OPINIÓN

Deus ex machina

por Hannia Gómez Hannia Gómez

Deus ex machina. Puesta en escena de la obra Andrómeda en 1650 (f. Wikipedia)

«Por esta epifanía eres un verdadero dios de la máquina».

Menandros. Fragmento 227, circa 310. 2

1. «Ouvrons Grands les Jeux»

Y si, Abramos Grandes los Juegos. Esa es la invitación al mundo del lema de los Juegos Olímpicos París 2024. 3 Un genial juego de palabras que funciona esencialmente en francés y que al leerlo en voz alta reza también: “Abramos Grandes los Ojos”.

Y no hay mejor convocatoria que esta sola frase, que resume la idea central de la monumentalmente contemporánea e histórica producción teatral, arquitectónica y urbana que se ha ido gradualmente develando en los últimos meses en la ciudad de París, acompañada de una titánica producción organizativa. Pues sí, chers spectateurs: abramos grandes los ojos, porque Francia ha decidido mostrarle a la Humanidad que no hay mejor teatro en el mundo que la ciudad.

2. La ciudad olímpica

Y es a la ciudad en general a quien están dedicados estos juegos. A París, claro está, pero realmente desde París, enviando un mensaje a todas las ciudades del mundo. Una reflexión inteligente sobre lo que debe significar la vida en las ciudades hoy, sobre la cultura, sobre la memoria urbana, y a fin de cuentas, sobre la sostenibilidad. Una lección aprendida sobre lo que pueden ser las inversiones en los Juegos Olímpicos por una ciudad que ya es por tercera vez (primero en 1900 y luego en 1924) anfitriona de los mismos. 4

Hace pocos días, el 14 de julio, presenciamos maravillados la celebración en la Torre Eiffel del Dia Nacional de Francia, que en esta ocasión fue también la pre-apertura de las Olimpiadas. Todo el espectacular despliegue de fuegos artificiales y del millar de drones que derramaban fuego dibujando en el cielo las figuras de los deportes, se inició nada menos que con la imagen flotante del emblema de Paris, la nave bogando serena sobre el rio Sena, con las palabras Fluctuat nec mergitur, recordándonos que la ciudad, aunque a veces se mueve, vapuleada por pasajeras tempestades, jamás se hundirá.

Como todos sabemos, muchas veces en ocasiones anteriores las Olimpiadas han resultado en fracasos económicos, estadios multimillonarios abandonados, villas olímpicas desiertas, y fasto dilapidado en países necesitados de atención y de servicios, todo lo cual hizo que el esplendor de la semana olímpica se convirtiera a veces en casi injustificable. Esta vez, no.

Para escenificar el mayor evento multi-deportivo internacional, Francia ha traído en 2024 un plan donde la ciudad olímpica, aunque parezca efímera, ya no es efímera.

2. Fluctuat nec mergitur (f. Julio 14, 2024 – @Paris)

La inversión no se evapora, se dirige hacia donde más hace falta: a la sede. La ciudad por lo tanto se dota, se restaura, se conserva y, sobre todas las cosas, se glorifica. La Catedral de Notre-Dame, Ave Fénix, regresa restaurada con un esplendor mayor, y otro tanto ocurre con la de nuevo esplendida Iglesia de La Madeleine, con el re-abierto Grand Palais y con las sedes de las delegaciones de los países, instaladas en totalmente renovados hotels particuliers (como las sedes de Korea y de los Estados Unidos). Y aunque si se hayan construido instalaciones totalmente nuevas para los juegos, como el Centro Acuático de Seine-Saint-Denis y la Climbing Wall de Le Bourget, la gran noticia para los parisinos -y para las ciudades del mundo- son los fondos olímpicos invertidos en dotar a la ciudad de nuevos servicios, como la extensión de la Línea 14 del Metro de Paris hasta el Aeropuerto de Orly, una mejora importantísima que quedará para siempre y que está en funcionamiento desde hace meses, o en hacer ciudad, como la nueva Villa Olímpica, que se transformará en un barrio con todos sus elementos al culminar los juegos.

Pero, aunque es admirable ver cómo han sido actualizadas las instalaciones deportivas existentes, como en el Parc des Princes, las Arenas de Bercy. Paris-Nord, Paris-La Defense o de Porte de La Chapelle -para solo nombrar algunas-, el mayor espectáculo de @Paris2024 está en la sabia adaptación espacios urbanos no convencionales para convertirlos, por obra y gracia de la arquitectura y el diseño urbano, en escenas para el deporte.

Porque esta ciudad olímpica es un teatro.

3. Deus ex machina en el Champs de Mars (f. 2024 – Hannia Gómez)

4. Deus ex machina en el Champ de Mars (f. 2024, Carolina Gómez de Llarena)

5. Deus ex machina en el Puente Alejandro III (f. 2024, Carolina Gómez de Llarena)

6. Deus ex machina en el Sena (f. 2024, Carolina Gómez de Llarena)

7. Render de la ceremonia de apertura (f. 2024, @Paris2024)

3. All the World’s a Stage

En tiempos de los antiguos griegos, nació en el teatro un recurso escenográfico sumamente ligado a la arquitectura el cual ha llegado hasta nuestros días. Se trata del Deus ex machina (el dios de la máquina). Habiendo nacido de la necesidad de hacer aparecer de manera fantástica a los dioses en escena mediante mecanismos como grúas o trampas que creaban efectos especiales, el recurso evolucionó con los siglos, siendo glorificado en tiempos del Barroco. Cada vez que se quería transformar la realidad física de la escena en algo maravilloso e inusitado, nuevas máquinas aparecían, multiplicándose en ingenio.

De hecho, ya en el teatro isabelino era de uso acostumbrado. Shakespeare lo utilizó en la puesta en escena de obras como As You Like It, el Príncipe de Tiro o Pericles. Mas el Bardo de Avon pronto comprendió, gracias a la analogía urbana que desde tiempos de Sebastiano Serlio estaba siempre presente las escenografías del Renacimiento, que el recurso podía ir mucho más allá. Y acuñó la frase All the World’s a Stage, El Mundo Entero es un Escenario.

Contemplando las mágicas transformaciones efímeras en el Campo de Marte, en el Puente Alejandro Tercero, en el parque del Chateau de Versailles, en la Plaza de la Concordia, en la Explanada de los Inválidos, en el Trocadero, en la Pasarela Solferino y en los quais, ustedes podrían decir: claro, lo que pasa es que es Paris. Y no hay duda: Paris es una ciudad magnifica. Pero hace falta conocer la ciudad, conocer su historia, su arquitectura y saber muy bien cómo ha funcionado a través de los siglos en la practica y en el imaginario colectivo, para que una creación así pueda darse. Y sobre todo, hace falta sentir orgullo, être fiers.

Dejo esta tribuna para irme a contar las horas hasta la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos en el Sena. Que no será otra cosa que una gran y lineal, sinuosa Naumachia. La más monumental de la historia de la Humanidad. También cuento las horas para que en una nueva realidad y en un nuevo aniversario, Caracas pueda ser comprendida con tanto amor y conocimiento como Paris hoy, con ese mismo espíritu celebratorio, a la vez científico, a la vez moderno y a la vez poético, y que ella sea extensible a todas las ciudades de Venezuela y del mundo.

NOTAS:

1   Wikipedia: “Deus ex machina”: “Calco latino del griego ἀπὸ μηχανῆς θεός (apò mēkhanês theós) ‘dios de la máquina’. El término se acuñó a partir de las convenciones del teatro griego antiguo, donde los actores que interpretaban a los dioses subían al escenario utilizando una máquina. La máquina podría ser una grúa (mecánica) utilizada para bajar a los actores desde arriba o un elevador que los subiera a través de una trampa. Esquilo introdujo la idea y se utilizó a menudo para resolver el conflicto de la obra y concluir el drama. El recurso se asocia sobre todo con la tragedia griega, aunque también apareció en comedias”: https://en.wikipedia.org/wiki/Deus_ex_machina

2  ἀπὸ μηχανῆϛ θεὸς ἐπεφάνηϛ. Menandros (c. 342/41 – c. 290 BC).

3  Paris 2024: https://olympics.com/en/paris-2024

4   Wikipedia: “1924 Summer Olympics” (Jeux de la VIIIe olympiade): https://en.wikipedia.org/wiki/1924_Summer_Olympics