por la revista Semana lo dejan al descubierto: “Eso fue después de la segunda vuelta, cuando él ya era presidente electo; eso fue entre junio y agosto. Mi padre sabía perfectamente de los aportes de Euclides Torres, él sabía que Euclides financiaba la campaña, porque yo se lo mencioné varias veces a él en los carros cuando nos transportábamos para los eventos, ahí siempre iba Pedro Flórez, él y yo, hablábamos de la financiación, de que Euclides era el que financiaba”, confesó Nicolás Petro.
Así las cosas, es posible concluir que la laxitud moral del inquilino de la Casa de Nariño es enorme, pero el Petrogate tiene un alcance tal que puede costarle muy caro a la máxima autoridad del país. La Fiscalía diligenció copias de las declaraciones de Nicolás Petro de manera que el caso sea formalmente investigado por la Comisión de Acusación de la Cámara, así como por la Corte Suprema de Justicia y el CNE. Allí se determinará la real procedencia de los millonarios recursos que le sirvieron a Petro para hacer campaña.
Además, la Comisión está conociendo al menos cinco denuncias relacionadas con presunta financiación irregular y una de estas tiene que ver con el supuesto apoyo del narcotraficante Juan Carlos López Macías a la candidatura en Casanare.
Aún queda mucha tela que cortar, pero si el Senado llega a avalar el proceso y falla contra el mandatario, Petro podría perder su fuero y la investigación quedaría bajo la batuta de la Corte Suprema de Justicia.