Venezuela vive una dolarización transaccional, informal, desordenada (póngale usted el nombre que quiera) de su economía. Ese proceso ha traído buenas noticias, entre ellas una mejora en los medios de pago en el país, que atravesaban una situación muy compleja cuando se combinaban una escasez de bolívares y se percibía que “era ilegal pagar con divisas”. Según palabras del propio Maduro, hoy 22% de las operaciones comerciales en Venezuela se realiza con divisas en efectivo y según estudios de empresas privadas, 2/3 de los pagos que se hacen en el país se efectúan con divisas. La dolarización ha contribuido al proceso de digitalización de esta economía.
Algunos critican que se hable de ese tema, argumentan que es imposible digitalizar la economía venezolana. ¿Cuándo fue la última vez que usted fue al banco a buscar bolívares en efectivo? ¿Qué ha adquirido usted con efectivo en los últimos meses?, pareciera que, si el gobierno logra resolver el problema del pago del transporte público sin efectivo, buena parte del objetivo de digitalizar la economía venezolana (al menos la parte de la moneda nacional) sería alcanzado. Esta economía se acostumbró a funcionar sin efectivo (en moneda nacional), lamentablemente algunos no lo han entendido.
¿Por qué esta economía no extraña el efectivo? Por la sencilla razón que una hiperinflación de 3 años le ha borrado el valor del efectivo. Venezuela recuperó 4 de los 5 ceros que se le quitaron a la moneda cuando la última reconversión y antes del primer semestre de este año llegaríamos a ese quinto cero. No tiene sentido acumular efectivo, el billete de más alta denominación vale unos pocos centavos de dólar y ese valor tenderá a cero conforme pase el tiempo.
A la primera semana del año 2021, la relación efectivo/liquidez monetaria se ubicaba en 2,18%, nivel que no teníamos en Venezuela desde la segunda semana de septiembre de 2018, un mes después de la reconversión monetaria de ese año. En aquel momento, el indicador siguió creciendo hasta finales del año 2018 llegando a 10%, luego se mantuvo entre 6% y 8% hasta mediados de 2020, cuando inició un declive sostenido. Si analizamos el comportamiento del indicador antes de la reconversión monetaria, nos encontraremos un nivel similar al actual 4 meses antes de que se hiciera efectivo el cambio. Lo histórico en esta economía es que esa relación promedie 10%.
Si seguimos revisando los indicadores monetarios del cierre del año 2020, nos encontramos que el efectivo total de la economía venezolana representaba cerca de 11,8 millones de dólares, aproximadamente 0,45 dólares por persona (ni medio dólar por cada venezolano). Mientras que la liquidez monetaria total era casi 585 millones de dólares (hace apenas 3 años era el triple) y 21 dólares per cápita.
Esta onda “digitalizadora” podría estar inspirada en la inminente nueva reconversión, pero con la intención de no desperdiciar muchos recursos en adquirir mucho efectivo ante una inflación persistente (y alta).
Al final, el problema para Venezuela no es la digitalización o no de la economía, es acabar con la hiperinflación y generar crecimiento económico sostenido.
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