El diálogo social se presenta como un mecanismo clave para sostener la actividad económica. Esto es evidente en los acuerdos alcanzados entre diversas empresas y sus trabajadores, los cuales han permitido mantener la operatividad, al tiempo que se logran mejoras salariales.
El mantenimiento del diálogo entre los actores sociales y económicos ha funcionado como el mejor instrumento para encontrar soluciones, tanto para los trabajadores como para las empresas, evitando así situaciones conflictivas entre ambas partes. La Organización Internacional del Trabajo se refiere a este proceso como «diálogo social», el cual también incluye la participación del gobierno.
En Venezuela, las relaciones entre empresas y trabajadores han facilitado la consecución de acuerdos, que a pesar de las limitaciones económicas, han logrado armonizar las expectativas laborales y mantener la operatividad de las empresas, asegurando así una fuente estable de empleo.
Es fundamental seguir avanzando en la viabilidad de estos diálogos para fomentar el crecimiento empresarial y, con ello, aumentar el número de trabajadores. La empresa privada, que emplea a más de 4 millones de personas en distintos sectores de la economía nacional, se consolida como la principal fuente de empleo del país, demostrando su capacidad para enfrentar retos y salir adelante.